Ha pasado suficiente tiempo y podemos hacer un análisis mucho más
elaborado que aquel realizado "en caliente" apenas acallado el último
escape. Dentro de la complejidad sanitaria que tuvo que afrontar el
CEK durante el 2021, el campeonato fue bueno. Los números cerraron,
salvo en alguna oportunidad puntual.
Los Coffy en el Coronación 2021. Papá Oscar, Valentín el campeón y Thiago, que a finales dela temporada dejó bien en claro que no tiene nada que envidiarle a su hermano. Futuro
enorme para estos dos juveniles de San José.
Pero no es el análisis institucional lo que queremos hacer en esta nota sino
lo estrictamente deportivo. Queremos reflejar el desarrollo del torneo
más allá del frenesí de cada fin de semana, para que el trabajo de pilotos,
chasistas y motoristas quede a la luz, porque como dice el refrán "El éxito
tiene muchos padres, la derrota es huérfana"
Vamos a fundamentar con números y estadística nuestra (dicen)
"obstinada" oposición al descarte de puntos, pues desde el inicio mismo
de la era de la competición hasta el presente, no se ha ideado mejor
manera de calcular la excelencia con el objetivo de premiar al
mejor, que el sistema de acumulación de puntos por carrera.
No pretenda el lector encontrar en esta nota ninguna introducción
acerca del origen, de las primeras carreras en rutas que todavía no eran
tales, en Francia hace más de 120 años. Tampoco van a leer sobre los
primeros intentos en Argentina, partiendo desde Palermo hacia los
caminos de Dios al norte de Buenos Aires casi al mismo tiempo que
en Francia se discutía cuales eran las reglas a adoptar. Ni la historia de
la Targa Florio, ni de la de las 500 millas de Indianápolis o la tal vez
mucho más conocida, la de la Fórmula 1. Ya bastante aburrimos con las
mismas en las reuniones de los sábados por la noche a los amigos y
quienes nos conocen.
Basta con decir que desde que a la Asociación del Karting del Río Uruguay
(A.Z.K.R.U.) recibió de la Federación Automovilística Entrerriana
(F.A.E.) la delegación de coordinar, reglamentar y fiscalizar en Campeonato
Entrerriano de Karting (C.E.K.) se creó un sistema de puntuación que lleva ya
24 años de vigencia y es un modelo que inspira a muchas otras categorías. A
su vez, estaba basado en la desaparecida Fórmula Entrerriana.
Pero partimos de una base sencilla y probada, inventada en tiempos en los que
no existía ese monstruo invisible que es la teleplatea a la que hay que dejar
constantemente muy entretenida porque no es público fiel ni esclavo (como
el que está detrás de los alambrados y en el 2021 no entendió nada de las
definiciones). Ese monstruo que los estadounidenses buscan tener bien atrapado,
atornillado a su sofá, creando mil y un artilugios para mantener viva la esperanza
de pilotos que en realidad no tuvieron un buen año. Por ejemplo los "Dos del
último minuto" que entran por la ventana al "Play off" ¿Cuántos casos de estos
afortunados se registraron que luego accedieran al título? Demasiando pocos,
pero la sociedad de consumo es así, les gustan las historias Disney y éste su
correlato en el automovilismo deportivo, que dicho sea de paso en EE.UU. es
un negocio más, una empresa que forzosamente debe entregar dividendos a
todos. Un "show" como lo calificó en su momento Ayrton Senna.
No es nuestro caso, no es el automovilismo vernáculo, no es la tradición de
los pioneros que armaban su aparato en el garage y se ponían a "beberse los
vientos" con el más apto de los integrantes de la peña al volante ¿No es así?
Ellos la tenían clara, el que más puntos sumaba era el mejor. Y punto.
La voz cantante de los números: Panchito, lejos de todos.
Veamos la campaña de cada campeón entrerriano. En Escuela fue inobjetable el
cetro de Francisco Zarza. Siete victorias de nueve finales le permitió escapar de
toda polémica. Recién sobre el final de la temporada, Francesco Charreun se
aplomó lo suficiente como para discutirle esa supremacía. De esta manera le
arrebató dos finales y fue subcampeón. Para este año es firme candidato a la
corona pues creemos que la Federación le otorgará a Zarza el mismo permiso
especial para correr en Promocional. que ya se le otorgara a varios campeones.
Juan Pablo Wiesner resultó el mejor "proyecto de piloto" de los debutantes (con
excepción de Charreun obviamente, que venía de ganar un zonal de tierra
compactada) yendo de menor a mayor, con la timidez propia de la edad en las
primeras fechas y más tarde absolutamente convencido de sus cualidades. Otro
que anduvo muy bien fue el correntino Tomás Carrillo. La falta de continuidad
le jugó en contra. Si hubiese hecho el torneo entero, Wiesner tal vez hubiese
encontrado un feroz opositor,
Los restantes chicos no desentonaron para nada, pero habrá que esperarlos. De
ellos, tres mostraron progresos. Valentino Premaries, Daniel Salvetti (h) al que le
tampoco lo favoreció el "éxito" de su padre homónimo en Competición Especial
(fue subcampeón) ya que cuando las fechas coincidieron el chiquito debió
faltar. El tercero de este grupo y también del grupo de debutantes fue Juan Manuel
Tossi, para el que valió la pena el esfuerzo de sus padres por estar en todas las
fechas. Este año A.Z.K.R.U. premiará con el sorteo de un chasis a los que hagan
toda la temporada. Por fin se acordaron de premiar.
El descarte pasó desapercibido en Escuela, a pesar del brutal castigo que supone
sacarle los puntos de un podio al campeón. "Panchito" fue atendido por el team
MAF Racing de Villa Elisa, usando chasis Jarno o los MAF que Maffioly produce
bajo licencia Jarno, marca que tiene certificación CNK.
Promocional: 5 triunfos y 8 podios que no alcanzaron... o como premiar un abandono.
No resulta tan sencillo cuando analizamos lo sucedido en la Promocional 150 cc
que tal vez sea la más difícil de digerir. Si bien en el análisis del Coronación
habíamos detectado dos diferentes "etapas" del torneo (por así llamarlas) en la que
prevalecieron uno y otro candidato, es absurdo que quien tenía ganadas 5 finales
de nueve, tenga que salir a ganar sí o sí la última final del año. Esto se debió al
descarte y al "50 % extra" de puntos del Coronación, que hacen que esta final sea
"indescartable" obviamente.
A esta instancia Pérez llegó con 5 victorias, siete podios, 3 poles y 3 series gana-
das. Por su parte Joaquín Alejandro Correa tuvo un meritorio repunte en la
segunda parte del torneo. Llegó con 3 victorias (luego le agregaría la de la
final, obtenida con una maniobra al límite mismo entre lo legal e ilegal) también
3 series ganadas y 7 podios... pero con un abandono que lógicamente fue el
resultado que descartó. Pérez en cambio, debió resignar un quinto puesto (8
puntos) obtenidos bajo la lluvia en Gualeguay. En la sumatoria de puntos el
paranaense logró cuatro más, pero terminó cediendo la corona por igual cantidad
de puntos ante el gualeyo.
¡A ver si el lector entendió! Ayrton Pérez llegó en todas, en todas hizo podio
menos en Gualeguay II, no abandonó en ninguna final pero sin embargo no
fue el campeón. El descarte hizo su magia. ¿Esto es justo?
Sobresalieron Uriel Rodríguez y Enzo De Zan en las estadísticas. El uruguayense
con dos poles, buenos parciales pero solamente un podio, en Concordia la
primera fecha. Solo se presentó en 7 fechas y en el Coronación (cuando más
puntos se recauda) no estuvo presente.
Enzo De Zan fue (con Mateo Lang que muy pronto ascendió a la Junior "A")
la grata revelación de la divisional, una pole, tres podios y como Pérez, sumó en
todas las finales. Entendemos que si hay que reformar el reglamento de carrera.
debería ser para premiar a los que se esfuerzan por estar en todas las fechas y
dentro de este selecto grupo a éstos, los que llegan en todas. Premiar con la
corona a quien abandonó en una en desmedro del que llegó "top five" en todas
es un despropósito, se lo mire por donde se lo mire. La única visión que no nos
está permitida es desde la caja registradora del ente fiscalizador.
La Junior fue la más ajustada, aunque Valentín Coffy hizo méritos
Otro tanto ocurrió en la Junior "A" que teminó siendo la definición más
infartante del Coronación. Al margen del solitario "paseo" de Ezequiel
Sánchez, un auténtico "convidado de piedra" se disputó metro a metro el
torneo detrás del paragolpes del finalmente ganador.
El que llegaba adelante era el campeón y Valentín Coffy (elegido por tal
motivo por esta humilde Hoja como "El piloto del año") hizo una mini
escalada genial, privándole a su tocayo Bauer de la hazaña de ser campeón
con un chasis entrerriano (crespense) marca ORK. En realidad el "chico
malo de la película" fue el gualeguaychuense Juan Manuel Laplacette que
defendió con uñas y dientes el segundo lugar, por lo que es válido decir que
el de Urdinarrain llegó a tan solo 388 milésimas del título, que quedó para el
de San José que arribó cuatro décimas más tarde. Un espectáculo "de otro
planeta" que sin embargo escondía un secretito.
¿Cómo es que se llegó a un empate en los puntos siendo tan pareja la pulseada
durante todo el año entre Bauer y "Tachu" Coffy? Porque todos los pilotos tienen
un "día malo" en el calendario, que es el que eligen para descartar. Ahora bien
¿Cuánto descartó cada uno? Coffy tuvo una tarde para el olvido en Concepción del
Uruguay, donde entró decimoquinto es decir no sumó. Descartó el punto de la
pole solamente, porque en la serie había sido noveno anticipando lo que sería
una nula final.
El de Urdinarrain (Bauer) fue mucho menos "desafortunado" y entró séptimo (4
puntos que debió descartar) en la segunda fecha, el 4 de abril en Villaguay. En la
serie también había entrado séptimo. Es decir que en la tabla general, Bauer se
había impuesto por tres puntos. Luego del "empate" la balanza se inclinó para el
de San José por 4 victorias contra 2 de Bauer.
También hay que acotar que la Junior "A" hizo dos finales por fecha en Gualeguay
I (doble jornada) y Villaguay II (simple). Esto es muy importante desde el punto
de vista de las estadísticas porque quiere decir, a buen entendedor, que fueron seis
fechas de "todos contra todos" y tres de "la mitad contra la mitad" un tema añejo
que venimos planteando desde hace 11 años y algunos pilotos se ofenden cuando
les recordamos que "No le has ganado a todos, le has ganado a la mitad de todos".
En fin, no se trata de poner en tela de juicio al título de Valentín, el mejor
desempeño personal de año para quien esto escribe (en dos ocasiones ganó
desde atrás, marcando el RV en el ascenso fulminante hacia la punta) sino de
revelar que sin el descarte, Bauer hubiese sido campeón. Tirar un séptimo
puesto al tacho no debe haber sido nada grato.
Quedaron también para destacar siete pilotos que como los dos "Valentines"
ya citados, dejaron de ser una promesa y merecen ser "exportados" ya mismo
a las categorías nacionales. Pero como el problema de los entrerrianos fue, es y
seguirá siendo la falta de recursos, probablemente sigan en el provincial.
La campaña de Valentín Coffy: Cuatro victorias, un segundo puesto (Gualeguay,
Pre Coronación con pista mojada) es decir cinco podios. De las nueve finales,
fue "top five" en ocho, solamente en Concepción no sumó (15º) tras haber
marcado la pole sabatina. Curiosamente, solo ganó una serie (Villaguay, segunda
fecha, donde ganó todo menos la pole que fue para Laplacette) pero atención,
supo ser segundo en su batería en 4 oportunidades, entrando cuarto y noveno en
las restantes. Como decía un veterano (Perico Pérez) "Para ser campeón también
hace falta saber perder" (y sumar).
La campaña de Valentín Bauer: Ganó dos, Concordia I y Villaguay II. ¡Sumó
en todas las fechas! 7 veces subió al podio, es decir siete veces "top five" (o
entre los tres primeros mejor dicho) y en las restantes entró sexto y séptimo.
Como ya dijimos, a este último resultado lo debió descartar, lo que le permitió
a Coffy empatarlo en la tabla. Ganó cuatro series. Únicamente se le puede
reprochar haber perdido dos pruebas de clasificación por escasas milésimas y
que no haya sido nunca el más veloz de una final, ámbito éste en el que Coffy
siempre estuvo entre los primeros de la planilla, aunque en apenas en dos ocasiones
marcara el RV.
Nota importante: Adjudicamos a Valentín Coffy el RV de la final de Villaguay II porque al que
marcó el mejor crono en dicha carrera, posteriormente se los excluyó en la técnica. Por lo tanto,
para nosotros el récord no es válido y pasó a "Tachu" Coffy.
La "B" y ese añejo adagio: El campeón debe ser solo uno.
¿Qué decir sobre la definición del torneo de la 150 "B" el más parejo e
impredecible de todos? Si lo que se buscaba era un final de película de
suspenso... ¡Felicitaciones! Se lo logró. Medio punto de ventaja deja en los
aficionados sensaciones encontradas, más allá de que el santafesino Franco
Bozo haya impresionado más a lo largo de todo el torneo. Lo que en
realidad ocurrió es que (al mejor estilo Vettel salvando las distancias) bajo
presión Bozo se equivocó mucho más de lo tolerable en un candidato a
campeón y otro tanto ocurrió con García, que se desdibujó inclusive en
Gualeguay, donde teóricamente debía "liquidar" al santafesino. La corona
quedó en buenas manos... lo que no necesariamente significa que Franco
haya sido el mejor, solamente que el reglamento lo favoreció o para ser
más expresivo "le salvó la ropa" (ver foto 2 de la nota "Glamoroso cierre
de un año muy difícil")
Andrés García arrancó ganando en Concordia y hasta la séptima fecha (la
última final que ganó) llevaba bastante bien la defensa de su "1". Terminó
con 4 victorias, 3 series ganadas y cinco podios (a sus victorias le agregó un
segundo puesto detrás de Agustín Martínez en Gualeguay I) pero...
Bajo la lluvia el 28 de noviembre en su propia ciudad fue apenas undécimo,
perjudicado por el malón, justamente tenía que evitar que le lleguen los
que nada tenían que perder. Con el antecedente de otro incidente que lo había
dejado vigésimo séptimo en Concepción del Uruguay, donde arribó en el
ritmo de los punteros pero a casi una vuelta, García la remó desde atrás en un
Coronación negro azabache, de esas carreras que el público dice "no le salió
una" aunque en verdad, Andrés estuvo genial remontando.
Por su parte, Bozo firmó su pergamino también con cuatro sólidas victorias
(a mitad de temporada se creía que iría a rematar con suficiencia) a lo que
debemos sumar que fueron seis podios - uno más que García - dos series
ganadas, dos pole position y un récord de vuelta.
¿Dónde se desniveló la balanza? En la lluvia. Los dos debieron descartar la
misma fecha (Concepción) pero resulta que García en aquella rarísima jornada
en "la Histórica" había ganado una serie (5 puntos que se esfumaron en el
descarte) que no logró compensar en el epílogo del torneo, porque arribó
como ya dijimos undécimo, mientras el santafesino concretaba un doblete
espectacular, ganando el sábado con el solazo y el domingo cuando "se cayó
el cielo". Ninguno de los modos estuvo en el lote de punta en el Coronación,
pero esta circunstancia es común en el karting, cuando los nervios dominan
tanto en la carpa como en la pista.
Un justo campeón, en definitiva, pero por un margen irrisorio, tan imperceptible
como aquella corona que se le escapó a Alain Prost contra Niki Lauda por esa
misma diferencia. Disculpe el lector que recurramos con frecuencia a la F1
para establecer comparaciones. Los que vivieron aquella temporada 1984 GP
por GP todavía están discutiendo en los foros si el francés (*) mereció mejor
suerte que el austríaco. Y en esta definición ocurrirá otro tanto, con los "detalles
finos" que solamente Andrés y Franco conocen, además de sus respectivos equipos.
Franco le agregó más mérito a su corona porque es atendido por su propio
equipo familiar. Usó los chasis de su coterráneo Marcelo Montiel y además, a
Carlos y Silvana Bozo les sobró paño para proyectar a Benjamín Squaglia en la
Junior "A" y al sorprendente - para los entrerrianos - Federico Possetti, de buenos
parciales en la "B".
(*) El GP de Mónaco que el comisario Jacky Ickx detuvo cuando Ayrton Senna había superado a Alain Prost, terminó
otorgando mitad de puntaje, lo que perjudicó al francés teniendo en cuanta que Lauda ni siquiera había entrado entre
los 20 que largaban. Sí, la famosa carrera que Ayrton Senna creyó haber ganado, con un horrible Toleman- Hart.
El torneo de la "C" se definió por una batería agotada
Llegamos a la 150 "C" donde las cosas estaban mucho más claras antes de la
largada de la última final de año. El descarte influyó pero también la veteranía
en definiciones de la dupla Juan Manuel Franchini - "Pepe Valentino" que
tuvieron a la Diosa Fortuna de su lado, es cierto, pero también hicieron mucho y
bien para quedarse con una corona que tres fechas antes era impensable que se
le escape a Ramiro Spinelli. El concordiense sumó más puntos, aunque en las
estadísticas estén muy parejos. El descarte, todos lo sabíamos, perjudicaría al
gran dominador de la temporada. Del lastre y de la sorpresiva performance de
Fabio Todone no vale la pena escribir, puesto que el seguiense hacía su propia
carrera y la penalización en plomo es para todos, creándose una competencia
extra entre los chasistas sobre quién acomoda mejor las pesadas placas.
Continuará en la próxima entrega
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