Comenzando a analizar las categorías entrerrianas en el año pasado, en la
de origen concordiense haremos, como ya es habitual, una distinción entre
la parte institucional -esta nota- y la parte deportiva en sí. Es imposible des-
ligar una de la otra, y en el caso de C.T.S. se notó demasiado.
Tal vez para analizar este negro momento habría que hacer Historia. Remi-
tirse a una época casi olvidada, ocho, nueve años atrás, cuando un grupo
de aficionados directamente ligados a los fierros, se comenzó a reunir y le
encargó a Aníbal Roude que hiciera un boceto de una categoría "accesi-
ble, lo más standard posible, con mecánica de Fiat 128, etc."
Incluso en sus primeras carreras "demostración" no estaba definido aún
si se iban a permitir otros motores, que las versiones 1.100, 1.300 y
1.400 cc de los citados impulsores.
Golpe a golpe, paso a paso seguimos la evolución, acompañamos a todos
los pilotos, sufrimos cada rotura de semieje, que por aquel tiempo aco-
saban a los Fiat 600, vimos crecer al Fiat Uno de Leo Osengar, al Duna
de Carlos Esteban Morier, luego adquirido por José Orellana, etc.
Cada cual tendrá su recuerdo favorito de aquella época, en que la cate-
goría era órbita del A.M.C.C. que dirigía el Polaco Morier. La primer
gran división sucedió cuando se decide (medida muy cuestionada en su
momento) federar la categoría. Es decir , afiliarla a la FAE.
Los costos se cuadriplicaron y el parque se redució notablemente. En
nuestros recuerdos está todavía el enojo del recordado Luis Deppen
"Nos dejaron afuera, los gastos de licencia, revisión médica, carnet
de CDA, inscripción, seguro y cobertura médica son inalcanzables
para muchos de los que participábamos."
Perdió a valores como Miranda, el primer "osado" en usar la conjun-
ción Fiat 600- motor Fiat 128 1.100 cc en una primera etapa, y más
cerca en el tiempo, al asumir Oscar Cutro en la dirección del A.M.C.
C. se cumplió el sueño de varios (y que en nuestro programa de radio
tanto bregáramos) con la creación de su propia comisión directiva,
totalmente fuera de la órbita del A.M.C.C. aunque trabajando con el
apoyo incondicional de éstos.
Este órgano se llama(ba) A.P.T.S. y el objetivo era claro. Se estaba
muy cerca que la Federación le sacara el rango de "Copa" para ser
una categoría más, sin limitación zonal.
Fue un arduo trabajo, un camino plagado de dificultades, durante cu-
yo recorrido hubo que "desprenderse" con mucha nostalgia y sacrificio
de algunas particularidades como la largada invertida " a lo Top Race",
la carrera de pilotos invitados, etc. luego de haber prescindido mucho
antes de los circuitos de tierra compactada, los mixtos, las gomas
standard y un montón de pequeños detalles inherentes a la seguridad.
Lo de las gomas de competición fue otra estocada a los bolsillos que
frunció muchos ceños, pero a la larga supieron entender que era una
medida de seguridad más.
Y así llegamos a una época (finales del 2012) con la categoría afianza-
da. Mario "Nano" Paulino al frente de la A.P.T.S. que sufrió algunas
"sacudidas" pero seguía con la riendas de la Copa más o menos firmes,
A nuestro entender, en el anterior receso comenzaron las concesiones
y el amague de "división" de la categoría, que amén de algunos sofoco-
nes reglamentarios con algunos preparadores pícaros, no había tenido
mayores problemas institucionales.
Ante la supuesta superioridad mecánica (en nuestra opinión era la con-
junción hombre-máquina-equipo) del Duna de José Orellana, y la nega-
tiva a retocar el reglamento técnico, se cede a la presión de un grupo
de pilotos - no todos- y se implementa un absurdo sistema de compen-
sación por lastre, que a todas luces no resultaría sufuciente para nive-
lar absolutamente nada, tal como opináramos en su momento.
Dijimos; "porque hecha la ley hecha la trampa, y el único que pierde es
el espectador" (léase pierde la categoría credibilidad) Dijimos " Es
inaceptable en una categoría amateur, netamente promocional, que se
implemente un sistema propio de vertientes profesionales, en las cua-
les hay otros intereses además de los estrictamente deportivos".
Lamentablemente, el tiempo nos dio la razón. ¿Qué sucedió? Una
desafortunada cadena de pequeñas desgracias. Primeramente, la
"asociación" con otras categorías de la costa del Uruguay, tiene su
lado oscuro.
Esto es, como cuando uno sale con muchos amigos y debe ir por lu-
gares no previstos, la categoría perdió libertad de acción, quedan-
do sometida a los vaivenes institucionales de otras. En su momento
también objetamos esta "unión comercial" que este año perjudicó
más de lo que benefició.
Carreras suspendidas por lluvia que bien se pudieron hacer en nues-
tro Autódromo, falta de solidaridad en algún caso, "devolución de fa-
vores" en otro (T.C.L.está en crisis y arrastró a la Copa al abismo)
Y para colmo de males, Mario Paulino debió dejar la presidencia de
la categoría al ser sometido a una intervención quirúrgica, de la cual
recién salió para asistir al velorio de la misma.
¿Suena duro? Esta es la realidad. Esto ocurrió durante 2013, no fue
una tragedia pero si una lamentable cadena de errores.
El campeonato se desarrolló a los ponchazos, con una determinación
tremenda y el esfuerzo -nos consta- de Francisco Costa y sus colabora-
dores para encauzar cada inconveniente que se iba presentando.
Inclusive se acertó con el Anexo reglamentario (otra concesión al mis-
mo grupo de pilotos) de incorporar engranajes marca Riera en la caja,
como válido intento de postergar la "égira" de algunos usuarios de Fiat
que padecían una suerte de "epidemia de cajas rotas".
Así llegamos a la doble jornada de Concordia, una bajo la llovizna, la
gran carrera del campeón que le permitió en definitiva retener la coro-
na. Y la restante, que quedó en anécdota al iniciarse la revisión técnica.
Allí sucedió el gran hecho del 2013, cuando aguijoneado por ese gru-
po de pilotos -incluyendo un joven preparador entre ellos- el Comisa-
rio Técnico, el creador de la categoría Sr. Aníbal Roude comete un
error de apreciación del cual debe estar sumamente arrepentido.
Dictaminó un error en la preparación de una tapa de cilindros, sin te-
ner en cuenta que la categoría no había homologado ante la F.A.E. la
respectiva herramienta específica para efectuar dicha medición (la
nota que hiciéramos al respecto recibió elogios de todo el mundillo
fierrero entrerriano) que dicha sea de paso, es muy exquisita como
para hacer la medición "a ojímetro"....
Se publicó la desclasificación y la tabla del torneo con cierto apresu-
ramiento -no fue el caso de esta humilde Hoja- y se tuvo que dar
marcha atrás cuando salió la resolución ( repetimos, inobjetable)
de la Federación.
Y entonces, el cisma. Se tiró por la borda un año que pintaba muy
bueno en lo institucional, con la visita del Sr, Comisario Deportivo,
Sr. Miguel Rebechi, a una de las reuniones, por ejemplo.
No se pudo llegar a consenso, no se viajó a Gualeguaychú en la
que iba a ser la doble jornada de clausura o Coronación. La Fede-
ración interpreta este desplante como un desacato y toma la deter-
minación que todos tanto temíamos, suspensión de afiliación y
prohibición de competir.
Creemos nosotros la medida será por un año. Un año para repen-
sar, para reflexionar, para preguntarnos en definitiva para que he-
mos puesto tanta energía, sueños, esfuerzo, tiempo robado a las
respectivas familias y dinero.
Si queremos practicar automovilismo deportivo o seguir acusando al
oponente de "perro" por Facebook u otras redes sociales. En este
último caso, hay un abanico de deportes extremos más sencillos,
que involucran a menos gente y tal vez sean aún más baratos de
practicar.
" Líbranos Señor del pecado capital de la envidia, que todo lo corroe,
y nos anestesia el corazón para que de él fluyan los buenos senti-
mientos. " O sea los que valen.
@AleSpizzirri
Foto 2 : el podio que no fue. Nachito Rodriguez fue excluído por
que al distribuidor le faltaban las placas del centrífugo,
lo que en teoría lo perjudicaba, pero el reglamento dice
que tiene que estar, por ser parte original de la pieza.
(Tercera fecha, en Concordia)
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