miércoles, 13 de septiembre de 2017

TC Pista: La paridad llegó para quedarse

Enderezó el rumbo justo a tiempo. Nunca es tarde para admitir que se cometió
un error, y hoy la dirigencia del TC Pista Entrerriano puede estar tranquila,
porque con las medidas adoptadas oportunamente, se acabaron las excusas
que tenían como eje al reglamento. La doble jornada "habló" por sí sola: una
victoria para la marca del moño el sábado 2 (Juan Pablo Gallo) y una para la
marca del óvalo el domingo 3 (Sebastián Carboni).

                   Se cumplió lo que dice la Biblia: el último en arribar a la grilla fue el primero. Sebastián Carboni se dirige al cajón 3.
                   En primer plano el Ford de Eduardo Urcola, y a la derecha, parte del Chevrolet de Juan P. Gallo.



Además, luego de más de una década volvió a contar con las cuatro marcas
emblemáticas de esta categoría, con el retorno de Jorge Solia (oriundo de
Hernandarias) con una Dodge hecha en María Grande por el equipo de
Mariano Moine. La hermosa cupé lleva motorización Ford tal como permite
el reglamento.

Toda la expectativa generada por "la doble" comenzó a repartir dividendos
el sábado, con la grilla más nutrida del año, a pesar de no haberse concretado
un retorno, promesa de la que nadie se acordó porque estaba presente después
de 14 años el citado Solia; y el gualeguaychuense Cristian Zanandrea, al mando
del Chevrolet 400 de Alejandro Blanc (el mismo que condujera Martín Fiorotto
en Concordia) hizo su debut.

Como contrapartida, se ausentó la Chevy del GB Competición, la máquina que
Carlos Canzonetta llevara al subcampeonato 2016. En buen romance, significa
que no estuvo Luly Ponte.

Tal como se esperaba, Juan P. Gallo dominó el ensayo, la clasificación y la
final del sábado, disputada a doce giros. Empleó catorce minutos y 51,653
segundos, sacándole tres segundos y fracción a Eduardo Urcola, que llegó
apremiado por Juan Pablo Main. Cuarto fue Roberto, el hermano del que hizo
podio. Quinto Hipólito Roullier a más de medio minuto. Jorge Solia perdió un
giro pero logró "redebutar" con un sexto puesto, por delante de Raimundo Patat
con el Torino.

Esta primera final tuvo la habitual racha de abandonos. Mariano Moine no logró
completar ni un giro. Sebastián Almada se retiró habiendo cumplido apenas una,
su tocayo Carboni lo hizo una vuelta más tarde. Gabriel Maiztegui desertó con
cinco giros cumplidos, y un instante más tarde hacía lo propio Cristian Zanandrea.

Siete de los doce giros fueron entonces, con seis autos en pista. Lo mejor vendría
después. Nadie se resignó y para la mañana siguiente los doce autos estaban lis-
tos para la "Final Clasificatoria". El trabajo es el mayor capital que puede exhibir
la categoría este año.

No fue necesario alistar los neumáticos ancorizados, esta vez. La curiosa niebla
con que había amanecido Paraná se disipó rápidamente. Como vemos en la foto
de portada, el clima no se había definido todavía al largarse la "Clasificatoria".

Empezaron mal las cosas para "Puchero" Urcola, que no reaccionó a la orden de
largada y fue superado por varios. Juan Pablo Gallo fue bien al frente, con la
única compañía de Seba Carboni, a prudente distancia.

El cuarto lugar en el que circuló Sebastián Almada fue lo más trascendente
de la primera vuelta, hasta que pasó tercero apenas iniciada la segunda. A
remolque, traían al Ford de Roberto Main, sin interrumpir el espectáculo que es
lo que siempre queremos que suceda (el remolque, obvio).

En la tercera vuelta quedó definido el marcador, con el siguiente orden: Gallo,
Carboni, Almada, Juan P. Main, Roullier, Zanandrea, Maiztegui, Moine y Solia.

La buena remontada de Moine en los tres últimos giros fue lo único que hizo
variar ese orden. Superó a Maiztegui en la cuarta vuelta y se aproximó a Juampi
Main y Roullier que seguían circulando juntos "para confundir a los relatores
radiales" (todos autos amarillos) por lo que Moine era algo así como en abejorro
dentro de un enjambre.

Aquí se pone de manifiesto el principal déficit de la categoría, lo poco atractivo
de sus diseños. Algunos, de tres o cuatro colores, parecen el auto del "pajarito
remendado" de la fábula. A esto lo decimos comparando con otras categorías

(no Top Race ni TC 2000).

Seis puntos más para Gallo, que siguió subiendo horas más tarde en el campeona-
to, aunque sorpresivamente no fue el ganador.

En efecto, Sebastián Carboni salió convencido que tenía el arma para ir a buscarlo
a Juan P. Gallo en la final.

Motivado como nunca, no tardó en hacerse de la punta. Otro que salió a todo o
nada fue Moine, que en los primeros kilómetros salio a atacar a J.P. Main, en
los que se repitió el trencito de autos amarillos, apreciándose un arriesgado
"zig zag" en la recta principal protagonizado por los de María Grande. El
"entreverado" fue esta vez Urcola, amén de Almada que era quien lideraba
el trío, o cuarteto si incluímos a Roullier, tempranamente dejado a trás por
el líder del campeonato.

Como decíamos, Carboni salió "a clasificar" porque sabía que Gallo se le iba
a venir. Le llevó apenas tres cuartos de giro al de Baradero deshacerse de J.P.
Main e por el de Larroque. Hasta allí duró la leve escapada de Carboni.

El resultado fue que en la tercera, los dos primeros se estaban alejando del resto,
haciendo "rancho aparte" como para dejar bien sentado que la carrera iba a
ser para uno de los dos.

Más atrás, el desfile seguía con
J. P. Main, Almada, Moine, Urcola que los perseguía, Roullier como eslabón
antes de Maiztegui y R. Main, cerrando Patat y Solia, ya algo retrasados.

Diez máquinas nada más, porque Cristian Zanandrea había roto la trompa en
un roce en la primera pasada por el retome. El implemento aerodinámico se
levantó y le quitó toda visual al piloto de Pueblo Belgrano, obligándole a
desertar. El Chevrolet 400 de Cristian tuvo problemas en la largada, como
se puede apreciar en el micro video.

Tres vueltas y fracción duró la ilusión de Juampi de repetir el podio del día
anterior. El Falcon perdió velocidad y fue superado con facilidad en la recta
¿No le entró un cambio? Lo cierto es que el trencito lo superó, Almada...
Moine...Urcola, pasaron al mariagrandense

Dos que atacaban en la cuarta ronda. Gallo a Carboni y Moine a Almada. En
el fondo, Solia se acercaba a Patat.

Al de Hernandarias, con la esbelta Dodge, le costaría muchísimo, vueltas más
tarde, dejar atrás, al otro "híbrido" de la categoría, el Torino con motor
Chevrolet.

Iban siete giros, la diferencia entre los dos punteros -siempre Gallo adelante-
era, visualmente, de casi toda la recta principal al tercero Urcola-

Interesante el ritmo de Almada, hasta entonces, pero no pudo aguantar. En la
curva 2 se la juega por adentro Moine y lo deja cuarto. Más expeditivo,
"Puchero" Urcola lo deja quinto en el "chupete".

Juan P. Main, el cuarto integrante de lo que por un par de giros fue un cuarteto,
hizo lo propio en la "plana", quedando sexto Almada al llegar al frenaje de la
recta opuesta.

            Bellísima la Dodge de Jorge Solia, el chasis nuevo que el TCPE esperaba con los brazos abiertos.



Siempre con Gallo persiguiendo a Carboni, el tan esperado sorpaso se daría en
un lugar "imposible": el frenaje de entrada a la "ese" previa a la corta recta que
lleva a la "Olla".

Esa fue la primera de las dos maniobras que salvaron la final. Gallo frenó por
afuera, estirando todo lo que pudo y entrando con lo justo, justo. Milimétrica
maniobra que solo se atreven a hacer los que saben.

La final volvió a tomar color rojo, como las dos anteriores y la inmediata
anterior "clasificatoria". Lo que se salió de los cálculos fue la insistente
persecución del larroquense de ahí en más.

De inmediato, Moine cede con Urcola, que accede de esta manera a la tercera
colocación. Otro podio para el que está corriendo "con la cabeza puesta" en
el campeonato.

Almada acusó recibo, y recuperó la quinta colocación para la sexta vuelta, en la
que Urcola comenzó a alejarse poco a poco de Moine (4º).

Las miradas estaban centradas, por supuesto, en la pelea por la punta, ya que en
algunos sectores Carboni se acercaba al Chevrolet 400 rojo del puntero, quedan-
do pegadito a la cola. Pero -aparentemente- sin resto como para superarlo en las
rectas.

¡Se formaron las parejas! hubiese dicho un recordado conductor de un programa
de TV. Gallo-Carboni, Urcola no todavía del todo alejado de Moine (llegó a
bloquear para que no se le escape) y Almada-Juampi Main. Este último, muy
insistente. También atrás, Patat-Solia.

Se alteró el orden, producto de un intento fallido de J. P. Main, que terminó
enroscándose en la curva 2, el retome. Almada pudo dominar el Chevrolet, y
tras breve incursión por el pasto, retomó el ritmo de carrera sin perder la
posición. Dicho en la jerga de los fierreros: "Casi se lo traga en el frenaje".

Juampi no. Quedó detrás de Maiztegui, y vuelta a empezar. En la punta, era
impresionante lo parejo que iban los motores bonaerenses. De los hermanos
Lucci (Gallo) y del platense Napano (Carboni) que pocos imaginaban que llega-
ría a su primer éxito en el TC Pista Entrerriano.

En una oportunidad llegaron a doblar juntos en la "ese" pero Gallo siempre
por la cuerda, dominando la situación. Los nervios consumían a los espectado-
res que se preguntaban "¿Qué pasa que no logra escaparse?" Nada mejor para
una carrera de (símiles) TC que una lidia Ford vs. Chevrolet.

Así fueron transcurriendo las vueltas, ocho, nueve... el Ford atacando por todos
lados. Evidentemente, Sebastián estaba en "modo ganador" esta vez, y no quería
perderse la oportunidad.

Entretanto, Roullier giraba solitario, Roberto Main podía con Maiztegui, y
Solia se alejó de Patat ni bien lo superó, ya que en esta final el Torino tampoco
pudo escapar de la pequeña fallita que lo persigue, sonando mucho más ronco
por momentos.

Se acercaban los punteros para restarle una vuelta. Con casi una decena de
vueltas cumplidas, el cansancio hizo cometer distracciones. Roberto Main se
fue de largo y regresó deseperado, sin que Maiztegui se tomara desquite. Lo
cierto es que resultó curioso, los tres autos del mismo equipo en trencito.
Roberto, Gariel y Juampi, que venía recuperando terreno y pronto haría que el
marcador se alterase otra vez.

"Yacaré" Patat se corre a la franja interna en la recta principal y los dos que
peleaban por la carrera lo superan con facilidad ¡qué gaucho! Apenas unos
cincuenta-sesenta metros más adelante, circulaba Solia. Lo tenían en la
mira y seguramente en la siguiente vuelta iban a marcarle bandera azul.

Se reactivaba la disputa por el tercer escalón del podio, con Moine otra vez
"on fire" acotando distancia en cada frenaje. Le costó mucho a Urcola
contenerlo.

Así llegamos a la definición, una de las más espectaculares de los últimos
tiempos, con los dos punteros acercándose cada vez más a la Dodge verde
de Solia. "Avisó" Carboni entrando a la par en la Olla, "mostrándole" el
Falcon tricolor a Gallo. La cola del Dodge se agigantó a medida que recorrie-
ron la recta principal, cumpliendo diez giros.

No es que Solia los haya molestado, se corrió bien hacia afuera. Fue Carboni
el que estuvo brillante. Mató dos de un mismo tiro al frenar por adentro,
tomado desprevenido al de Baradero. Era ahí o no era nunca.

Entraron en el último circuito, con cierta ventaja a favor del larroquense que a
simple vista, no se podía descontar, teniendo en cuenta el desgaste de las
máquinas. El esfuerzo que había hecho Gallo ya estaba recompensado con el
haber descontado la ventaja inicial, como dijimos al narrar la primera pasada.

A Urcola y Moine les tocó superar a Solia en el retome, y no hubo novedades.
El veterano estuvo correcto en las dos ocasiones. Afloraron un tanto en los
últimos metros, como suele suceder. Todos menos Juampi Main, que a pesar
de sus esfuerzos, no pudo llegarle su hermano.

Tardó siete fechas  en llegar el éxito de quien a principios de año se perfilaba
como uno de los candidatos. Tras un inicio con muchos problemas, en especial
en lo que respecta a los impulsores, Carboni llevó al éxito a uno del platense
Napano, se puso en situación expectante en la tabla, si bien Urcola parece
tener todas las fichas puestas. Quedó a 48 puntos pero faltan tres finales, la
última de las cuales llevará puntaje y medio.

             ¿Y ahora que hago? Parece decir Zanandrea, que dañó el soporte de radiador y trompa del 400.



Escolta a 2,745 segundos fue Gallo, el victoriense fue tercero, arribando apenas
siete décimas de segundo antes que Moine. Almada redondeó otra buena labor,
a 28, 492 segundos del ganador. Sexto Roullier, con casi sesis segundos de luz
sobre Roberto Main, que precedió a su hermano Juan Pablo.

Noveno no tan lejos de este, Gabriel Maiztegui, y décimo Jorge Solia que a
pesar de la falta de "training" y el pobre desarrollo en líneas generales de la
Dodge verde, se las ingenió para sumar en las dos finales del fin de semana.

Lo dejó undécimo y último en arribar a Patat, los dos con un giro perdido. A
pesar del obligado abandono, es intención de Zanandrea de seguir en la
categoría. está a la búsqueda de patrocinantes.

Hasta aquí nuestro intento de describir lo que fue esta doble jornada de
Paraná. La del domingo, a todas luces lo mejorcito que se haya visto en el año.


CAMPEONATO CUMPLIDAS SIETE FECHAS

1º   Eduardo Urcola           Victoria           Ford             148,5
2º   Mariano Moine         María Grande    Ford             116, 5
3º   Sebastián Carboni        Larroque         Ford             108,5
4º   Hipólito Roullier            Colón           Ford               87, 5
5º   Roberto  Main          María Grande     Ford                84
6º   Juan P. Gallo                Baradero         Chev               82, 5
7º   Juan P. Main             María Grande     Ford                80, 5
8º   Sebastián Almada       Basavilbaso      Chev               76
9º   Raimundo Patat             Paraná          Torino               59, 5
10º Luis Ponte                  Concordia         Chev                38


@AleSpizzirri (texto y fotos)


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