martes, 10 de julio de 2018

TP 1400: ¡Al fin Alejandro Pellegrini!

El domingo amaneció fresquito, nublado y con amenaza de lluvia. No cayó
ni una gota, afortunadamente, pero la baja sensación térmica hizo estragos
entre los pocos aficionados "de fierro" que estuvieron en el predio del Par-
que Autódromo "Ciudad de Concordia" haciéndoles el aguante a los del
Turismo Pista 1400 y del karting zonal. El final feliz alegró a todos, pues
se hizo justicia y tras varios amagues, Alejandro "Momia" Pellegrini logró
la victoria que tantas veces se le escapara de las manos.


Fue lo más rescatable de una de las fechas con menos concurrencia de la
historia de la categoría, que tuvo muchos otros pequeños puntos para ir
destacando (los iremos citando en el transcurso de la crónica) empezando
por el coraje de la dirigencia, que si bien no contó con Claudio Saloj en esta
ocasión -ausente con aviso- decidió sacar la fecha a toda costa, teniendo
en cuenta el atraso que lleva el calendario, siendo esta apenas la cuarta fecha
del año.

Otro acierto fue la contratación de la empresa que realiza el cronometraje, es
decir todo el proceso desde la adquisición de datos hasta la entrega de las
planillas a los pilotos, concurrentes y a la prensa. Tras tres intentos fallidos,
esta vez se dio en la tecla.

Con la misma sensación de "frío polar" habían girado el día anterior, sábado,
cuando el más rápido fuera Gastón Dubois con el Chevrolet Celta. En la
primera salida dominical, salieron exactamente los mismos ocho autos que el
día anterior. Este bajón tiene muchos atenuantes. Se retiraron muchos pilotos.
Lound el año anterior, Orellana dijo adiós en la segunda fecha y en esta avisó
Walter Giovenale que por este año su campaña deportiva está concluida. Se
terminó y no hay vuelta atrás.

Pilotos como Roncaglione, Rodríguez y Chiraulo están también retirados por
el momento y Daniel Peliquero no pudo completar el presupuesto para esta
fecha. Tampoco confirmó si estará en la próxima.

No busquemos más vueltas al asunto. Concordia está en crisis con sus locales
comerciales que cierran o se renuevan para sobrevivir, despidiendo personal.
La situación económica es incierta y el automovilismo amateur no puede ser
una isla próspera dentro de un mar paupérrimo.

Toca entonces apoyar a estos ocho intrépidos que se animaron a estar, como el
caso de Ricardo Brugada, que recuperó en un mes el chasis que había quedado
muy maltrecho. Y con aspecto de "pajarito remendado" el Fiat Uno se presentó
a dar batalla. Esta pasión se ve diferente desde el alambrado para afuera, y des-
de el patio de boxes (adentro) donde se aprecia el trabajo de cada equipo.

Está atravesando por un momento muy delicado el TP 1400. El vuelco de "Calo"
Garnier le restó otra unidad. Se lo extraña a Gustavo Bonnin y su Duna rojo. No
es que neguemos la realidad. En fin...es hora de apoyar, de dar una mano a la
categoría como quien se arremanga para atender a un convaleciente, sin pensar
en la razón por la cual llegó a ese estado.

Decíamos entonces, para las pruebas de clasificación, pusieron todos los neumáti-
cos nuevos y volvió a prevalecer Dubois, pero con Alejandro Pellegrini muy cer-
ca. Para muchos inesperadamente, Gustavo Francois colocaba el Celta ex Sebas-
tián Di Bella a poco más de cuatro décimas del mejor tiempo.

No para nosotros, y lo explicamos con las palabras del propio Gustavo:

     "Nos llevó un tiempito ponerlo en reglamento del 1400 al
      chasis, pero es un auto ganador. (Di Bella) lo usó para ganar 
      en Concepción del Uruguay y cuando nos enteramos que lo
      lo tenía en venta, lo compramos. Sí, es cierto que va muy
      bien, pero todavía tenemos que mejorar algunas cosas.
      Vamos a trabajar para eso"





La serie comenzó a inclinar el fiel de la balanza hacia Pellegrini. Como si fuese
un calco de otras oportunidades, el Fiat Uno azul se hizo de la punta en la
primera vuelta, pasando delante de Dubois, Francois y Roude. También una
postal varias veces vista, que por lo tanto ya no asombra, fue ver pasar retrasa-
do a Javier Huerta.

El segundo trencito era un  trío: Brugada, D'Acosta y Prelat. "Calcadas" las
primeras tres vueltas, recién en la cuarta hubo una variante, cuando Héctor
Prelat se puso sexto, dejando atrás al sanducero.

El sol jugaba con aparecer y desaparecer entre las nubes, con un curioso efecto
de iluminar solamente a ciertos sectores del autódromo. El morbo que generaba
tal vez era superior al nivel de emociones que transmitían desde la pista los ocho
gladiadores.

En la quinta pasada, Pellegrini tenía una ventaja tranquilizadora. Gran parte de
ella la sacaba (décima por décima) haciendo el curvón con solidez, denotando
un chasis impecable.

El que pasó a marcha lenta, en tres cilindros, fue Huerta. Venía descontando el
piloto del equipo Pierini, hasta que este percance lo hizo circular de este modo
exasperante, en el que encantó a los espectadores con su vergüenza deportiva
para hacer toda una vuelta en ese estado.

El gran golpe de escena de la serie fueron los últimos kilómetros, en el que
Gastón perdió posiciones, la última de las cuales cedió en la bajada de la
recta opuesta, como si tuviese un inconveniente mecánico.

Ganador Pellegrini, segundo Francois, tercero Fernando Roude, cuarto Dubois,
quinto Ricardo Brugada, sexto Héctor Prelat, séptimo Renzo D'Acosta y octavo
Javier Huerta.

La final pasó a tener otro candidato. Era Alejandro Pellegrini  el favorito, el
que tenía todas las fichas a ganador. El de Colonia Mabragaña, largando cuarto,
tenía que hacer muy bien las cosas si quería arrimarse al ganador de la serie,
porque era de esperar que en la primera vuelta intentase tomar distancia.

Y así fue. Pero de manera exagerada. Se le facilitaron enormemente las cosas
al "Momia" porque Dubois y Roude tuvieron una pésima primera vuelta. Los
dos se retrasaron cuando tenían máquina para estar en el podio.

Así es que Francois era el cómodo escolta, seguido por Huerta. Más atrás el
trío de la serie que se volvió a juntar: Brugada, Prelat y D'Acosta.

Hacia la tercera ronda, cuando Francois parecía reducir la ventaja que le
había sacado el líder (más ilusión óptica que otra cosa) Héctor Prelat se
mandaba por adentro en el curvón para dar su primer "relincho"...

Excelente el "veterinario volador" en la remontada, haciendo rendir "a full" al
Fiat Uno que le entrega el clan Martínez.

Mas para la cuarta ronda la ventaja (no muy grande, algo así como medio
segundo) que Pellegrini tenía sobre el Celta de Francois se mantenía. Prelat
se había despegado levemente del resto del trío (Brugada- D'Acosta) ¡y cada
vuelta estaba más cerca de ellos Dubois!

Lo que se dice "la bisagra" de la final, que definió todo a favor de Pellegrini,
ocurrió en la quinta vuelta. Huerta lo había alcanzado a Francois, seguramente
acicateado al ver que se agigantaba la figura del Fiat de Prelat en los espejos.

Creyó que la tenía Javier, frenando de menos en la zona de "la bota" en la
que tocó de atrás al Celta de Francois, maniobra en la que perdieron mucho
terreno los dos. Prelat se encontró de repente con la oportunidad de subir al
podio, solo tenía que descontarle la diferencia al Celta azul (lo que hizo) y
luego intentar el sobrepaso...

El orden del trío de atrás también se modificó. D'Acosta dio cuenta de Bruga-
da, y Dubois aprovechó para despojar a Ricky del sexto lugar. Sin embargo,
a esta altura de la final (vuelta 6) la suerte del puntero del certamen estaba
sellada. Los punteros estaban muy lejos.

El podio, puntual a las 17 como se lo anunció. Gastón Dubois con su simpático vástago. Francois, Pellegrini y Huerta en
los tres escalones, y Renzo D'Acosta (4º) completando el quinteto que recibe trofeos. Así cerró la cuarta fecha.






Como consecuencia de todo esto, Pellegrini tomó una ventaja considerable,
que solamente debía administrar hasta el final. Visualmente, era casi toda
la recta opuesta de la principal de ventaja, la medida que solemos usar para
ilustrar a nuestros lectores.

Una gran tarea, la mejor que le vimos a Prelat en mucho tiempo fue tomando
forma en la vuelta 7, cuando quedó a la cola del Celta de Francois. Había
descontado muchísimo, en tanto que Renzo intentó seguir desde cerca al
Fiat Uno rojo.

En la octava ronda, Francois parecía tener controlado a Prelat, que no podía
armar ningún sobrepaso, ya que era anticipado siempre. En los colistas, Roude
al fin le había llegado al solitario "sobreviviente" de aquel trío de las primeras
vueltas, Ricky Brugada.

No es lo mismo situarse cerca que encontrar el hueco para la maniobra. Antes
de cerrar la novena vuenta, Prelat se le tiró a Francois en la recta opuesta,
aunque no llegó a la zona de frenado a la par del Celta como pretendía.

Se dijo que sufrió un problema con la distribuición, lo cierto es que el Fiat Uno
se cruzó y entró en trompo, pasando de largo limpito antes de que Gustavo
comenzara a doblar (el "presi" sabe como usar los espejos) para completar con
el impulso el noveno paso y depositarse en el césped, a paso de tortuga.

Este fue el mejor momento de D'Acosta, que parecía venirse con mejor ritmo
que el de Francois. Sin embargo, en el siguiente giro quedaría claro que la
diferencia se iba a mantener. Al mismo tiempo, pero en la última curva, Ricky
Brugada recuperaba la sexta colocación entrando exigido por adentro en la
última curva. Roude lo había anticipado por un corto trecho.

El detalle a observar es que en ese momento se levantaban las banderas
amarillas, porque no se sabía con certeza si Prelat iba a seguir en pista o se
iba a detener, ya que dobló por afuera y cruzó toda la cinta asfáltica antes
de tirarse al pasto. Daba la impresión que intentaba vanamente poner en mar-
cha al motor.

Con Pellegrini "en la suya" y Huerta separado de Francois, que a su vez
tenía bajo control al repunte de D'Acosta, apenas si quedó para anotar la
zigzagueante frenada de Roude, cuando Brugada frenó un poco antes de
lo previsto y el del Fiat lila hizo lo imposible por no tocarlo de atrás.¡Muy
bien, Fernando!

Así es que le mostraron el cartel de última vuelta a Pellegrini, que siguió
muy sólido rumbo a su primer triunfo de la temporada. Huerta, con la
parte del frente que correspondería al faro izquierdo muy dañando, recibió
la bandera a cuadros en el segundo lugar. Francois mantuvo el tercero, a
menos de un segundo delante de su compañero de equipo.

Posteriormente arribó Dubois como "eslabón perdido" y casi doce segun-
dos más tarde lo hicieron Brugada y Roude en ese orden, como si estuviesen
unidos por un invisible hilo.

Casualidad o no, cuando le bajaron la bandera a Pellegrini, apareció al fin
el sol con toda su magnitud, por primera vez en el día. Duró poco, lo
suficiente como para decir que "para Alejandro salió el sol".

Porque los que lo conocemos sabemos de su humildad, de su paciencia. Por
una u otra razón, siempre recibía sanciones o era el único que experimentaba
algún problema mecánico. Varias fechas punteando o haciendo el mejor
registro, pero la victoria se le negaba a este muchacho que si bien no es de
meter mucha mano en los fierros, siempre que su profesión se lo permita está
en el taller del barrio Juan XXIII acompañando y cebando mates a Fernando,
Facundo y Nicolás Pierini, los hacedores de ese Fiat Uno que el domingo fue
contundente.

El torneo sigue siendo encabezado por Dubois, seguido por Francois y
D'Acosta dos de los tres pilotos del FB Competición. Alejandro ha ascendido
a la cuarta colocación. Y el torneo 2018, insistimos, recién va por la cuarta
etapa.


CLASIFICADOR FINAL -TURISMO PISTA 1400 -CUARTA FECHA-  CONCORDIA
Circuito de 3.080 metros -    12 vueltas -           Distancia: 36, 960 km    
Domingo 08 julio 2018

1º   Alejandro Pellegrini        Fiat Uno/Concordia               18' 00" 219
2º   Gustavo Francois         Ch. Celta/ Concordia               a     6" 603
3º   Javier Huerta                 Fiat Uno/Concordia                a     6" 812
4º   Renzo D'Acosta            Fiat Uno/Paysandú (Urug.)     a     7" 012
5º   Gastón Dubois        Ch. Celta/Col. Mabragaña            a   12" 416
6º   Ricardo Brugada             Fiat Uno/Concordia               a  24" 306
7º   Fernando Roude             Fiat Uno/Concordia               a  24" 740
8º   Héctor Prelat                   Fiat Uno/ Concordia            a 3 vueltas


Récord de vuelta: Huerta, 1' 28" 892 a 129, 595 Km/h

Nota: Auto nro. 5 (Huerta) penalizado con una posición por toque al
auto nro. 15 (Francois)

@AleSpizzirri






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