La noticia sacudió el ambiente del Rally como pocas veces. Desde el terrible choque
de Daniel Parravicini contra una alcantarilla en Goya, que puso a la categoría en
boca de todos, hasta de las señoras de ruleros en los almacenes, que jamás habían
tocado el tema en sus charlas, indefectiblemente terminadas en un "¿viste...?"
La muerte del piloto Vicente Luppino en el Rally del zonal Mar y Sierras, en el
día 2 del Rally de Madariaga (allí mismo se corre el "Pagos del Tuyú" por el Nacio-
nal, pero en octubre próximo) nos hizo llover en la redacción y en boca de los
familiares la previsible pregunta. "¿Puede suceder en el Rally Entrerriano?"
Y la respuesta es sí. ¿Para que vamos a negar lo obvio? Este es un deporte de alto
riesgo. Aquí no hay mayores medidas de seguridad, son caminos vecinales,y por
momentos los coches levantan una velocidad importante. Todos sabemos a lo que
estamos expuestos. Pilotos, navegantes, mecánicos, dirigentes, periodistas, y hasta
el padre de familia que lleva a sus hijos y los pone arriba de la caja de su 4 x 4 al
borde del camino.
El accidente ocurrió en plena recta y el impacto fue tal que Luppino- se cree- fa-
lleció en el acto. Afortunadamente, en el R.E. nunca tuvimos que lamentar hasta el
presente algo así. Pero amén de aquel primer encontronazo de "Parra" con una
alcantarilla (hubo otro, parece que lo llamaran) la lista de accidentes de los bravos
es bastante larga.
Por ejemplo el de Roberto Bondioni, hoy en día un activo "facebukero" que se la
dió contra un árbol en la ahora famosa curva de las afueras de Villaguay .Se salvó
pero el auto no sirvió más. Y como el "Facha" había enviudado, de ahí en adelan-
te se dedicó a sus gurises y a rezar una vez por día agradeciendo "haber nacido
de nuevo"....
Los que dicen que los autos de Rally "andan despacito, no pasa nada" o no tienen
la menor idea, o aspiran a una nariz larga, como la de Pinocho. ¿Estamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario