martes, 1 de diciembre de 2015

TC850 : Coronación "hitchcocktiano" en Concepción del Uruguay

Alfred "el maestro del suspenso" Hitchcock fue un director de series y
filmes muy recordado por los cinéfilos. De todos los finales posibles, el
británico parecía elegir el peor, el más ácido, el más imprevisto. Nunca lo
admitió, pero se proponía "atornillar" al espectador a la butaca o el sofá.
¡Y vaya si lo conseguía! Pues bien, algo parecido ocurrió el domingo, cuan-
do una vez más, al cabo de la extenuante jornada en "la Histórica" quedamos
con la rara sensación de haber visto la película equivocada.


Nadie escribió el guión, y este modesto escriba bien que podría intentarlo
(parafraseando una famosa cita de Oscar Wilde) El protagonista de esta
historia se llama Eliseo Jesús Contardi.

El hombre se había resignado.  Daba por perdido un título que estuvo ahí, a
un paso. Creía que había empatado con Ayrton Londero, el joven de Ramírez
que festejó bulliciosamente el logro. Regresaba a Viale cuando recibió una
llamada imprevista:

"Volvé que bajaron a uno en la Técnica y sós el campeón". Al principio segu-
ro habrá creído que se trataba de una broma de mal gusto. ¿A quién no llamó
la atención? Por lo general, los que resultan excluídos son el ganador o el
escolta. De haber sido "echado" el ganador, por ejemplo, Contardi perdía,
pero perdía por puntos, no por tener una victoria menos (3 contra 2) que Londe-
ro, como eran las cosas hasta luego de entregadas las copas en el podio.

Y se volvieron, para desatar su propia locura ¿Qué había pasado? Pues no pasó
la Técnica el tercero, Humberto Odiard. De modo que en vez de cuatro puntos,
Eliseo sumó seis (6º puesto) y esos dos puntos de más le valieron el cetro.

Terminaron arribando a las 22 a Viale, en donde lo esperaban para la tradicional
caravana. Contado así queda más romántico.

Pero como no se ajusta realmente a lo sucedido en la línea del tiempo del fin de
semana, tendremos que "regresar" a la crónica común y corriente.

Desde que bajó el Fiat 600 prácticamente, Santiago Colomá fue el neto domina-
dor en el Autódromo de Concepción del Uruguay. Las pruebas de clasificación
del sábado fueron del paranaense, con 1' 07" 366 a 130, 392 Km/h . Lo siguió
a solamente 128 Contardi, y a 216 su gran rival Ayrton Londero.

Las chances de Colomá eran solamente ésas. Ganar todo, porque la pelea por
la corona ya estaba perdida desde la anterior en Paraná. Hizo todo lo posible,
ganando la máxima cantidad de los puntos en disputa.

Rodrigo Miraglio, llamado a ser  "el guardaespaldas" de Londero en el equipo
de Ramiro Silva, quedó cuarto a 227. Hubo 13 autos en un segundo, entrando
entre ellos Esteban Benítez y Juan Alliaud. Los chicos crecen, como decía el
inolvidable Luis Sandrini.

El décimo lugar de Luciano Sendrós nos habría alguna puerta hacia la esperan-
za, que lamentablemente se cerró por completo en domingo. Ni eso.

De las series salieron dos firmes candidatos, si bien el trámite de las mismas
fue apasionante e incierto, como cada vez que se corrió en ese escenario.

En la primera, Santiago Colomá no la pasó tan bien. En la partida, se acomodó
Londero como escolta "estampilla"(pegado a la cola) en tanto Odiard les seguía
el tren y Ramiro Albisu, impaciente, se la jugaba por afuera. Un grupito de cua-
tro adelante.

El paranaense se despegó un tanto en la segunda vuelta, cuando Albisu hizo me-
jor la curva 1 y quedó segundo. La disputa sobre quién le ponía cascabel al gato
benefició a Colomá.

Parece que a Londero no le gustó nada, porque reaccionó. Recuperó el segundo lu-
gar y acortó la distancia con Santiago, en la tercera ronda. Doblaron a la par la 1
en la cuarta pasada, casi se montó en el piano exterior Londero, tuvo que corregir.
Ahí aprovechó Albisu para volver al segundo lugar. Odiard, al acecho.

Recuperó el ramirense el segundo lugar transitando por afuera, y cuando regresan
a nuestra vista en la recta opuesta finalizando el curvón interno, Odiard es el ter-
cero, Iván Srebernich cuarto. Albisu no aparecía.

Cuando bajaron la bandera a cuadros, en el otro extremo de la recta principal, el
ganador fue Colomá por apenas 136 milésimas. Perdía un punto de oro aquí
Londero, pero no lo sabía. Iván Srebernich a 365 fue el tercero (En pista entró a
178 Odiard). El cuarto puesto de Juan Alliaud, patrón del segundo pelotón, fue
el detalle que pasó inadvertido. Quinto Patricio Lambert, y sexto - a marcha len-
ta- Ramiro Albisu. Mendiburo perdió un giro. Oberti y Fusaro desertaron.

El festejo que vimos, el que no fue. Y el podio con un convidado: Tito Odiard
debió caminar unos metros para darle el trofeo a su paisano Demarlengue.


Estaba servida en bandeja la oportunidad de rebanarle un punto a su rival, para
Contardi en la segunda serie. Pese a la agradable brisa, el calor se hacía sentir
en el mediodía uruguayense. De no existir esa brisa, la sensación térmica hubie-
se sido elevada. Eran las 11 y 17 del domingo.

En la última batería del año, Contardi largó bien. Rodrigo Miraglio comenzó
siendo superado por Oscar Coffy, y en la primera pasada, otros dos se pusie-
ron a la par del amarillito nro. 56.

Por adentro, Degeneve, con Demarlengue a la expectativa. Por afuera, Benítez.
Fue algo muy agradable verlo al "Tecla" peleando con gente que lo triplica en
edad y experiencia. Sendrós y Demarlengue se las tuvieron que ver con el ex
kartista.

En la punta se formó el trencito Contardi- Coffy-Miraglio. El vialense resistía
a capa y espada a sus dos acosadores. Ciertas curvas las hacían de a tres. A to-
do esto (cuarta vuelta) Cisneros quería ser parte de la fiesta. dejando atrás a
Benítez, que a su vez tenía la presión de Demarlengue y Sendros. Bien por el
juvenil colonense que en esa "resistencia" marcó el RV.

Y en la última vuelta, en ese "jugarse el todo por el todo" tenía que haber un
perdedor, y éste fue Miraglio. Ganó Contardi, seguido de Coffy y Cisneros.
Cuarto "Tecla" Benítez en su mejor labor desde que ingresó a esta difícil cate-
goría, quinto Demarlengue y sexto Miraglio, ganándole la pulseada a Sendros.

"La categoría de los autos pequeños pero de grandes espectáculos" cerró el
2015 con otra atractiva final, aunque sin la intensidad de fechas pasadas. Es
probable que el bajo número de participantes (19) haya guardado relación.

Colomá fue en busca de su objetivo. Le costó tanto arribar a su primera victo-
ria que seguramente le habrá dejado como lección, que cuando se cuenta con
la máquina adecuada, hay que ganar, o es un fracaso. Esta vez no falló.

No hubo nada raro en la largada y Santi se fue al frente, como era previsible.
Encabezó la primera pasada, cuando están todos muy juntos, en especial los
cuatro de adelante, a los que Oscar Coffy los miraba desde muy cerca, ape-
nas unos dos o tres metros. Esto puede dar una idea de lo parejo.

En la segunda vuelta el orden era Colomá, Londero, Odiard, Cisneros, Co-
ffy. En la tercera Odiard quedó delante de Londero, que era atacado por
Cisneros, el que se despedía del "1".

Ciertamente, esta final no lo tuvo a Contardi entre sus líderes. El segundo
pelotón tenía por momentos seis integrantes y en ciertos pasajes era un
puñado multicolor (como en la zona de frenado de la anteúltima curva) cu-
yo liderazgo y composición variaba permanentemente. Esteban Benítez era
uno de ellos, mano a mano con el futuro campeón.

Haciendo tomo muy finito, Ale Cisneros logró separarse de este feroz pelo-
tón en la vuelta 5. Luciano Sendrós ya no estaba entre ellos.

Esteban "Tecla" Benítez le dio a su equipo y a su familia una merecida alegría.


"A ésta película ya la vimos" Arremetía Oscar Demarlengue por la parte inter-
na de la recta principal en la misma vuelta, apenas medio centenar de metros
detrás de Cisneros, Por afuera -radio ideal- hacía lo propio Contardi, que fue
el nuevo líder de ese inestable grupo que peleaba por el sexto puesto.

Tras la frustada intentona de dos vueltas antes, Londero se aproximaba otra
vez a Colomá  y Odiard. El intento de escaparse quedó en eso. Pasa al ataque
inmediatamente el ramirense,intentando llegar antes a la curva 1. Este lance
fracasó.

En la séptima vuelta quedó segundo Londero. Colomá le cierra todos los hue-
cos a Ayrton, en ciertos lugares lo cruza sin asco con tal que no lo supere.
Odiard se mantenía tercero a la expectativa.

El pelotón tenía novedades. Demarlengue al fin pudo quebrar la resistencia
de Benítez. Reaccionó Contardi en la octava vuelta y quedó a la cabeza de es-
te "racimo" de Fiat 600 que se separaba en las curvas y se acercaba en las
rectas. Benítez había elegido ir bien por afuera, es decir contra el paredón de
boxes, lo que no parece ser beneficioso en Concepción.

Hay que destacar que Demarlengue y cía. terminaron "absorviendo" nuevamen-
te a Cisneros, cuyo intento de llegarle al trío de punta evidentemente no tuvo
final feliz.

Benítez también lo dejó atrás en la novena, y detrás de Cisneros, Contardi.
Las miradas de asombro eran para Albisu, que estaba cada vez más cerca de su
"compañero" (comparten motorista) luego de haber largado anteúltimo. En es-
te giro observamos la lucida maniobra de Eliseo, que aprovechó la disputa en-
tre el veterano de San José y el juvenil de Colón, para superarlos a los dos en
la recta opuesta.

Como nunca había perdido el ritmo de ese pelotón-show, Cisneros se acercó
mucho, con intenciones de tirársele a Benítez. Sin embargo, otro de los que
venía entre ellos "despertó" (justo a tiempo) para agregarse a la porfía. Era el
amarillo de Rodrigo Miraglio, hasta ese momento sin presentarle lucha a
Contardi.

De modo que el orden era ahora Colomá, Londero, Odiard, Demarlengue,
Miraglio, Contardi, Benítez,  Albisu, Coffy (ya no formaba parte del pelo-
tón) Degeneve, Cisneros, Alliaud y los rezagados.

En la undécima vuelta el torneo cambió de color. Londero superó en la recta
opuesta a Colomá en exigida maniobra, muy fina, a todo o nada. Después de
haber estado a la cola ocho vueltas, al fin se le dio.

No le duró demasiado porque Santiago conocía bien en que parte del trazado
estaba el punto fuerte de su medio. En la decimotercera ya estaba otra vez
liderando el Fiat esmeraldino. No había con que darle.

No se dio por vencido Londero e intentó la clásica "filtración" por el lado de
la cuerda en la recta principal. Llegan juntos a la zona de los carteles que avi-
san que hay que frenar y el último en soltar el acelerador es el ex kartista.

Cansado de verlos de cerca como intercambiaban el primer lugar, Odiard se
metió a probar si también podía pasar él. Se "chupó" a la cola de Londero,
sin que las posiciones varíen.

Detrás, Demarlengue, Albisu y Miraglio tenían su propia batalla. Contardi
seguía manejando cautelosamente, dentro del lote pero sin arriesgar. Tenía
que llegar, y le habrá costado más que ganar en Paraná bajo la lluvia.

Suelen decir los pilotos que la última vuelta es eterna. Ésta fue la última
del año, sin novedades adelante, pese al acoso de Londero, y sus espectacu-
lares frenadas bloqueando, en desesperados intentos de poner nervioso a
Colomá.

El pelotón sí tenía novedades, gran final de Miraglio, conteniendo como
si fuese un muro la reacción de Contardi, que seguramente creía que Londero
había ganado (como nosotros desde el otro lado de la recta principal) pero
fueron 331 milésimas las que los separaron, a favor del hijo del recordado
piloto de la década del 90.

Eliseo, el campeón. Chasista: Javier Grinóvero. Motorista: Juan Milone.



Oscar Coffy se bancó el acoso de Rubén Degeneve (noveno a la hora del
banderazo, luego 8º) y más atrás tres representantes de la nueva generación,
Esteban Benítez, Juan Martín Alliaud y Patricio Lambert. Los tres, como
Londero, provenientes del Karting.

Iván Srebernich muy cerca del "Pato", Jorge Lambert (14º) sacándole las
mañas a un chasis nuevo, Mariano Mendiburo recuperándose de una mala
racha y José Luis Oberti, sin perder la vuelta en su segunda "excursión"
fuera de Paraná, que es donde se suele presentar con continuidad.

No pudo terminar Alejandro Cisneros, quedó 17º con un giro menos, resul-
tado que sintetiza el año de contrastes que tuvo. Solamente hubo dos aban-
donos. Fernando Fusaro (10v ) y Luciano Sendros, como ya comentáramos,
que solamente pudo completar cinco.

Recién en la última fecha "aflojó" en presencias el TC 850, que traía un muy
buen promedio, inclusive en algunas fechas presentó más unidades que el
TPE 1600.

El restantes fragmentos de esta historia quedarán encerrados asustados en los
corazones de quienes estuvieron en el playón, antes de ingresar a verificacio-
nes. Las lágrimas de los mecánicos, el abrazo con Ramiro Silva, con su
madre, la aparente inexpresividad de Ayrton - que sabemos lo emocionado
que estaba aunque no lo demuestre- los festejos con papelitos, bengala, la
espuma en aerosol, el podio, los aplausos, la copa del segundo lugar...

El rostro sereno y alegre de los dirigentes dentro del galpón, mientras se
desarrollaban las mediciones, verificaciones y pesajes. Las altas copas para
los campeones, aguardando sobre una mesada.

Lo último que vimos antes de retirarnos (como Contardi) de regreso a
nuestra casa. Prender la compu de nuevo y enterarse de lo que ocurrió...

Un golpe de escena digno de Sir Alfred, ese gordito que a veces nos dejaba
con rabia o una rara sensación de  "no haber entendido la película". Y rebobi-
nar - los chicos de ahora no entienden nada de videos en VHS- volver a ver
la película para tratar de entender.

Con esta nota pasa lo mismo ¿No se entendió? Regrese al primer párrafo y
léala de nuevo "¡Buenas noches!" Como decía Hitchcock antes que le apaguen
la luz frontal de la cámara y solamente quedara el perfil regordete del director
contra un frente blanco. Inconfundible.


@AleSpizzirri






















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