las ausencias fueron varias, y el espectáculo resultó -en efecto- el más "pican-
te"- de la doble jornada de las provinciales. Lástima que no fue exactamente
como se lo podría imaginar. A veces ocurren estas cosas, cuando la paridad
es tal que (como dicen los propios pilotos) un mal radio de giro hace la
diferencia. Entonces no debe extrañar que el ganador surja "del escritorio"
como se dice ahora. Y que lo visto en pista derive en interminable polémica.
Así, el ganador del Pre Coronación del pasado domingo en el Parque Autódromo
"Ciudad de Concordia" fue el segundo en pista, David Lound, por una decisión
que respetamos, por parte de las autoridades deportivas, pero que a nuestro enten-
der resultó demasiado severa, aunque también en justo decirlo, una penalización
acorde con la política de mano dura que se vino aplicando desde fechas anterio-
res, como por ejemplo, para sancionar a Alejandro Pellegrini en dos ocasiones (en
la segunda fue suspendido por una fecha).
El perdedor no fue Garnier, como creían los allegados al piloto de Villa Elisa. En
definiciones como ésta, perdemos todos. Se daña la imagen de la categoría, que
arrastra desde tiempos inmemoriales una triste fama de desprolijidades y feria de
autos chocados, por no decir que define sus grandes pleitos a mejor estilo de los
cavernícolas, es decir a puro conato de agresión física.
No pasó a mayores, afortunadamente, esta vez. Los habituales intercambios de
palabras -no precisamente de amor- en parque cerrado, producto de una carrera
caliente, en el marco de la definición del campeonato. Pero como decían los abue-
los, prevenir es mejor que curar... ¡cuidado!
CRÓNICA DE MÁS DE UNA ASPEREZA ANUNCIADA
José Orellana, como habíamos dicho, fue el dominador de las prácticas del sábado.
En las mismas, no estuvo en pista David Lound, que se dedicaron a poner en orden
de marcha el Fiat Uno de Javier Gómez (este auto entró recién a mediatarde).
La mano cambió en la mañana del domingo. Mejoró Walter Giovenale, quedando
adelante con 1' 29" 553, apenas 041 mejor que Gustavo Francois, de regreso
porque Renzo D'Acosta no pudo estar presente, ya que las categorías del S.A.C.
compitieron el mismo día. Orellana quedó a medio segundo, detrás de Fernando
Roude (a 140) y David Lound (a 142).
Todo volvió al lugar en la Clasificación. La pole fue de Walter 1' 29" 284 ¡¡por
solamente 008 centésimas!! En ese mismo instante empezamos a sentir el escozor
que produce el temor a un "final poco feliz" que desde los más profundo del
inconsciente brota y más de uno, trata de disimularlo como puede. Un antiguo
adagio del automovilismo deportivo dice algo así como: "Autos muy parejos, la
carrera define por toque"...
La serie fue bastante "pacífica" para lo que es la "tradición" del TP 1400. Hasta
allí, nada hacía prever lo que estallaría en la final. No estaba Peliquero, el Duna
que tiene un imán para recibir toques y originar carambolas. No estaba Pellegrini,
injustamente criticado en más de una ocasión, por sus "osadas maniobras".
El "viverista volador" Francisco Scervino atendió a las damas que bajan de los
microtur como cualquier otro sábado, y el domingo fue espectador. Tampoco
se presentó Héctor Prelat, y no hubo necesidad de bendecir los paredones. ¿Y
entonces?
Huerta con heridas de la batalla. Los chapistas, de parabienes.
Vamos por parte. Con Giovenale picando en punta se largó la serie. A su lado partía
su compañero de equipo y rival directo en la pelea por el cetro, José Orellana. Si
bien en el TP 1400 nada está dicho hasta la última curva, teóricamente uno de los
dos debía ser el ganador.
La primera vuelta fue la voz de "ahura" para los pilotos, porque Huerta se metió
segundo anticipándose a Orellana, y Lound se abrió paso para registrarse como
cuarto entre medio de un pelotón que pareció querer aprovechar todo el ancho de
la recta principal. Y claro, Garnier no quería quedarse atrás y le peleó de igual
a igual el puesto al excampeón. Hicieron toda la recta a la par.
Orellana se sacó de encima a Huerta y pasó al ataque en la segunda vuelta. Daba
toda la impresión de tener un poquitito más que el Duna del puntero. La nota la
daba Francois, que no se achica cuando la mano viene brava en el pelotón, pasan-
do cuarto, es decir, el mejor de los no-asistidos por el Pierini Competición, que
venían haciendo el 1-2-3.
Lound venía perdiendo en el trencito que se juntaba peligrosamente en las curvas.
Garnier antecedía a Rodríguez y este a Lound (7º) y apenas un poquito más atrás,
Bonnin, Roude, Gómez y Cáceres. Demasiado juntos todavía para ser la tercera
pasada.
Sorpresa y media en la cuarta, porque Javier Huerta, que habiendo estado al ace-
cho se había metido otra vez escolta, ensayó una maniobra que solamente le
vimos hacer a los TC 850 ¡y le salió bien!
Como Walter cuidó la cuerda de la última curva, Huerta estiró el frenaje por afue-
ra, entrando con mejor radio a dicho retome, por lo que salió de la misma en punta.
No la dejaría en las dos restantes vueltas. Seguramente Christian, el hermano de
Walter, le avisó por radio que podía dejar pasar a Javier, puesto que ya habían
anunciado el recargo de cinco segundos por falsa largada. ¿Se adelantó Huerta?
¿O también otro? No abriremos juicio. Opine usted mismo. Al pie de esta nota Ud.
tiene a disposición el micro video.
Se mantenían tercero Orellana, cuarto Francois y quinto Garnier, soportando los dos
la presión de las estocadas de David Lound.
En la siguiente vuelta, quinta, entrando a la última vuelta David lograría el quinto
lugar, que le costó bastante porque Francois es hueso duro de roer.
Gustavo había cedido ante el de Villa Elisa, por lo que en apenas medio giro
pasó de cuarto a sexto. Lound se abrió hacia la derecha, recorrieron toda la
recta a la par, llegando a la curva 1 por la cuerda el Chevrolet Celta.
Así terminó la serie, con Huerta cortado tratando de descontar los cinco segun-
dos que le aplicaron, por un movimiento casi imperceptible en el cajón, antes
que se apague la luz del semáforo (ver video).
El escolta en pista Walter Giovenale se llevó la batería, con 1" 102 sobre José
José Orellana. tercero Garnier a 1" 2 sin poder ser superado por Lound. Quinto
Francois, sexto Ignacio Rodriguez, séptimo Fernando Roude y octavo Gustavo
Bonnin. Todos ellos delante de Javier Huerta, que con el recargo cayó a la
novena colocación. Primera polémica del día.
NOVENO ROUND
Así las cosas, podríamos decir que en la primera vuelta todo se dio como se
podría prever. Giovenale y Orellana intentando cortarse... y detrás, el malón
por supuesto.
Pasadas las 15 y 30 del domingo, sonó la campanada del noveno round. No es
tan exagerada la frase como se podría pensar. Las hostilidades empezaron en el
primer paso por la línea de meta, con toquecitos en cadena en el que se vieron
involucrados Roude y Rodríguez, entre otros. Como fueron leves, Nacho dominó
al Fiat Uno rojo y siguió entreverado en el nutrido pelotón. Fue alucinante ver
a seis autos juntos en la misma curva (la última).
Algo de orden se pudo apreciar en la segunda pasada, siempre con Walter adelan-
te, perseguido por " el Puma". Tercero era Garnier, cuarto Lound, quinto Francois,
sexto Roude, séptimo Rodríguez, octavo Roude y noveno Gomez. Con terreno
perdido desde el vamos, más atrás Brugada, Cáceres y Bonnin protagonizaron
un trío aparte.
Como es casi "un clásico" de la categoría, Orellana hizo mejor el curvón y por un
centenar de metros estuvo adelante. La cuerda, sin embargo, era de Giovenale,
que con cierta exigencia a la hora de frenar, recuperó la vanguardia. Se repitió en
la tercera ronda el asunto de los toques y encerronas. Zafó David Lound, apuntó
al paredón el Fiat de Garnier, que logró controlarlo. ¡Ay, estos muchachos!
Novedad en la cuarta vuelta. David quedó tercero, cuarto Garnier... y Gustavo
Francois entró a boxes en tres cilindros. Un cable de bujía se había soltado. Este
es un detalle que no debe ser soslayado, porque lo de Francois fue superlativo,
más allá de la "ayudita" de la entrada del A.S. como veremos.
El presidente de la categoría salió en pocos segundos, no pudiendo evitar quedar
último. El trío de atrás era Cáceres- Brugada- Bonnin, con el de Ubajay acosando
a Ricky, que reapareció en esta fecha.
Giovenale y Orellana seguían juntos, sin poder cortarse ninguno de los dos, y todo
el resto del pelotón les dio alcance. Entre ellos hay que contar a Lound, que en el
quinto giro fue más que Rodríguez y Garnier (o bien a estos dos les pasó algo que
no apreciamos desde boxes).
Lo cierto es que antes de entrar a la sexta vuelta se produjo el incidente clave de la
carrera. Orellana apareció adelante otra vez en el curvón, con Lound pegado atrás y
Walter Giovenale por afuera (del curvón) por lo que si quería recuperar la punta,
tenía sí o sí que alargar el frenaje de la última curva. En eso venía, o mejor dicho
inició la maniobra cuando bajaban a toda velocidad por la recta opuesta (es probable
que al mismo tiempo Lound haya intentado exactamente lo mismo) y se produjo un
descomunal desparramo, en el que el banderillero de la última curva salvó milagrosa-
mente la vida.
En trompo y a toda velocidad por el pasto, logró dominar antes el Fiat Orellana, que
ingresó a pista en el primer "hueco" entre trencitos, lo más cerca posible del lugar
donde se despistó, tal como dictan las reglas (ver foto 3).
Giovenale en cambio, fue más hacia la parte interna del circuito, y como cuando al
fin quedó derecho el Duna la recta más cercana era la principal, aceleró y entró en
pista en cuarto lugar, cerrando el grupo de punteros. Por increíble que parezca, no
recibió sanción alguna. Pensar que a los pilotos de karting se los castiga por reba-
nar media chicana...
3
Foto que mas bien es un documento. Orellana ingresa a pista tras Javier Gómez, unos segundos después que Walter lo haya
hecho por la recta principal. Para los comisarios, aquello no fue "corte de pista" ni "ingreso incorrecto". Increíble.
En fin, los comisarios tendrán sus motivos para hacer excepciones a los reglamen-
tos vigentes. Nos limitamos a narrar lo sucedido, tal como se lo vio desde detrás
del paredón de boxes. Tal vez desde la torre de control se haya visto diferente...
Así es que llegamos a la séptima vuelta y la carrera tiene un líder totalmente corta-
do, situación inesperada tras una clasífica tan pareja. Lound delante de Giovenale,
al que mucho le costó sacarse de encima al insistente Rodríguez, acosado este a
su vez por Garnier, que momentáneamente había caído a la cuarta colocación.
Orellana (octavo) se acercaba a Gómez con mucho esfuerzo, muy lejos de las
acciones en el pelotón de punta. Parecía todo perdido para él.
Es más, esa séptima vuelta fue otra de las claves de la final. Garnier atacó a Nacho
Rodríguez, pasando a la par por la recta principal hasta que se perdieron de nuestra
vista. El Fiat rojo volvería a pasar, pero retrasado.
En la octava Garnier fue por más, llegando a poner la trompa por delante de Giovena-
le durante unos pocos metros. Antes de cumplir la novena, Walter recuperó el puesto.
Lo que se dice un pelotón feroz.
Orellana pudo con Gómez y Huerta había sorprendido a Rodríguez, aunque el desenla-
ce de la maniobra no pudo ser apreciado por este cronista. Como queda dicho, Nacho
pasó muy retrasado y el Uno de Huerta quedó tercero, lo que causó estupor.
En fin, lo más destacado de la décima ronda fue el afianzamiento de Giovenale en el
segundo lugar. Lound no estaba tan lejos, pero era improbable acercarse. Y de
lograrlo, no habría resto para la pelea. Había que rezarle a "San Auto de Seguridad"...
El último golpe de escena llegaría en la undécima ronda. Gustavo Bonnin había
superado a Ale Cáceres, y a menos de medio circuito ya apareció la blanca figura
del Celta de Lound (cortado) en el curvón. Garnier había logrado desplazar tanto
a Huerta como a Giovenale en el mismo circuito -según el comisariato con malas
artes- pero de nada le sirvió porque ondeaban las banderas amarillas, y debieron
reducir la marcha. En la recta principal les esperaba el cartel de A.S.
Hasta entonces era interesante la labor de Francois, que estaba alcanzando al
plateado Fiat de Ricky Brugada, para dejar de ser colista. Le faltaba bastante,
así que el A.S. fue una bendición.
Contamos los "sobrevivientes" detrás del A.S y no estaban ni Rodríguez, ni Huerta.
Esperamos más que Noé que pare la lluvia en el arca, pero tampoco apareció
Javi Gómez, que venía haciendo una buena tarea hasta la vuelta anterior (séptimo).
Trece vueltas: Lound- Giovenale- Garnier- Roude- Orellana- Bonnin- Cáceres-
Brugada- Francois y pare de contar. No había más, detrás del A.S.
Al fin se reanudó, pasando por decimocuarta vez sobre la línea de marcación.
Lógicamente, como a la ocasión la pintan calva, los pilotos sacaron provecho del
"rejunte".
Francois se sacó de encima a Brugada y a Cáceres en el mismo giro. Orellana que
venía quinto, apuntó la mira sobre Roude, que por un instante acarició el podio, si
tenemos en cuenta el recargo a Garnier.
El de Villa Elisa salió con los tapones de punta, se fue encima de Lound y el del
Celta parecía que no iba a poder aguantarlo mucho tiempo más.
En efecto, cerrando la vuelta 15 apareció en punta Garnier. Cumplieron la vuelta
16... más atrás, Roude resistía como podía los embates de Orellana, tapándole
la cuerda en los lugares claves.
Con Giovenale tercero entraron en el último giro, en el que una vez más se lució
Francois, que estaba como tigre al acecho detrás de Orellana. El "Puma" pudo
con Roude, a quien se le coló su compañero de equipo, dejándolo sexto en pista.
Así cayó la bandera a cuadros, con la gente de Lound y la de Villa Elisa festejan-
do, creyendo erróneamente que a "Calo" solamente le pondrían un recargo. En el
equipo Pierini, que tiene dos de los tres candidatos al cetro entre sus filas,
reinaba el desconcierto.
No perdió la compostura Lound frente a las cámaras, algo que valoramos en un
piloto de su experiencia, o veteranía (a pesar de su juventud). Hubo que esperar
casi dos horas para que la deportiva se expida, declarando definitivamente gana-
dor a Lound.
La técnica se desarrolló como siempre. Damos fe, porque llevamos muchos años
acompañando a equipos y pilotos en las carpas, donde Abel Giorgio y su hijo
desempeñan su eficiente labor. Nos conocemos de memoria su "paso a paso"
(metodología) por eso podemos afirmar que pese a la lluvia, que comenzó a
caer con pereza, tal como los gruesos nubarrones lo venían anunciando, todo se
desarrolló con la más absoluta corrección.
Se revisaron los autos de Giovenale, Orellana, Lound y Francois. Se hicieron
mediciones en el auto de Roude y se observó atentamente el de Bonnin. Como es
casi una costumbre, este cronista fue el único periodista presente cuando David
firmó el acta del "todo bien" y un cerrado aplauso de los suyos confirmó el
triunfo.
COROLARIO:
Sería hora que algunos pilotos vayan entendiendo que la Comisión directiva de
la categoría "no falla" ¡ni dictamina siquiera! El comisariato deportivo se
expide por un lado, y la Técnica tiene sus métodos, independientemente de los
fallos de las autoridades deportivas.
Que cada cual se haga responsable de sus actos. Por nuestra parte, misión
cumplida. Esto es lo que vimos.
CLASIFICADOR FINAL- NOVENA FECHA- TURISMO PISTA 1400- CONCORDIA
Circuito de 3.020 metros - 18 vueltas - Distancia: 54, 36 kmts - 8/10/2017
1º David Lound Chevrolet Celta 29' 06" 566 18 vueltas
2º Walter Giovenale Fiat Duna a 453 18
3º José Orellana Fiat Uno a 730 18
4º Gustavo Francois Fiat Uno a 01" 048 18
5º Fernando Roude Fiat Uno a 01" 242 18
6º Gustavo Bonnin Fiat Duna a 01" 714 18
7º Ricardo Brugada Fiat Uno a 23" 092 18
8º Alejandro Cáceres Fiat Uno a 04" 728 18
NO CLASIFICADOS por no cumplir con el 75% de la distancia (13 vueltas)
Javier Gómez Fiat Uno 10 vueltas
Ignacio Rodríguez Fiat Uno 10 vueltas
Javier Huerta Fiat Uno 10 vueltas
EXCLUÍDO:
Ricardo Garnier Fiat Uno 18 vueltas
PROMEDIO DEL GANADOR: 112, 0 46 Km/h
RÉCORD DE VUELTA: Gustavo Bonnin, 1' 29" 066 a
121, 331 Km/h
NOTIFICACIONES:
Máq. nro. 12 (Garnier) excluido por toque a las máquinas 5 (Rodríguez) y
4 (Huerta).
Máq. nro. 11 (Cáceres) penalizada con una posición por toque a máq. nro.
8 (Brugada).
@AleSpizzirri (texto y fotos)
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