Hay un mes en el que se puede disfrutar de la camaradería, distendidos,
sin las presiones y el frenesí de cada fin de semana. Es diciembre, mes
en el que estuvimos en dos Cenas Fin de Año, donde cada categoría zo-
nal entregó las distinciones y puso broche de oro a la actividad del com-
plicado 2014.
Seis días después de culminada su exitosa temporada, con el explosivo crecimien-
to de su parque que nosotros fuimos reflejando en seis de las diez fechas que la
cumpusieron, la cita fue en la sede del Club de Volantes Chajarí, en calle Estrada,
de la "Ciudad de amigos".
Comenzó como es habitual, con las palabras de Carlos Percara, el inquieto Presi-
dente de la entidad, a su vez factótum del grupo de gente que se encarga de mante-
ner en condiciones el Kartódromo de la entidad. También recibieron su reconoci-
miento el reducido pero entusiasta grupo que hace cobrar vida tres veces por año
al "Tino Gottig" de Federal, personificados, en este caso por el piloto Cristian
Duarte. La gente del "César Orue" de Curuzú Cuatía, por supuesto, se llevó su
recordatorio por el valioso aporte, del Pre Coronación.
No vamos a comentar en esta entrada la parte culinaria, sabida es la calidad de la
atención, el empeño y la capacidad de la gente de esa generosa tierra del norte
entrerriano para atender a sus invitados. Probada y aprobada por miles de comensa-
les en aquellas Fiestas del Automovilismo, que el año pasado no se llevó a cabo,
quebrando una tradición de ocho años.
El bullicioso grupo de Federal tuvo que esperar hasta el final para brindarle la ova-
ción a Javier Schvemer, el campeón de 150 cc (al centro en la foto de portada) que
compartió el escenario con el subcampeón Marcos Wallingre (remera verde con
dibujo rectangular) y el tercero del torneo, Matías Roldán, sin dudas el que mejor
hizo las cosas en el cierre, ganando Pre y Coronación.
Tuvieron su momento de gloria quienes se encargaron del cronometraje (el colega
Néstor Typek) el gran salto de calidad del año que feneció, sin ninguna duda. El
equipo técnico, cuya tarea fue aprobada por la mayoría, conformando como ya he-
mos reiterado varias veces, una de las sólidas "patas de apoyo" de la categoría.
Merecido reconocimiento también para el reducido equipo de banderilleros y comi-
sariato deportivo, cuya cabeza visible es Cristian Arosio, el ex- motociclista que
fuera campeón de 125 cc Seniors del Karting Entrerriano y actualmente compite en
la 125 cc Internacional, en dicho certamen provincial.
Y por supuesto, los medios de prensa que acompañaron a la categoría, fecha tras
fecha, como el equipo deportivo de la FM 100 de Federal, la gente de Chajarí co-
mo no podría ser de otra manera, y este escriba. Hermoso recordatorio en vidrio
grabado que sabremos encontrarle un preferencial lugar en la repisa, en Redacción.
Los chicos de Escuela 110, que por cierto eran lo más ansiosos, mejor dicho los
que peor disimulaban su interés en encontrarse con las copas más altas que se
dieron en toda la provincia. Fueron los primeros en ser atendidos.
Como en toda fiesta de fin de año, hubo ausencias. Fue lamentada la de Matías
Squarzon, sub campeón de 110 Mayores, que de todos modos no opacó al más
recogedor momento de la velada, la entrega de las copas a Sofía Percara, la
campeona, y a Gastón Borghesán, el campeón saliente, que resultó tercero en
el torneo 2014.
La infaltable foto familiar, con Carlos el papá-manager-hombre orquesta y la
no menos famosa mamá (Claudia Confalonieri) que no le va en zaga, y es la
encargada de la Cantina y virtual jefa de RR.PP. del C.V.Chajarí. Para variar,
elegimos la foto que Sofía se sacó gentilmente con Rafael Dalprá, su gran
inspirador, y el de muchísimos pilotos chajarienses más, a tal punto que en esta
humilde hoja los denominamos "generación Dalpra" porque todos, un poco más,
un poco menos, dieron sus saltos "de la cuna a la pista" inspirados en la campa-
ña deportiva del bi-campeón de Fórmula Entrerriana.
A "Guito" estas palabras seguro le molestarán, pero alguien tiene que decirlas.
La emotiva cena concluyó con una bailanta a puro música disco, con luces de
colores al mejor estilo de los boliches - como se puede apreciar en las fotos-
lo que nos hizo recordar que olvidada que tenemos a la guitarra criolla en el
fondo del armario. Era hora de despedirse. Brindamos educadamente, hicimos
como si tomáramos el champaña extra brut que se sirvió en los clásicos balde-
citos, depositamos la copa con delicadeza en la mesa.
Y emprendimos el regreso, pensando ¡Qué lástima que diciembre hay solo uno!
¿Y si hacemos la Fiesta de festejo por mitad de temporada?
Texto y fotos @AleSpizzirri
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