miércoles, 12 de septiembre de 2018

Podio de Martín Armanazqui y accidente de Rodrigo Avit

MANU MILERA LOGRÓ ENTRAR EN LOS PUNTOS, SÉPTIMO.

El Karting Entrerriano se despidió de Concordia por este 2018 con una sexta
fecha que dejó mucho para el comentario, a pesar de otra leve reducción del
parque, que esta vez ni siquiera llegó a los 100 karts. El clima se asoció a
esta mini fiesta del deporte motor, que tuvo un discreto marco de público, tal
como se suponía, dada la desigual competencia con el TC que corría en Paraná.

                            Martín Armanazqui, Fabio Todone y Juan M. Iribarren. El podio de la 150 "B" el domingo.



Fabio Todone regresó y se llevó todo en la 150 "B" en una final que vio escolta
a Martín Armanazqui, y en la que extrañamente a Leandro González y a Matías
Armanazqui no les fue bien, aunque este último pudo recuperarse parcialmente
obteniendo un meritorio sexto puesto.

Iñaki Arrias fue claro dominador en la 150 "A" en la que por tercera vez consecuti-
va a Rodrigo Avit lo obligaron a reducir la potencia del motor el sábado, lo que
lo obligó a remontar con su clásica garra desde el fondo.

Estaba en plena pelea por entrar en los puntos en la final, cuando tras ser superado
por Esteban Lucero se despistó embistiendo violentamente los muñecos de goma
de la horquilla, momento en que se corta del todo la barra de dirección, volando
el piloto aferrado al volante y cayendo pesadamente al borde de la pista.

Como los punteros ya habían arribado, la final se dio por terminada y Rodrigo fue
trasladado al Hospital donde en una primera inspección se constató que no hubo
fracturas. Sin poder apoyar el pie izquierdo, con el transcurrir de las horas - como
suele suceder en estos casos- la hinchazón y el dolor fueron en aumento, debiendo
regresar para ser auscultado nuevamente. Al momento de escribir estas líneas
estamos a la espera del resultado de una resonancia magnética que se le iba a
practicar en el tobillo. El pie tiene una cantidad de huesecillos que deben
"encastrar" perfectamente. Todo desorden produce dolor, para decirlo en lenguaje
llano.

Uriel Rodríguez ganó una de las finales más vibrantes de todos los tiempos en la
Escuela 110, arribando a la par de Ayrton Perez pese a un leve despiste en la
chicana previa, que le permitió al paranaense emparejarlo y hasta cruzar primero
la línea de meta (visualmente). Eso hubiésemos interpretado en otros tiempos
cuando las finales se definían en la línea física de arribo, y se debía recurrir a los
servicios de un fotógrafo o filmación con disparo cuadro por cuadro (fotochart).

Fue un tecnicismo el que le otorgó la victoria al pequeño volante de Concepción.
En Concordia, la antena de toma de la radiofrecuencia de los sensores está ubicada
treinta centímetros antes de la línea física de llegada (que para colmo de males, no
es la misma línea que la largada, lo que matemáticamente hablando significa que
en el primer giro solamente dan 850 metros por vuelta) y en ese momento, el kart
de Uriel pasó cuatro milésimas antes que el de Ayrton.

Se lo tomó con mucha calma el nieto de don "Perico" que se va curtiendo en esta
clase de finales apretadas y derrotas honorables, como si además del talento hubie-
se heredado la suerte de su padre y de su abuelo. La próxima es en Paraná y la
taba se le puede dar vuelta, a favor.

De todos modos, el largo aplauso para los dos en parque cerrado lo dice todo. Otra
vez los más chiquitos entregando la mejor final de la tarde, circulando uno tras otro
como unidos por un invisible y dorado hilo de gloria.

Juan Laplacette se llevó la final de la Promocional, que a pesar de empatar el
récord de presencias, no brindó un espectáculo similar al de la categoría menor,
por menor intensidad en la pelea por la punta, aunque dejando una vez más en
evidencia la paridad de la respuesta de las plantas motrices que provee
Marcelo Fagundez. Segunda al hilo del gualeguaychuense.

No es habitual que tras 12 vueltas de carrera arriben siete karts en hilera sin sacar-
se ventaja, aunque tampoco sin poder acortarlas, y eso -claro está- no es resorte
que corresponda adjudicar al preparador uruguayense, sino al trabajo de cada
equipo con sus respectivos chasis. A propósito, el MAF de Villa Elisa atendió la
friolera de 10 karts, todo un récord.

2

Otro claro ejemplo de que se pueden hacer carreras vibrantes con solamente 9 karts
lo dio 125 Inter Seniors. Pese a haber tenido que largar anteúltimo, producto de
una muy mala serie, el paranaense Gaspar Perelstein dio un batacazo, como para
cobrarse todos los infortunios de la anterior en Villaguay a la vez.

La contracara de esta divisional fue la escasa confiabilidad de los motores, ya que
arribaron apenas 4. Además, se vivió otro momento de zozobra cuando una minúscu-
la parte de la cadena que Joaquín Veronesi había destrozado en la primera acelerada
de la largada, quedó en pista, sin ser tomado por ninguno de los 28 neumáticos que
pasaron a toda velocidad cumpliendo la primera vuelta. Se hubiese convertido en un
proyectil con consecuencias imposibles de imaginar. El oportuno grito de un piloto
ubicado detrás del muro -al lado de este cronista- alertó al auxiliar de pista.

Emotiva fue la primera victoria de Tomás Pellandino (en la foto 2 felicitado por su
padre Franco, ex Rally Entrerriano y TC Pista Entrerriano) en la 125 Inter Light,
en la que apenas si tuvo algo de acoso en los primeros tramos por parte de Juan f.
Casagrande. El retornado Agustín Fulini se robó el espectáculo con una tremenda
escalada que lo depositó en el tercer escalón del podio.

Y por último, la victoria inobjetable de Mateo Guzman en la 125 Internacional, en
la que fue escoltado por Sofía Percara, siempre atenta y veloz con ese manejo
exquisito que la caracteriza. Caótica y cambiante como siempre, la final terminó
con polémica, por una maniobra de Damián Markel, que con su agresividad habitual
se metió de prepo en la chicana para dirimir el interminable pleito que protagonizó
con Imanol Sacks (tercero al entrar por última vez en la chicana 3) de la cual salió
airoso, aprovechando Joaquín Camet para meter la trompa antes que el de Villa
Elisa, que posteriormente perdería en la técnica el quinto lugar, aunque conserva
el liderazgo del torneo.

En el mismo límite del reglamento, como le gusta correr a Dami, la maniobra se
prestó para el riguroso examen del sr. Comisario Deportivo que dictaminó al cabo
de la revisión de los videos de las cámaras de a bordo que la misma era válida.

En esta final, Manuel Milera pudo cortar la mala racha que lo perseguía, arribando
séptimo delante del ex Fórmula Renault 2.0 (esta categoría tampoco se llama más
así, pero es un detalle) Alejandro Wagner, lo que nos da una idea de los progresos que
está haciendo en la puesta a punto del chasis que estrenara en la anterior, y de la
calidad del motor que le provee Francisco Di Gaetano.


SEGUIMOS EN UNA PRÓXIMA ENTRADA





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