miércoles, 26 de diciembre de 2012

Lo mejor y lo peor del 2012, nota 1.

                                                                                          8F6B5M8HX59A

Fin  de año, tiempo de balances. Pero antes de comenzar uno por uno los
mismos, es bueno tener al menos una conclusión a modo de "auto 00" que
marque el rumbo, como el que pasa primero en los primes de Rally.

Y eso es lo que haremos en esta nota, analizar ¿Qué fue lo mejor del año,
lo rescatable? Aprovechando la oportunidad, les mostraremos algunas fo-
tos muy emotivas.

Las diez mejores cosas del automovilismo provincial 2012:

1) La labor del equipo de rescate:

    Muchas veces el nerviosismo propio de una carrera no permite apreciar
    en su real dimensión la labor del equipo que comanda el Dr. Treppo. Es-
     te año amén de tener trabajo a destajo con los toques en el TCPE y en
    TPE 1600, toda su entrega, su eficacia y su honra fueron puestos a prue-
     ba en esa tarde sabatina de Gualeguaychú, cuando les tocó asistir al
     Ralt de Agustín Ferreyra, volcado e incendiándose.

     Ciertamente, queda mucho por hacer, como bien escribió el colega  Mar-
     celo Echayre en la revista H&M  porque este equipo nació para asistir al
      TPE 1600 que tiene cierto nivel de requerimientos, aunque enseguida
     se hizo cargo de las restantes categorías, que en el caso de los Fórmula,
     y del TC pista, tienen otras solicitudes muy diferentes.

     Mas lo demostrado este año, con los medios que cuentan, y conste que
     en ciertos rubros (antiflama, por ejemplo) si éstos existen es por propia
     iniciativa particular, es sencillamente para sacarse el sombrero.

2)  La definición "hitchcocktiana" del TC Pista Entrerriano  

     Haber llegado con 8 candidatos matemáticos al Coronación obró como
     "parche" que tapó todos los profundos "baches" del TC pista autóctono.
     Pero no fue sólo eso. De los 8 candidatos, 4 eran "de fierro", uno " a mu-
     uuuucho placé" y tres que directamente se despedían de toda chance al
     mediodía apenas largada la Clasificatoria.

     Y todos sabemos lo que pasó. Terminó saliendo campeón uno que cua-
     tro fechas antes "ni figuraba", que resucitó al heredar una carrera que se
     le escapó en la Técnica a Juan P. Gallo - sabían que debían corregir un de-
     fecto del chasis, observado en la carrera anterior, y no lo hicieron- y que
     en el Coronación se jugaba una sola carta, dependiendo de no dejarse
     pasar por Retamar, y de una serie de resultados desfavorables ajenos...

     ¡ Y ganó el candidato a placé! En turf ,el batacazo se festeja largamente...
     ¡En el TC pista Entrerriano también!

     Como en las películas, el "muchachito bueno" ganó, y ése se llamó Martín
     Fuentes, que además de ser un pilotazo es buen chico de veras. Telón y
     cartelito "The end"...

3) Las campañas de Ramiro Silva y Lucas Benítez.

     Cuando en categorías ultracompetitivas como el TPE 1600 y el TC 850
     la corona obra de "frutilla de postre" para una campaña regular, toda la
     familia de los fierros se alegra. Se demuestra así que a este deporte no lo
     gobierna el azar, sino el método. La constancia, el andar frío y cerebral
     - que de ninguna manera significará jamás "lento" ni "conservador" que es
     otra cosa- el empeño en mantener una máquina competitiva, y también el
     esfuerzo para que el motor "no se caiga" respecto del de los demás, cosas
     que redundan en eficacia, obviamente.

     "No conozco pieza más importante de la máquina que el encargado de
     conducirla"- decía el inefable Jim Clark. Y tanto Lucas como Ramiro,
     cumplieron.

     Con algunos sustos hacia el final de la temporada, porque todos somos
     seres humanos y solemos fallar -en el caso de Silva, no previó un bólido
     rojo que se le vino encima en Paraná como meteorito, es comprensible-
     y como bien dicen ellos "no hay peor presión que la que uno mismo se
     impone". Vale. Vale mucho y sirve de ejemplo.

4) La "pica" Ponte versus Massei
   
     Con los micrófonos cerca, se tiraron con flores. Nunca lo admitieron.
     Que venían a correr "pour le sports", que el susodicho era  "un rival
     más"...que "por favor, no busques enfrentamientos donde no los hay",
     etc.

     Pero el gran imán de la Fórmula este año -fundamentalmente para los
     concordienses- fue la puja entre "la juventud" de Martín Ponte, versus
     la "veteranía de Gabriel Massei". O si se prefiere, la batalla entre los
     más jovencitos, "la generación del Karting" como algunos la denomina-
     ron, contra la "vieja guardia" encabezada por el cordobés.

    Una vez terminada la temporada y luego de habernos enterado de los
    entretelones que convulsionaron a la F.E. desde la misma primera fecha,
    nos convencimos que nuestra postura era la correcta. La "pica" existió.

    A tal punto que el piloto de Marcos Juárez dice haberse retirado, y la
    categoría llamó a una reunión en Villaguay el próximo viernes 28. ¡Epa!
    ¿No era que todo estaba bien? Negar una rivalidad puede ser tan difí-
     cil que tapar el sol con las manos, pero si le sirve de promoción a la
    categoría...ahí vamos a ganar todos.

5) El gran año del Rally Entrerriano
   
     Hemos dicho en su momento, si los pilotos santafesinos, bonaerenses
     y correntinos eligieron el Rally entrerriano, por algo será. Un promedio
     de 42 o más máquinas por carrera, con picos de hasta 60...

     La aparición de una ruidosa nueva generación de pilotos, que ensegui-
     da comenzó a cosechar puntos...y la construcción y puesta en compe-
     tencia de muchas máquinas -Colón aportó 5 más que el año pasado,
     por ejemplo- le han renovado la chapa al Rally, que además de su par-
     ticularísima versión siglo XXI de "reunión de clanes" (esa comunión
     tan difícil de igualar, puesto que no se trabaja hasta altas horas de la
     madrugada como en otras categorías) nos dejó una lista inolvidable de
     grandes espectáculos.

     Muchas veces hemos dicho, el Rally es la "heredera" de esa tradición
     de los GP de TC. El asado, el campo, el vino, los amigos...si a esto le
     añadimos un torneo normal, sin grandes sobresaltos (reglamentarios)
     y una renovación constante de pilotos, máquinas y geografía ¡la mezcla
     resulta explosiva! Mérito del A.C.C.U. de los diferentes equipos, y de
     las agrupaciones y/o municipios y empresas que organizaron.

6) La repavimentación del Autódromo de Concordia

     Nosotros fuimos los primeros sorprendidos en el "racconto" ¿Tan impor-
     tante será para figurar sexto? Y sí. Porque el año estuvo signado por
     una supuesta "escasez" de circuitos (pavimentados) que en realidad no
     era tal, sino que a uno de ellos demoraron más de la cuenta en hacerle
     algo parecido a un pavimento a la mitad del playón de boxes.

     Porque ese circuito (Gualeguaychú) es el único que está erigido en un pre-
     dio que -digámoslo así sin anestesia- el Municipio le rebanó al Aero
     Club de dicha ciudad, a tal punto que para ingresar al sector del público
     del opuesto, hay que lograr previo acuerdo entre esa institución y el A.C.
     G. (un absurdo que se corregiría con una ordenanza, pero...)

     Y como si llueve o hay amenaza mejor dicho, no se puede correr, es una
     alternativa muy sui géneris "autódromo para buen clima nomás". ¿Has-
     ta cuando vamos a andar con eufemismos?

     En vista a la (supuesta) negativa de concurrir a Rosario o a Rafaela, por
     los costos (no por la falta de recaudación, porque a Paraná sólo asisten
     amigos y parientes) la repavimentación de Concordia se transformó en
     algo así como una "cuestión de Estado".

     Una vez lograda, varios respiraron aliviados. No sólo el público concor-
     diense, bastante harto por cierto de las fábulas de los políticos. Ahora
     tenemos que hacer la misma fuerza para poner un poco de alambrado
     olímpico, un muro pintado de blanco, una toma de 220 volts y un grifo
     de agua en C. del Uruguay, y exigir que se lo habilite, como en su mo-
     mento se habilitó al trazado sureño. ¿O se olvidaron lo que era?

7) Las grandes batallas del TC 850

      ¿Será posible? siempre al final del año tenemos que llegar a la misma
      conclusión. Los minimizados y hasta despreciados -por algunos que la
      van de ultra actualizados y que hablan de Nascar, DTM , Top Race
      V6 pero nunca salieron del living con plasma de 80 pulgadas- "fititos"
      del TC 850 suelen dar un espectáculo muy superior, incluso al del po-
      deroso TPE 1600 con sus casi 40 máquinas en pista.

       ¿Y cómo lo hace? Ahh, son años, dice el pícaro de Fernando Schaf.
        Y es así, como dice el Presidente de la categoría. Si no fuiste, te la
        perdiste. Uno hace lo que puede para contársela, pero recuerden.,,

       El cronista solo tiene dos ojos, y lo del TC 850 es demasiado "grosso"
        para poder ser apreciado totalmente. Nos paramos, nos sacamos el
       sombrero y aplaudimos de pie. (Seguí mirando los óvalos, Negro, y no
        te marees).

8) El equipamiento de la Fiscalizadora de las pisteras provinciales

       No todos lo saben, porque no quieren pasar por intrusos, o vigilantes
       del error ajeno. Claro, es más fácil ser diplomático, preguntar, anotar en
       la libretita, y luego (obedientes) escribir lo justo y necesario.

      Para quienes no nos conformamos con mirar y transcribir lo que fulano o
      mengano dice, el avance que hizo la fiscalizadora (tecnológicamente ha-
      blando) fue enorme. Cámaras en ciertas curvas, veedores bien ubicados,
      un espectacular sistema de reproducción de videos de última generación
      con pantalla amplia, amén de las cámaras "on board" que ya habían adop-
      tado en el 2011 y el sistema de adquisición de datos  computerizado de
      origen holandés, que ya estaban prestando servicios, y las herramientas
      tecnicas (como en el caso del TC pista) forman un gran "pack" que ahorra
      tiempo, calma ansiedades y aplaca ánimos.

      Que permite aplicar las reglas en tiempo y forma. Que tiene más opciones
      amén del falible ojo humano, para impartir justicia.

      Falta bastante. Por ejemplo, sensores que detecten si una máquina largó an-
      tes, medidor de velocidad de calle de boxes (no siempre lo hubo) contador
     de segundos en descenso para el "pase y siga", etc. Pero se dió ese salto
      de calidad que reclamábamos."El garrote del cavernícola quedó atrás." Ya
      era hora.

9)  La vigencia de las categorías formativas

      Preferimos decirles así, formativas. No "zonales" que puede aparecer hasta
      despectivo, como si solo le importara a una "zona". Tanto el Karting entrerria-
     no como el Citroen Competición, la Copa Turismo 1400 Standard, C. E. 850,
     TC del Litoral, SP 1000 Diamantino  y hasta el Karting del Norte (Chajarí)
      logaraon cumplir con sus calendarios, a pesar de los inconvenientes que los
     afectara.

      Son la "cantera" que nutre a las categorías de rango provincial. Si el Karting
     nutre a éstas o directmanete a las principales y tuvo un año satisfactorio...
     ¿Cómo lo vamos a pasar por alto en esta lista?

      Ni siquiera el auge de las competencias "sin el aval" de la FAE logró empañar
      un 2012 brillante para todas ellas. Cada dirigencia debe estar haciendo su pro-
      pio balance, pero de todos modos estamos seguros que fue positivo. Unidos
      por la fuerza de la circunstancias, se potenciaron mutuamente, en más de un
      caso.

10)  El buen parque de la Fórmula Entrerriana

       Un promedio que casi rozó las 21 máquinas por fecha, es significativo, a pe-
       sar que ello no se traduzca -en la mayoría de los eventos- en buenos espectá-
       culos en pista. Repuntó  "la máxima", y pocos se dieron cuenta.

       Los vaivenes de la dirigencia, alternando errores con aciertos (sin que nos
       podamos erigir como jueces en algunos casos, como por ejemplo, la carrera
      que no se largó en Paraná) y un final que dio origen a una ola de suspicacias
      que flaco favor le hicieron a la imagen de la categoría, pasando por una insóli-
      ta exigencia de 23 máquinas en pista para hacer una doble jornada - el TC pis-
      ta lo hizo con 13 máquinas y nadie puso el grito en el cielo- en definitiva fueron
      solo nubarrones entre medio de un torneo que prometió mucho más de lo 
      que efectivamente dio.

      Tarea de la dirigencia, no desaprovechar el buen momento ¿Sabrán escuchar
      otras opiniones o dejarán escapar a la gallina de los huevos de oro?

      Linda pregunta. En la próxima entrada, veremos "lo peor" del año.

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