viernes, 21 de junio de 2019

Un abrazo antes de entrar a terapia intensiva

Con una llamativa similitud a lo que le ocurriera a la hoy rebosan-
te de salud TC del Litoral, los momentos que pasa nuestra querida
categoría el Turismo Pista 1400 transcurren en un período de
indisimulable angustia cual enfermo que se prepara para entrar
a la sala de cirugía de un hospital. No es tiempo de vacilaciones,
hay que tener una postura definida y la nuestra -por supuesto- es
apoyarla para que logre superar la crisis algún día y si Dios quiere
vuelva a caminar por sus propios medios, con la frente bien alta.


El Suzuki Fun de Fernando Roude, una creación de Walter Barbieri destinada a ganar en el mediano plazo. Lo más
destacable del discreto arranque del TP 1400 el mes pasado.



Cumplida la primera cita, al 1400 le quedaron algunas conclusiones
que hay que rescatar, más allá del disconformismo del exigente públi-
co concordiense, que con mucha razón en aquella oportunidad dijo
que el karting del AKAC estuvo (a pesar de sus limitaciones) más
interesante que la final del 1400.

Para colmo de males el reglamento 2019 no lo ayuda, El mismo ha
previsto penalizaciones (de brida) por performance, lo que considera-
mos una contradicción cuando lo que se necesita es atraer a toda clase
de pilotos para mejorar el parque. La penalización se podría haber
implementado a partir de la cuarta o quinta fecha.

Si es recomendable implementar una brida a motores sin preparación
es harina de otro costal, un tema del que deben opinar los que saben.
Visto desde el otro lado del alambrado no pareciera tener mucho
sentido como sistema para "emparejar" (hacia abajo) la categoría. A
tal conclusión arribamos luego de escuchar a dos o tres espectadores
de los denominados "incodicionales" del TP1400, aunque repetimos
no es la opinión de esta humilde Hoja ya que nos declaramos legos
en la materia.

Es una buena idea para otras categorías que gozan de una salud más o
menos estable, como el TPE 1600 que roza la veintena de máquinas por
fecha, no solamente ocho como logró rescatar nuestra categoría para ar-
mar la grilla de la primera fecha.

No hay en el horizonte más que dos probables regresos (el del 147 de
José Orellana sería uno de ellos) así que serían once para el inicio de
la segunda fecha, prevista para los próximos días 29 y 30 del corriente.

No vamos a reiterar aquí nuestra añeja crítica al sistema de puntuación,
creado en otra época, cuando reinaba el optimismo. En la actualidad, a un
piloto le basta con hacer nueve giros de una final para embolsar media
docena de puntos, lo que es un desatino.

Seguimos pensando que el sistema de puntos debe premiar al piloto que
arriesgue por un puesto -parafraseando a Mario Andretti- y no al especula-
dor que se queda en el molde "total si me mantengo dejo de ganar un pun-
to y si me llegasen a pasar en la maniobra solo pierdo uno" (como ocurre
en el TC).

Si el premio por ascender un puesto fuese de 4 o cinco puntos -en teoría-
el piloto arriesgaría más y el espectáculo mejoraría.

Esta larga introducción que el lector tuvo que soportar sirve como somera
descripción de las causas y los efectos de este presente poco venturoso
del 1400. Es fácil echarle la culpa a la situación económica, pero 200 km
más al sur de la provincia, Competición Especial reúne casi una treintena
de autos, y un poquito más al sur en Gualeguaychú el TC del Litoral hace
lo propio con máquinas con motores de seis cilindros ¡y preparados!

Estamos en la misma provincia ¿Y entonces?


LA PRIMERA DE RENZO D'ACOSTA, NO TAN SORPRESA


Alejandro Pellegrini se erigió como el hombre a vencer de aquel fin de
semana del 18 y 19 de mayo. Sin las presencias de José Orellana (por
causas de índole familiar) y del campeón Gastón Dubois, que decidió
emigrar a Competición Especial 850 con el mismo Chevrolet Celta...

Con Daniel Peliquero muy cómodo en su función de "Roger Penske"
de Agustín Roncaglione, nuevo piloto del Duna amarillo que armara
Roberto Maya...

Con la reaparición del paranaense Ruhl, que una vez más no pudo
ser de la partida por rotura de motor y la rutilante presencia del nuevo
Suzuki Fun que Walter Barbieri le terminó a Fernando Roude, erigido
en la ocasión como piloto número 2 del FB Competición ante la ausen-
cia (¿por cuánto tiempo? Se aceptan apuestas) del presidente Gustavo
Francois...

Sin el menor rastro de Ignacio Rodríguez, de quien se especuló que
iría a regresar durante todo el verano... bueno así a los tumbos como
se arman los equipos de futsal antes de las reuniones de amigos. Así
se empezó la temporada 2019.

El asunto era arrancar y se arrancó. Como ya hemos dicho, Ale Pellegri-
ni dominó las tandas de ensayos, la clasificación, la serie y gran parte de
la final. Menos la última vuelta, en la que decidió cederle el liderazgo
a uno que se estaba "exprimiendo" al máximo por llegarle, el sanducero
D'Acosta.

No fue exactamente como se podría haber imaginado un primer triunfo
de un piloto uruguayo en la categoría. Tampoco le gustó mucho al
piloto de la Fórmula SAC y el Turismo que tienen ellos en la costa del
río Uruguay, categorías que usan el archiprobado motor Audi de origen
brasilero (como nuestro TPE 1600 y la clase "C" del CE 850).

En soledad. Curiosamente el día en que no estuvo en el box su fiel compañera de siempre. Renzo 
D'Acosta se anotó el primer triunfo en la categoría y por ende, lidera el campeonato.



Regresó al triunfo el glorioso Fiat Uno que armara el clan Morier para
que Leonardo Osengar primero, y luego Gerardo Ángel lo llevaran a la
corona, Se lo compró Gustavo Francois al piloto del barrio Villa Jardín y
de última pasó al experimentado volante oriental. Un auto con historia
al que Renzo le agregó pergaminos.

La satisfacción de Roncaglione que al fin pudo demostrar sus condiciones
con un auto que a veces estuvo en punta (lejos de Concordia) porque
parecía ser que a Daniel le sentaban bien los circuitos veloces. Inclusive
llegó a ganar Peliquero con esa máquina, la vez que no estuvo involucra-
do en alguna carambola.

En síntesis, otra jornada más en la que el TP 1400 quedó en deuda con el
público, que aprovechando el día agradable había asistido en un alentadora
cantidad, sin dejar de ser esta discreta pero mejorando la ausencia de las
últimas fechas del 2018.

No es culpa de los pilotos, víctimas de la ira del espectador. Hecho el
reglamento, cada equipo tendrá su estrategia. El del Pierini Competición
es dejar pasar las fechas antes de lograr el primer triunfo del año, para  no
padecer con la brida en el carburador.

Todos sabemos que el auto "se transforma en una marmota" a la hora de
acelerar, pero así y todo fuimos a escuchar a Alejandro y su explicación
por la "levantada del pie"...


- "El campeonato recién empieza. No conviene cargar
   con la brida desde la segunda fecha. Vamos a ver
   cuándo será el momento indicado para ganar"


Es perfectamente entendible entonces. Si grandes pilotos como Traverso
lo hicieron en su momento ¿Porqué Ale Pellegrini no lo podría hacer? Es
algo válido y se apoya en la tremenda efectividad del equipo campeón.

A nadie le gusta ver finales así, pero por lo visto y escuchado, nos vamos
a tener que acostumbrar.

Lo más rescatable de la primera fecha fue el duelo Francisco Scervino-
Fernando Roude que ganó el piloto del barrio La Bianca. Un premio a
quien en soledad se las arregla para presentar un Fiat Uno cada día más
competitivo.

Fernando por su parte se tendrá que calmar para poder extraerle a ese
chasis lo mejor. Hay material base para que llegue a la victoria en el media-
no plazo, que se acrecienta con este sistema de "reparto" de victorias que
ha propiciado el nuevo reglamento. Podría ser en la próxima ¿Porqué no?

Hay que estar allí detrás del gran dominador, para merecer heredar la tan
preciada primera victoria.

Y éste. en definitiva, fue el mayor mérito de Renzo D'Acosta.


ESTAR A LA ALTURA DE LA HISTORIA

El momento es crítico y para los desmemoriados argentinos no viene mal
repasar la enorme labor de los pioneros, catorce años atrás. José Luis Morier,
Aníbal Roude y el tantas veces criticado propietario de una casa de repues-
tos para automotores en pleno centro de Concordia fundaron esta categoría
cuando se dieron cuenta de que los costos de las que llevan motores prepara-
dos se estaban tornando inaccesibles para la realidad de la ciudad.

Aparte, no había más lugar para los novatos, los que recién se iniciaban no
querían mezclarse con los veteranos y recibir toda clase de críticas (por ejem-
plo Martín Tecco, al que cariñosamente con un golpecito en el pecho el
paternal Dr. Stettler le recordaría en parque cerrado que los rezagados tienen
la obligación de dar paso) y esa función de promocionar pilotos de autos de
turismo -apagada la recordada TZ 850- no tenía más lugar. Menos aún en
circuitos de asfalto.

Así, tratando de quedar bien con unos y otros, se empezó a usar la variante
denominada "circuito Máster" que combinaba una gran parte del circuito
normal con recovecos por la tierra (hoy sería imposible explicarlo por la
presencia de taludes que dividen los sectores del trazado) retomando en la
recta opuesta.

Primera vuelta y síntesis de la carrera. Pellegrini al frente hasta cuando se le antojó. Llegó a sacar una larga
recta opuesta de ventaja, que fue perdiendo en los cuatro últimos giros.





Posteriormente la F.A.E. la admite en su seno con el rango de "Copa" por lo
que se produjo el génesis del nombre con el que muchos todavía la recuerdan,
Copa Turismo Standard. Con "S" a pesar de que la palabra se castellanizó co-
mo "Estandar"...

Fue el adiós al "circuito Máster" por orden de la entidad madre, que sin embar-
go permitió una tristemente célebre excursión al desaparecido autódromo de
Villaguay (el que estaba en la ruta camino a Domínguez) en el que se rompieran
mucho los autos y volvieran con caras serias todos, hasta aquel que tuvo que
pedirle a un amigo que le esconda en un semi con refrigeración de productos
perecederos el Fiat 147 por carecer de papeles para pasar por Gendarmería
en el empalme de las rutas 14 y 18. Pero ésa fue otra historia, nos fuimos por
las ramas...

Más recientemente, el escándalo con las tapas de cilindro que terminó con una
acalorada reunión en la que llegó a su fin la vida de la A.P.T.S. (asociación de
pilotos) que motivara la merecida suspensión de la categoría y la prohibición
de ocupar cargos a los dirigentes involucrados en la batahola.

El "waiver" (perdón) de la Federación permitiendo que vuelva a disputarse un
mini campeonato, a cargo nuevamente de una Subcomisión ad-hoc del Auto
Moto Club Concordia, designando como presidente de la misma a Gustavo
Francois y la posterior elevación de la categoría a "Turismo Pista 1400" con
el que el largo proceso que iniciaron los pioneros llegó a su fin.

Ahora, en este momento de vacas flacas tendremos que procurar estar a la
altura de aquellos que se la jugaron creando la única categoría con motores
estándar (federada) de la provincia, la úncia categoría de Turismo del norte
entrerriano, que ha proyectado pilotos como Luciano Martínez por ejemplo,
de rutilante trayectoria en el Turismo Pista de la APTP.

Si llegado el fin de año logramos que la categoría siga vivita y coleando, será
"misión cumplida".


@AleSpizzirri


 Clasificador final -TURISMO PISTA 1400 - PRIMERA FECHA - CONCORDIA 

Circuito de 3.080 metros  -   15 vueltas -  domingo 19 de mayo de 2019

1º Renzo D'Acosta              Fiat Uno
2º Alejandro Pellegrini      Fiat Uno
3º Agustín Roncaglione     Fiat Duna
4º Francisco Scervino        Fiat Uno
5º Fernando Roude            Suzuki Fun
6º Ricardo Garnier             Fiat Uno

Abandonó:
      Javier Huerta             3 vueltas
      Héctor Prelat              sin paso

No largó:

      Marcos Ruhl                 Fiat Duna



PRIMERAS POSICIONES DEL CAMPEONATO CUMPLIDA UNA FECHA

1º  Renzo D'Acosta*             Paysandú         32 puntos
2º Alejandro Pellegrini       Concordia        28,5
3º Agustín Roncaglione      Concordia        23
4º Francisco Scervino         Concordia        20
5º Fernando Roude             Concordia        18


* Al momento de escribir esta nota la continuidad de D'Acosta en el torneo no
   estaba confirmada.




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