jueves, 15 de julio de 2021

¡Te vamos a extrañar, Rodri!

 Cualquiera sean las condiciones de vida, la posición social, la edad o el

estado de su salud, a los argentinos esta pandemia nos marcará a fuego.

Porque se dio en un contexto poco favorable, encontrando a un Poder

Ejecutivo bisoño, irresoluto o en la peor de las suposiciones, condiciona-

do por su postura ideológica. Ya no es un tema que toda una generación

de afligidos padres podamos reparar. Hay que reconocerlo, algo nos salió

muy mal. Se rompió ese hilo invisible que le daba una geografía nacional

a nuestros sueños y los proyectaba en nuestros hijos.




Una imagen que no veremos más. Rodrigo se lleva sus sueños a Valencia, España. El casco

estará colgado a la espera de una nueva oportunidad. ¿Y quién te dice? En una de ésas...



Así, prácticamente todos los días veíamos en las redes mensajes de despedidas.

Jóvenes que se van a probar suerte en el exterior, felices, contentos con su

pasaporte, que despertaban sana envidia en los de su edad y aflicción en

los padres que tenemos hijos adolescentes y debemos "dar la cara" por este

ruinoso presente, por este desastre anunciado. Pero como no eran caras conocidas 

no nos afectaba más allá del suspiro y el "¡Quién pudiera!" porque claro, a noso-

tros ya se nos pasó el cuarto de hora para emigrar.


Ahora bien, cuando el mensaje llega de manera directa por Whatsapp desde

un ser querido, por la partida de  un chico que conocemos de años, desde sus 

inicios deportivos, la cosa cambia. Sacude, conmueve hasta las entrañas. Rebe-

la... un poco tarde para la rebeldía ¿no? Al  principio, sorprende. Minutos más 

tarde, probablemente nos irrite. Y finalmente, enjuagada la última furtiva lágri-

ma que se nos "piantó", de pura bronca nomás, lo aceptamos. Lo reconocemos,

los felicitamos y con esa vergüenza propia del que reconoce que está en

falta, terminamos de procesar la información y los alentamos por su innegable

coraje. Esto fue lo que nos ocurrió cuando Rubén, ese amigo de las estudiantinas 

de la secundaria, devenido en concurrente y "factótum" de la campaña deportiva 

de Rodrigo Avit nos avisó que este domingo le hacen una despedida en el 

autódromo.


¿Cómo, Rodrigo? "No -negamos al principio, como pegándonos la cabeza con-

tra la pared- Rodri no se puede ir... Es joven y tiene todo el futuro por delant..."


Y allí es cuando el trago de saliva amarga nos deposita de golpe y porrazo en

la cruel realidad. No, no hay futuro a la vista. No podemos seguir haciendo

cómplices de nuestros delirios de grandeza a la juventud. No podemos seguir

haciendo de gurúes, de promeseros de "Argentina Potencia" (como alguna

presidenta décadas atrás) y menos que menos de "cortadores de alas"...


Hecho el sanador "mea culpa" no quedó otra que buscar en la agenda el

número del Whatsapp de Rodrigo y pedirle que nos cuente algo de su 

ambicioso proyecto, cuando está a pocas horas de subirse al avión rumbo a la

"Madre Patria". A partir del siguiente párrafo, la transcripción de la misma.


Tres imágenes de archivo de Rodrigo. A la izquierda, cambiando un neumático para piso mojado en la carpa
azul. Al centro, con sus padres en una de sus tantas victorias, con dos de los 38 trofeos que conquistó en
siete años de trayectoria en el karting. En la extrema derecha, liderando una carrera, imagen habitual
en él. En la curva donde tuviera su peor accidente, precisamente, cuando se le cortara la dirección por
un toque.



CUANDO LA LÍNEA DE LARGADA SE TRASLADA A EZEIZA


- Hola Rodri. Te llamo porque quisiera que nos cuentes cómo empezó a

  bullir en tu cabeza la idea de emigrar, sabemos que ya te han entregado

  el pasaporte en Rosario y solo te queda hacer las valijas y esperar la 

  fecha de partida.


- Hola Ale. La idea de irnos a España surgió a mediados de febrero.

  Duele mucho saber que en este país no hay oportunidades, más que 

  nada para nosotros los jóvenes. No alcanza, ni laburando horas

  extra alcanza ya. Tengo la enorme fortuna de tener la ciudadanía

  europea, por ende solamente tenía que tramitar mi pasaporte

  europeo...


Un trámite engorroso...


- Así es. Me llevó varios meses el trámite. en tiempos de pandemia

  todos los trámites son "on-line" y entre tantas idas y vueltas, el

  papeleo a presentar, todo eso ¿viste? Bueno, nos llevó casi cuatro

   meses pero ya está, lo logramos.


- Ahora seguro escuchás a los que te alientan para que "empieces de cero"

  en Valencia, la ciudad elegida.


- Son muchos lo que dicen que vas a "arrancar de cero" en el exterior,

  déjame contarte que no es así. Uno "arranca" desde que surge la idea 

  de partir, desde el aguante por la demora de los trámites para partir.

  Algo ya arrancó dentro de uno cuando se empezó a aprontar todo

  para la partida, desde que uno toma la decisión de partir, desde ese

  momento "arranca" la nueva vida, o como quieran llamarlo.


 Uno los imagina desde acá detrás de la pantalla, muy ansiosos, muy felices.

   Pero ¿Cómo estás, como están con tu compañera de vida con la que vas a

   encarar este desafío? ¿Cuál es el estado de ánimo? En definitiva, como dicen

   las abuelas ¿Con qué sensaciones se van?


Nos vamos muy seguros (de nuestra decisión), muy felices y muy

   positivos. Si uno se lo propone, lo logra. Por eso hay que soñar, y

  mucho...


Perdón por la irreverencia. ¿Habrá que despedirse de Rodrigo Avit, el

    talentoso piloto de karting?


Y... no. No descarto la posibilidad de que allá me surja alguna propues-

   ta para seguir ligado al karting, de alguna manera. Sería lo ideal, es

  lo que más me gusta de la vida. No descarto ninguna posibilidad.


Entiendo. Hay que estar abierto a toda posibilidad de trabajo porque acá no hay.


 Hay muchas más posibilidades allá. Pero no nos vamos solamente por

   la falta de trabajo, sino por un conjunto de cosas. Trabajo, seguridad,

   oportunidades para crecer, para conocer, para volver a sonreír...


-  A costa de extrañar a la familia...


- Obvio que sí, la familia es lo primero y seguro que se los va a extrañar,

  ya sabemos que los vamos a extrañar. Pero nos vamos  en busca de una

  vida mejor. Mis viejos a eso lo tienen muy claro y nos apoyan.


Cuando Rodrigo dice "mis viejos" incluye también a los padres de su novia, por

supuesto. No solamente a Rubén y Gabi, que  nos consta en estos últimos días

han estado muy activos tratando de recaudar fondos para costear los pasajes,

los primeros días de gastos, apelando a toda clase de recursos, vendiendo

incluso todo lo que sentían que ya no tenía sentido seguir atesorando porque

 hay "un nuevo sueño" en marcha y ellos tenían la obligación de alinearse

 detrás de él, por más que el corazón se les parta en pedazos.


- Rodri ¿Costó mucho convencer a tus suegros? ¿O ellos lo apoyaron desde

  un principio?


-  ¡No fue muy difícil! (se ríe) ellos estaban de acuerdo desde un principio,

   como decís. Mis viejos también, los vamos a extrañar un montón, pero

   es un cambio para mejor. La idea es acomodarnos lo antes posible

  para poder venir a visitarlos en el futuro, o bien esperarlos cuando ellos

  puedan viajar.


(Nos estábamos poniendo muy nostálgicos) Ahora si me lo permitís, vamos a

hablar un poco de tus inicios, aquellos tiempos del debut, cuando no sabías si

ibas a servir para esto o no (parafraseamos al gran Vicente Linares) los nervios, 

todo eso... ¿Cómo empezó tu campaña deportiva?


- Todo empezó en el 2012 cuando arrancamos en el zonal de Victoria.

  Corrimos por primera vez en un  circuito de tierra, sin tener ninguna

  experiencia. Con muchas ansias de girar, de poder girar sin estorbar,

  de no provocar ningún accidente con una maniobra. Terminar era

  la única expectativa. Al año siguiente (2013) conocimos a la familia

  Rondan que nos dio una mano enorme en este deporte.  Ahí fue cuan-

do nos decidimos a debutar en el asfalto, en el Nocturno del A.M.C.C.

 donde me conociste. Un poco más experimentado ya, con muchas ganas

  de girar, de poder entreverarme con los demás pilotos que ya andaban

  en el ruido.

  Siempre con mucho susto de parte de mi vieja (N. de R. Gabriela Russo)

  pero por suerte nos fue bien y siempre súper contento con los resultados

  obtenidos durante ese torneo.


 De ahí a saltar al Entrerriano, un solo paso...


- Claro, ahí arrancamos en el Campeonato Entrerriano, el más exigente

   de la provincia. Ya enfocados en ir mezclándonos con los de adelante,

   entonces desde el 2016 y luego 2018, 2019 ya peleando por el 

   campeonato.


Cuando un piloto quema etapas rápidamente quiere decir que ahí hay talento.

Y cuando su nombre empieza a brillar y tapa el de su maestro y creador, no

hace falta decirlo, es porque sus condiciones trascendieron. Porque el alumno

superó al maestro, como debe ser. La cita, por lo tanto, era inevitable.


- Rodri ahora te voy a decir unas palabras que tal vez ya las escuchaste, pero

   vale la pena volver a hacerlo. Hubo un traspaso, una conversión. Cuando

   empezaste a correr, eras Rodrigo el "hijo de" Rubén, el querido "Gordito

   Avit" el cantor, el folklorista. En muy pocos años, fue Rubén el que pasó a

   ser "el papá de Rodrigo Avit, el que corre en karting" (y gana). Tenés que

   estar orgulloso de tener un viejo tan bancador ¿no?


- Ya me lo han dicho. La verdad que sí, súper orgulloso. Más no puedo

  pedir del viejo que me tocó. A veces suele ponerse un poco pesado,

  pero sanamente digo, porque así hemos logrado muchas cosas jun-

  tos y eso es algo que me pone muy contento, es algo que voy a

   extrañar mucho. Pasar esos fines de semana en un autódromo

   haciendo lo que nos gusta muchísimo a los dos no tiene comparación.


La foto más actual que tenemos de Rodri. Recibiendo su pasaporte en Rosario. El primer

paso ya está dado.



- Bueno Rodri, vamos a la última pregunta para no ser yo el pesado de turno.

   ¿Qué mensaje le darías a los jóvenes - me consta que son muchos- que 

    también tienen in mente emigrar pero no se animan a dar el primer paso,

   no se deciden o tienen miedo que "afuera" les vaya mal... que no juntaron

   todavía fuerzas para jugársela?


-  Más allá de si sienten miedo o algo por el estilo, es cuestión de uno

   mismo, de tener voluntad, de proponérselo y tomar la decisión. De

   ser sinceros con uno mismo, de preguntarse ¿Quiero esto para mi

   vida?  ¿Quiero vivir así? ¿Soy feliz así? 

   Es... ¿cómo decirte? Una conjunción de cosas, un tsumani de emociones.

   Hay una frase que me representa: "El que no arriesga no gana" y

  justamente se trata de eso.  Aprovecho que soy joven y no tengo hijos,

  por eso tomamos esta decisión con mi novia y lo vamos a intentar. No

  perdemos nada.


- Muy bien Rodri. Trataré de darme una vuelta por el Autódromo este domingo

  para darte un gran abrazo (mascarilla por medio) y desearte personalmente

  toda la suerte del mundo, porque te la mereces. Se la merecen, los dos.


- Muchas gracias, Ale. Gracias por todo y nos vemos, si Dios quiere.


Y cerramos la charla, todavía incrédulos. Hubiésemos querido subir mil y un

datos de la campaña deportiva de Rodrigo. Fotos de los dos felices, regresando

de un triunfo con este reportero "colado" al carro triunfal en el asiento trasero,

foto que también debe estar en algún lugar del archivo. Alguna que otra foto

de sus podios, en especial cuando estuvo en el escalón más alto. O aquella 

secuencia de Gualeguay cuando el kart se plantó cuando estaba buscando la

punta y Rubén corrió desesperado, lo empujó por varios metros pero por esa

misteriosa rebeldía que tienen los fierros no lo logró y volvieron a pie los

dos, abrazados, indiferentes al bullicio de los demás 26 competidores que

seguían en la suya. Festejaban juntos en las buenas y hasta parecía que

lloraban juntos en las malas. No hace mucho tiempo atrás.


¿Para qué seguir revolviendo la herida? Vamos a tomar aire, vamos a inflar

el pecho y desearles a estos dos chicos ¡ÉXITOS! en su intento, que es lo

que corresponde. Que Dios los bendiga y los acompañe, porque juventud y

audacia les sobra.


Agradecemos a la familia Avit por las fotos que ilustran esta nota. 


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