El pasado 4 de noviembre este sitio cumplió siete años de existencia, y el
editor o "narrador de eventos deportivos" - ya que algunos no quieren recono-
cer nuestra labor periodística- suma trece al compás de los sueños de miles de
pilotos y aprendices de pilotos entrerrianos. El programa de radio homónimo
dejó de salir al aire siete años atrás, para darle paso a este canal de expresión.
Noviembre de 2013, la mejor cobertura que hayamos hecho en tiempo real. El Rally de Concordia que ganara Gustavo Quarchioni.
Cristian Orcellet negociando el barro del superespecial del Autódromo. En uno de los tantos retornos a la terraza de boxes para
poder tuitear, Guillermo Laurino nos sorprendió con una "selfie". El doctor San Miguel aprontaba los neumáticos para el engañoso
suelo del prime de Calabacilla. Y el recuerdo del mordisco de un perro aquel día, que no impidió nuestra labor.
Mucho agua pasa debajo del puente en tanto tiempo, muchos sueños quedan por
el camino. Y otros, como Favio Grinovero, Juan Ronconi o Nadia Cutro (por solo
citar a tres) se hacen realidad.
R. al P. nació a fines del 2004, con una entrevista a Milton Tonutti que jamás
saliera al aire. El conductor del programa en el que colaborábamos, Agustín
J. Berón, ensayó una disculpa una vez que terminara esa edición, "copada" por
la definición del TC.
"La verdad es que sos muy bueno. Deberías tener tu programa dedicado a lo que
hacés, los zonales. No siempre te podré dar espacio como para una nota entera"
Y así fue como conocimos, tras un largo peregrinar de emisora en emisora, a
otro quijote de los micrófonos (no de los molinos de viento) que el único
requisito que nos pidió fue "no aflojar, porque la radio no es para buscadores
de tesoros" (sic) con el que mantuvimos un acuerdo de palabra por ¡seis años!
Parece mentira, en estos tiempos donde el valor de la palabra está en tela de
juicio. Ya no están Juan Ramón Flores -de él se trató- ni Miguel A. Rodríguez,
que desde 2008 confió en el poder de nuestra narrativa para replicar las notas
en el prestigioso mensuario "Acelerando".
Nobleza obliga, hay que nombrar a quienes le dieron al autor de estas notas el
"impulso vital" como así también a los colaboradores físicos del programa de
radio, Mario Aramburo -hoy en día reportero de dos emisoras- y Mario Sosa,
que cubría el Turismo Pista 1400 cuando se llamaba "Copa Turismo Standard".
El presente nos encuentra muy apretados de presupuesto, como a todos, pero
con las ganas intactas. Renovando el "hardware" para contar con más recursos
dentro de las limitaciones que tiene un editor gratuito de páginas, como el que
usamos.
Desde 2012 también intentamos levar parte de lo que acontece en tiempo real,
en nuestra cuenta personal de Twitter. Una labor que también tiene limitaciones
propias, porque la prestadora de servicio (muy lejos de lo que dicen las publicida-
des) en algunos lugares tiene señal, en otros no. O lo que es peor, tiene una señal
errática -como en Gualeguay, por ejemplo- que imposibilita todo seguimiento.
Como decían las abuelas (no abuelas tecno de hoy, obvio) "Vale la intención".
Quedan miles de anécdotas flotando en la memoria, que no debe dejar pasar por
alto este sencillo acontecimiento para agradecer a las asociaciones de pilotos, a
los dirigentes, las autoridades de pista, los organizadores, los colegas y por
supuesto, el motivo de nuestro ser: el público y los pilotos.
En especial a los colaboradores anónimos, que nos están reportando lo ocurrido
en partes de cada trazado que no está a la vista del cronista, incluyendo a los que
graban videos y lo acercan sin pedir nada a cambio. De los pilotos y el círculo
familiar que los rodea, siempre hemos recibido toda clase de apoyo "sine que non"
nuestras crónicas o comentarios no podrían ser escritas. Así de simple.
UNA, Y NO PIDAN MÁS
A modo de botón de muestra, le dejamos una anécdota bastante reciente, que
ilustra todo lo que significa apoyar a un piloto desde que "nace" en Escuela del
Karting hasta que emigra a una categoría nacional.
El villaguayense Miguel Altamirano, que competía en la 150 "C" en una fecha se
bajó, por un poderoso motivo. Desde mucho tiempo atrás le veníamos preguntando
"¿Qué fue la vida de (su hijo) Axel?"
Aquella mañana de sábado en el kartódromo de la "Ciudad de Encuentros" Miguel
nos jugó una linda sorpresa. "Vení que te quiero presentar al nuevo piloto de mi
kart"
Cuando llegamos a la carpa, estaba sentado un joven, desparramando sus 1, 75 m
de estatura (o más) sonriente y dispuesto a dar la mano. La edad correspodía con
la que debería tener Axel, pero ese gigante tipo Brendon Hartley no "encajaba"
con lo que teníamos en la memoria, por eso preguntamos:
--- ¿Vos sos, Axel aquel chiquito que corría en Escuela?
---"Sí, soy ese... Axel"
Lo dijo entre risas, mientras nos dábamos una especie de abrazo de hijo pródigo,
mientras su padre se reía a nuestras espaldas, a sabiendas de la impresión que nos
causaría.
Es claro, el chiquito que perdiera en la última acelerada en la recta principal de
Gualeguaychú el campeonato de Escuela con Matías Guiffrey contrasta visualmen-
te con el diminuto actual piloto del TC Mouras. Axel no se volvió a bajar del kart,
en estos tiempos sigue progresando en la difícil 150 "A" donde fecha tras fechas
tiene 35 o más rivales en pista.
No todos por supuesto siguieron el camino de "Mati", de Maxi Vivot, Ayrton
Londero, Damián Markel, Franco Baccon, Natalio Demarchi, Yair Etcheveste.
Joel Gassmann, Federico Paoloni, Giovanni Elizalde, Alonso Etchebest, Sebastián
Reynoso (que este año se bajó) que siguieron la huella de Juan Augusto Ronconi,
el primero en intentarlo.
Tampoco nos olvidamos de los "pioneros" en probar suerte en el Turismo 4000
Argentino, Esteban Retamar y Gastón Garmendia. El año anterior se sumó Martín
Fuentes.
Y los quijotes que eligieron seguir en los monopostos, como Exequiel Bastidas y
Hernán Satler, estos en la huella de Mariano Werner, que a su vez fue "creación"
de su hermano Gabriel, de quien ayer se cumplieron 10 años de su trágica
desaparición.
Pronto habrá otra camada, con Jonathan Grinóvero en el Turismo Pista. ¿Y el Rally?
El Rally Entrerriano ha nutrido al campeonato argentino de valores como Favio
Grinovero o Nadia Cutro, desde unos años atrás navegada por su cuñado y "mecánico
-que-está-para-hacerlo-todo" Luciano Bombaci.
La cosa no terminó ahí. Guillermo Pitón dejó boquiabiertos a los que no lo conocían
en el pasado Rally de Entre Ríos (estuvo cerca de ganar la Junior) y Leandro Bonnin
arrasó en el Rally Cordobés. Está a la espera que el poderoso equipo CGR le termine
el auto con que hará el campeonato nacional 2018.
También por supuesto están los que tuvieron la suerte de competir en Europa, como
José L. Talermann, aunque son casos excepcionales, como el de Matías Russo.
Y desde luego, la otra cara de la moneda, la que nadie quiere ver. Centenares de
talentos o buenos proyectos de piloto para desarrollar que se quedaron en el
camino, y ahora miran detrás del alambrado. Algunos intentaron volver, otros se
definieron como mecánicos (Cristian Duarte es un claro ejemplo) incluso tenemos
casos de multitalento, aquellos que hicieron tres o más deportes, descollando en
todos, como Francisco Pízzola... la lista es larga.
En síntesis, siete años en los que estuvimos donde queríamos estar. Apoyando a
los pilotos, criticando a los dirigentes (tiene que haber un loco en la corte para que
escuchen la verdad entre tantos adulones, dice la fábula) estimulando a las mujeres
piloto a traspasar todas las barreras -reales o imaginadas por sus propios prejuicios-
con el objetivo que demuestren que pueden pelear mano a mano con cualquier
varón, porque éste es un deporte de máquinas cuyo elemento más importante es
el encargado de conducirla (parafraseando a Jim Clark).
Vamos por un año más, el decimocuarto, si Dios quiere y el cuerpo aguanta. En
eso estamos. En estos últimos días, más gimnasio que teclado.
A todos los lectores, entonces, dos mil quinientas cincuenta y nueve veces
GRACIAS (una por día).
@AleSpizzirri
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