La segunda fecha del Campeonato Entrerriano de Karting disputada
el pasado fin de semana en Villaguay fue toda una fiesta del deporte
motor, pero de esas fiestas en las que uno se retira no del todo conforme,
como si le hubiese faltado una frutilla al postre. Y ese sabor agridulce
nos dejó un tema que se está repitiendo misteriosamente en cada
visita a la "Ciudad de Encuentros" como es el "destacado protagonismo"
del banco de rodillo. Un misterio que seguimos observando con suma
atención, pero sin embargo no podemos elaborar ninguna explicación
racional todavía.
En efecto, trazando un paralelismo con otro deporte popular, el balompié,
se dice que "Si el árbitro es el gran protagonista, es porque su actuación
estuvo mal" y otro tanto se podría decir del excesivo protagonismo que
tuvieron las autoridades, en las pequeñas polémicas que se generaron, de
las cuales habrá que tener la suficiente paciencia como para repetirlas
en las siempre bien ponderadas "reuniones de pilotos" (en realidad, se
trata de una conferencia de las autoridades, por lo general los sábados al
mediodía) porque -una de dos- o no las entendieron o no fueron bien
explicadas las normas particulares de desarrollo de la prueba, que son
exclusiva incumbencia del Comisario Deportivo y no figuran en la letra
de ningún reglamento, por eso deben explicarse con el mayor
respeto, detalle y "tacto" posible.
Solemos abrir las notas con comentarios del escenario. Esta vez no hay
ningún reproche a la Secretaría de Deportes de la Municipalidad de
Villaguay, que regentea el kartódromo "Parque de la Velocidad". Ni
siquiera con el brevísimo corte de energía eléctrica, porque la misma
fue provista sin inconvenientes mayores por una planta generadora
móvil de la empresa provincial de energía. De las limitaciones del
predio ya hemos abundado en comentarios, no vale la pena insistir
pues el mismo alguna vez fue monte... fue selva de Montiel que se tiró
abajo y lógicamente aparecieron inconvenientes con la composición
del terreno. Tierra típica del campo entrerriano que en nada se parece a
la de la costa del Uruguay, que es arenosa y permeable. De ahí las rajaduras
de la cinta asfáltica, la disímil funcionalidad de los caminos internos
del playón de boxes (en abanico como en Gualeguay) y las lagunas que
se suelen formar cuando llueve. Porque todo es una pendiente que se
"aplana" justo a la altura de la entrada tipo "boca de delta" (si fuese un
´rio). El circuito tiene canalizaciones subterráneas, el amplio recinto de
boxes no.
Digamos sí, que se tardó bastante el viernes en repartir los recipientes
para contener los residuos y ese no es un detalle menor en toda una
"ciudadela" demandante de servicios que componen los aproximadamente
mil integrantes de la "gran familia" del karting provincial. Pareció a
todas luces que a pesar de la docena de empleados que se prodigaron
en limpieza y esos detalles menores que nadie ve no fueron suficientes
los esfuerzas o bien fallaron los cálculos y se vieron desbordados. Por
ejemplo, la cantina que al mediodía del domingo estaba recibiendo
"refuerzos de urgencia" porque se había quedado sin stock.
Esto es consecuencia directa del momento económico que atraviesa la
República. La cantidad de "motorhomes" y casas rodantes se duplicó,
o bien estuvo acorde con la cantidad (160) de inscriptos. Era bastante
previsible, aunque en defensa de los villaguayenses podríamos decir
que hasta a nosotros nos asombró, porque el viernes a la tarde el patio
de boxes "era un mundo" y nunca tan apropiada la frase porque algunas
familias aprovechan para llevar a su pequeña mascota. "Solo faltó el
loro" como dicen los graciosos que nunca vieron a Montiel senior
silbarle a su emplumado (enjaulado) para que repita la melodía.
Bien por Villaguay entonces, se merece tener el Coronación por el
tremendo esfuerzo, por ejemplo en las tomas de electricidad que ya
no son (ni podrían ser) improvisadas sino estandarizadas a la altura
de los mejores autódromos de la provincia. Aprobado con creces,
mientras no llueva.
En lo deportivo, solamente un piloto repitió el triunfo de Paraná. Fue
Leonardo Palombizio. Se destacó entre los ganadores al experimentado
Omar "Gurí" Martínez, de regreso a lo más alto del podio en la que es
su "pista de pruebas" porque cada domingo que tiene libre está girando.
También el primer "triunfo" (medio triunfo) del correntino Tomás Carrillo
en Escuela 110 cc carrera que no debería otorgar puntaje por haberse
completado apenas el 40 % del recorrido, cuando el reglamento pide al
menos un 70 %. Ayrton Pérez regresó a lo más alto del podio al ganar una
de las finales de la "Junior A" que tuvo un crecimiento en su parque tal que
obligó a correr dos. La restante fue la primera victoria del puntano Tiago
Arce, que como decíamos el año pasado, estaba para hacer podio en
cualquier momento. Lo único de sorpresivo fue su contundente ritmo.
Si de sorpresas y contundencia hablamos, el éxito del federalense
Joaquín Pagola en la 150 Promocional fue por demás curioso, en definitiva
tardó menos en ganar en la Promo (con cambios) que en Escuela 110
(motores centrífugos) lo que se dice un veloz aprendizaje.
La 150 "B" contó con su habitual parque y "surtido" de incidentes de
toda clase. El larroquense Ayrton Zanetti y el paranaense Juan Pablo
Cabrol heredaron las victorias que dejaron en el banco de rodillo
el santafesino Franco Bozo y el concepcionero Iván Sánchez. Otra
vez la sensación de haber visto la película equivocada...
En la 150 "C" sí hubo papel picado y festejos porque ganó el ídolo
de muchos, Omar "Gurí Martínez" como ya dijimos. En la otra final,
Leo Palombizio arrasó y de esta manera estiró la ventaja en la cima del
torneo.
Por último, en la 125 Internacional, de semáforo a bandera lideró Juan
Pablo Guiffrey, piloto de la F3 Metropolitana al que le sería negado el
triunfo por un insólito detalle que se le pasó por alto, acostumbrado
como está a las largadas serias de la categoría nacional. En definitiva,
el triunfo fue para Agustín Fulini que fue su perseguidor gran parte de
las 14 vueltas. Lo explicaremos con lujo de detalle en la respectiva
crónica.
Escuela: El libreño Tomás Carrillo, por nocaut en el quinto round.
Tuvimos en Villaguay visibles a las dos caras de la moneda en esta
categoría destinada a los principiantes. Una, la visita de un "avanzado
aprendiz de piloto" proveniente de la hermana República Oriental del
Uruguay. La otra cara es el sostenido incremento de los accidentes,
que como decíamos en la anterior nota (Paraná) debería llamar a
reflexión a todos. Padres, concurrentes, "coachs" y fiscalizadores. ¡Que
nadie saque las manos del plato! A todos a quienes les quepa un grado de
responsabilidad en la ejecución de este deporte de riesgo, porque hasta
ahora hemos tenido mucha suerte... pero tal vez un día Dios deje de
ser "fierrero" y se acabe la misma.
Nadie quiere un accidente con niños lesionados, entiéndase bien. Son
apenas niños, "proyectos inconclusos de personas" que en el Karting
(así, con mayúsculas) encuentran otra escuela de vida, de convivencia,
pero sin ocultar debajo de la alfombra que son bólidos de 170 kilos
desplazándose a 70 km/h.
En el boxeo, tras una cantidad determinada de "nocauts" se "para" al
boxeador por prevención, por un determinado lapso. En automovilismo
no existe eso porque se reconoce tácitamente que cada cual expone su
físico bajo su estricta responsabilidad ¡Pero éste no es el caso de los
gurises de la Escuela!
Entonces vamos a tener que ir preparándonos, porque cuatro accidentes
serios en dos carreras (dos de ellos con la misma protagonista) es un
número como para "poner las barbas en remojo" o bien poner un "muro
de los lamentos" para que cuando pase algo raro y todos los que hoy mal
disimulan su preocupación puedan darse golpecitos en la cabeza al estilo
del gato Silvestre en las tiras de dibujos animados. La responsabilidad que
le compete a un periodista es advertirlo y en ese aspecto, hemos cumplido.
Las pruebas de clasificación finalizaban con polémica en Escuela. La
"pole" quedó en manos del correntino Carrillo, que cuenta ya con cierta
experiencia a nivel interprovincial y nacional. El chiquito corre dentro de
la estructura del MAF Racing de Villa Elisa. Segundo a 051 quedó el
localísimo Valentino Premaries, que era el candidato en la previa y había
empezado bien el las pruebas libres.
Tercero Manassero a 181, otro caso de un pequeño que tiene cierta
experiencia. Al pollo de "Eddy" Mion en cambio, le fue retirado el tiempo
por una anomalía técnica. Había resultado cuarto con el kart que le
proveyó el gualeyo Mauro Herlein. Francesco Charreun y Jonás Enriquez
(de regreso al CEK) también quedaron afuera en el recinto de verificaciones.
Pese al tiempo poco apto para los deportes al aire libre, con la brisa que
ya tenía mucho de polar, el domingo temprano había que salir a la cuarta
tanda de pruebas. Escuela es la única que tiene ese privilegio ya que como
sabemos los motores "duermen" en régimen de "parc fermé".
Ratificada quedó la paridad entre Charreun y Carrillo, que quedó a 051
en esa instancia. La humedad de la mañana y el retraso en los horarios
que signó ese domingo elevaron bastante los registros. Moin volvió a
quedar tercero a 271, por delante de Premaries.
En la serie comenzó la saga de incidentes. El toque o carambola de la
primera pasada por la curva 4 eliminó toda la (media) vuelta que habían
dado, pues flameó la bandera roja. Fue una "salvada" de aquéllas para el
concurrente de Tomás Carrillo, porque había ingresado a pista una vez
cerrada la vuelta previa, haciendo pasible de penalización a Tomás.
Créase o no, la final se largó con una persona en pista que no era
comisario ni banderillero. Algo se explicó mal a la gente que recién
llega a la categoría. Habrá que tenerlo en cuenta pues muchos llegan
sin experiencia en largadas con partida detenida (la copa Rotax y los
certámenes del FIA karting largan en movimiento) y no pasó nada
de milagro. Las ambulancias hicieron bien su trabajo. Cuando se
volvió a dar la orden de encender motores, habían pasado 35 minutos
pero lo lindo fue que nadie salió herido, regresando al kartódromo
Francesca Lyardet caminando por sus propios medios. El pequeño
Benicio Costa fue excluido del evento al encontrárselo responsable
del accidente.
En el reinicio, fue Kamila Hilltt la que dio la nota circulando
delante de Amaro J. Mion. Francesco Charreun se hizo del segundo
lugar de manera brillante y luego intentaría iría escapar del trío que peleó
por el tercer lugar. Lucha espectacular que en varias oportunidades
los hizo pasar a los tres en una línea por la recta principal. El
"vencedor" resultó Valentino Manassero que por muy poco pudo
resistir a Mion. En cambio, Hilltt se fue retrasando y fue víctima
del ascenso de Premaries, dueño del último punto disponible.
Muy interesante la batería de los más chiquitos, que serían nueve para
la final ya que la pequeña gladiadora de Jubileo (Francesca) fue
autorizada para largar la final.
Le pedimos a Eddy Mion que deje de sacarle fotos a Amaro Jesús y pose para laEscuela 110 - Segunda fecha- Villaguay- 15/5/22
Serie única Final
1º Tomás Carrillo Carrillo
2º Francesco Charreun Manassero
3º Valentino Manassero Mion
4º Amaro Mion (d) Charreun
5º Valentino Premaries Hilltt
6º Kamila Hilltt Premaries
7º Juan Martín Tossi Tossi
8º Jonás Enriquez Lyardet
NL Francesca Lyardet Enriquez
EXCL. Benicio Costa (d)
Notificaciones: kart nro. 33 (Benicio Costa) excluido del evento por
maniobra peligrosa.
Tema áspero si los hay, es admirable el coraje de esta niña que por
nada del mundo acepta quedarse sin correr. Eran las 15 y 35 cuando
se puso en marcha la final de Escuela. Charreun le quitó el privilegio
de la punta a Carrillo apenas largada la final. Manassero tercero y cuarto
"Eddy" Mion junior.
El oriundo de Paso de los Libres persiguió al uruguayense (subcampeón
2021) en busca de recuperar "lo suyo" en tanto Kamila volvía a superar
a Mion en plena recta principal. Aprendió a usar bien las RPM del motor
la villaguayense. La primera anormalidad sucedió en esa segunda ronda,
cuando Charreun comenzó una larga excursión al pasto en la curva
semicircular del fondo, pero no por la parte de adentro sino por afuera.
Imposible determinar desde tan lejos si se fue solo o "ayudado". El
asunto es que desde entonces Carrillo no tuvo más rivales. Charreun
debió parar en boxes y salió último como es de suponer. La fila
seguía con Manassero, Mion, Hilltt y Premaries. Orden aleatorio
tomado en uno de los pasos, porque cambiaba. Estábamos en la
quinta vuelta cuando un kart blanco se montó sobre otro en la
pequeña porción de circuito que existe entre la curva 2 (cierre de
"el chupete" como algunos le dicen a la curva 1) y la 3 que ya es
mucho más cerrada, sin dejar de ser veloz y en leve bajada. Se
interrumpió la final muy luego de que Francesca Lyardet quedase
sentada en el pasto interno. Se acercó el Comisario, le hizo unas
preguntas y recién entonces le ordenó al adjunto de la línea de
largada que muestre la bandera roja. Por eso hicimos la
comparación, porque pareció un árbitro de boxeo preguntándole
a un púgil "groggy" ¿Quiere continuar? ¡Muéstreme que está
lúcido o paro la pelea!
Pero en este caso (desde lejos) la niña no acusaba ningún golpe. De
hecho, nuevamente fue autorizada para largar. El resto de lo
ocurrido fue un grotesco que no merece ser contado. Volvieron a
largar y se produjo un nuevo accidente en la curva 4. Recién
entonces el comisario se decidió a dar por terminada esta final
entre comillas, que para nosotros desde atrás del alambrado fue
como acabar con un suplicio. Luego recuperamos el normal latido
del corazón cuando Francesca regresó caminando de la mano de
Martín Palavecino, su instructor.
El lector queda libre a partir de este párrafo de sacar sus propias
conclusiones. Bien por el correntino Carrillo y por el también
visitante Manassero. Estupendo debut de Mion (que era tercero
al momento de la cuarta vuelta, la que se computó como válida
según el reglamento "la anterior a la bandera roja") que además
había hecho una sensacional tercera largada, frustrada por la
segunda bandera roja consecutiva y tercera de la jornada.
Punto y aparte.
(Continuará)
Producción integral de Ale Spizzirri (editor responsable de este sitio)
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