lunes, 4 de mayo de 2015

[Editorial] Usos y abusos del término "Jornada atípica"

De adivinos tenemos muy poco. Bastaba con fijarse el pronóstico
meteorológico, y anticiparse, fijando prioridades. No se trataba de
"salvar la fecha" como en el Rally, Se justificaba plenamente la
suspensión de actividades el día sábado, con la importante cantidad
de agua caida sobre el circuito. Hasta entonces, el enojo de los pilo-
tos pudo ser "disipado" por el sentido común.

  
             Un lindo solcito para alumbrar otra gran final del TC 850.



Somos cada vez menos, las provinciales (el seudónimo "4 Fantásticas
le está quedando grande) están en esa etapa que se suele denominar
-un poco en broma y otro poco en serio, como en los velorios-  de
" hay que capear el temporal" o como nos gusta definirla a nosotros
"época de vacas flacas" y por ende "hay que cuidar al rebaño". Mas
ayer en Concepción, se exageró.

A nuestro leal saber y entender, estaban dadas las condiciones para
hacer la jornada tal como estaba prevista, largando por ránking. Con
la tanda de entrenamiento, largada a primera hora (no a las 10 de la
mañana) ya bastaba. Habían transcurrido más de 12 horas desde la
caída de la última gota de lluvia. Es decir, tiempo para que el agua
drene, para que no haya una película de humedad que altere las
condiciones de la pista, hubo de sobra.

Sopló un viento respetable, que secó la pista. Aclaramos que no hici-
mos un recorrido cama por cama para ver el estado de las condiciones de
seguridad (todos recuerdan el vuelco de Tamay, que se "clavó" en una
de ellas) sólo la autoridad lo pudo hacer.

¿Qué había  pasado? Lo vamos a narrar desde el principio para que se
entienda. Ni bien arribados al Autódromo de Concepción del Uruguay,
nos encontramos con este panorama. El playón de boxes seco. La canale-
ta que atraviesa de lado a lado el mismo había cumplido su finalidad a
la perfección. El declive natural del terreno, obviamente que ayuda al
respecto.

En cambio, bajo las carpas, vapor. Mentes "calientes" por haber aguarda-
do todo el sábado, sin poder salir a girar.

- ¿Cuántas vueltas hicieron ayer?

- "NADA. Cero. No salimos."

- "Pero...¿Cómo..? ¿No había parado de llover acaso?

Si hacemos un esfuerzo e imaginamos el estado de las camas, el evidente
saldo negativo de una evaluación riesgo- beneficio, hasta ese momento
(sábado) se podría justificar la decisión de las autoridades.

El domingo, que amaneció nublado y muy fresco,  "invernal", las caras
largas se acentuaron cuando se recibió el nuevo cronograma de actividades
en la que se declaró "Jornada atípica", decidiendo hacer solamente clasifica-
ciones y finales, con una lógica tanda previa de entrenamientos.

Desde el punto de vista reglamentario, no se puede objetar la medida, pues
se encuadra perfectamente entre las atribuciones del Comisario Deportivo.

Ahora bien. Hay dos aspectos para reconsiderar. Uno, el estricto respeto a
los nuevos horarios, que alcanzaban a duras penas (por ejemplo) para que
los colegas de las emisoras radiales, con el espacio acotado por el Boca-
River, pudieran llevarles a sus oyentes las finales,

Pero no se los respetó. Se llamó a una nueva reunión -la tercera- de pilotos
"explicativa" que retrasó todo en unos 30 minutos, cuando se había arranca-
do "con lo justo" (a horario todavía) ¿Qué es lo que no se dijo en las reunio-
nes del sábado que no se haya dicho, tan importante como para justificar
esta nueva demora?

El resultado, muchos se fueron sin poder transmitir las finales de TC 850 y
la de TC Pista Entrerriano. Y por último (porque para algunos pareciera
ser que son "la última orejón del tarro") el respeto al soberano público.

Que fue realmente una cantidad decepcionante. Es lógico, al enterarse que
cada categoría solamente daría 20 vueltas, decidió quedarse en casa.

Dos, y he aquí el nudo gordiano de la cuestión, el gasto de los pilotos. La
bronca imposible de esconder, por el gasto que implica el traslado hacia
Concepción, que la mayoría de los equipos inicia el viernes a primera hora.

Recordemos, también , que se hicieron ese viernes, pruebas comunitarias.
Las mismas, son voluntarias, lo que no necesariamente significan que
sean gratuitas ni "por hobby".

Tenían una finalidad específica, el competir en Concepción, sin importar en
demasía la condición meteorológica. Veamos algunas de las frases escucha-
das y leidas.

"Tenemos tres autódromos, en perfectas condiciones para girar bajo lluvia o
con pista húmeda, se nos obliga a hacer un gasto muy grande en neumáticos
para lluvia ¿Porqué no podemos salir a probar en esas condiciones?"

"Somos la única categoría del país que no corre con pista mojada".

"Así están matando a las categorías provinciales. La gente que viene no se
esperaba esto, nosotros tampoco."

Por cierto, algunas voces -pocas- estaban mas a favor de la medida que en
contra.

"Por ahí, no sé...como vos sabrás, si se rompe mucho un auto es muy difí-
cil, te diría imposible, estar en la próxima"- nos decía un concurrente de TC
Pista, aclarando que su opinión era personal.

¿Entonces? Es hora de ir aprendiendo de los errores, Tener prevista esta situa-
ción y trazar alternativas de antemano, que prioricen la continuidad del espectá-
culo, dentro de las condiciones de pista adecuadas, las que (repetimos nuestra
opinión, a riesgo de cansar al lector) ayer estaban dadas, para que se cumpla
con las series y finales, tal como estaba previsto originalmente.

No había niebla, ni pista anegada. Funcionaba todo el aparato de seguridad,
no había emergencia, las ambulancias estaban disponibles. La provisión de
neumáticos ancorizados fue la adecuada.

Resulta que el Karting Entrerriano, en la que el piloto es parte de la carro-
cería, compite bajo lluvia cumpliendo a rajatabla con los horarios estipula-
dos...y el piloto aprende.

Aprende ¿Para qué? ¿Para que llegue a las categorías superiores y se los ten-
ga un día entero encerrado en las carpas, y cuando el clima mejora, se suspen-
de la jornada hasta el día siguiente?

No sabemos exactamente a qué intereses respondieron ayer las decisiones de
nuestros queridos y respetados Comisarios. De última, son apreciaciones
personales, y tanto ellos, como el que esto escribe, podrían estar equivoca-
dos.

En nuestro caso, por si no quedó bien en claro, lo que opinamos es que la
de ayer no fue una demostración de lo que el reglamento habilita a declarar
"Jornada atípica", sino una excepcional sucesión de desafortunadas medidas
que llevaron a practicar una demostración de cómo hacer de una jornada
en un autódromo con camas de tierra y "banquinas"colmadas de barro,
en "Jornada de incumplimiento de los plazos horarios estipulados."

Que no es lo mismo. Y por desgracia, en la letra muerta de los reglamentos,
no figura.


@AleSpizzirri




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