Impedidos que estuvimos, por razones de fuerza mayor, de llevarles nuestra
habitual crónica desde el costado de la pista, recurrimos al viejo método de
los balances post-doble jornada para cada piloto, sin que ello deba interpretar-
se como boletín de calificaciones individual, entendiendo que el aporte del
respectivo piloto es el más significativo dentro de un marco en el que conver-
gen muchísimos factores, mecánicos, técnicos y humanos, porque no siempre
es el piloto el que se equivoca, eso está debidamente comprobado.
Documento: el sábado, Nico Borgert partió desde el anteúltimo cajón. Y ganó.
De modo que, tras la doble jornada de Concepción del Uruguay, hubo grandes
ganadores, buenas promesas que están muy cerca, grandes desilusiones y tam-
bién, dos o tres incógnitas sin resolver. Vamos de a uno.
# 1 Nicolás Borgert (Ralt- Audi)
El campeón demostró tener un arma letal. Largó anteúltimo la final sabatina y la
ganó con suficiencia. Es más, pelear la punta le costó apenas un par de giros ¿qué
más se puede agregar? Que se le despanzurró totalmente el motor en la técnica
(ver foto 3) que se llevaron tapa, brida y cigüeñal para medir aparte -sin noveda-
des hasta el momento de escribir estas líneas- para descartar toda duda.
Nicolás tuvo un Ralt contundente, un motor que acelera como cohete, y él lo
lleva con una soltura y confianza en su medio, admirables. Está claro que se
sitúa un escalón por encima de los demás, incluyendo a Marco Veronesi, el
único que intentó seguirle el paso, hasta que desistió porque no valía la pena
ir tan jugado.
Sobre su decisión de darle paso al gualeguaychuense el domingo, no opinamos.
Es materia de los motoristas ¿Alguien sabe realmente cómo se comportará un
motor de dos litros con brida y 500 r.p.m. menos? Por el momento, es muy
temprano para prescindir de esas 500 vueltas, podrían ser necesarias para un
sobrepaso exigido, por ejemplo. Y Nico lo sabe.
En cuanto a la vuelta inicial de la final del sábado, de antología, es uno de
esos videos de a bordo para mostrarles en pantalla gigante a los pilotos nova-
tos. Todas maniobras de manual. Un lujo para los ojos. Siete puestos ganados
en una vuelta y sin un rasguño en la carrocería.
# 2 Marco Veronesi (Dallara- Audi)
Como para pensar en colgar los guantes de box definitivamente. Marco sacó cha-
pa de candidato el año pasado, y en esta "doble" (ganando el domingo) le sacó
lustre. No tiene el mismo medio que Borgert, claro está. Pero en este ajedrez del
"gano una y dejo ganar a los demás" que ha impuesto el nuevo reglamento -solo
de trata de cambio de maquillaje, la "cara" que muestra al espectador es la misma-
el que mueva mejor las fichas saldrá campeón.
Es que nadie corre solo. Si recordamos las desventuras de Germán López y la
fallida estrategia de Gabriel Massei de "ganar todo a lo último" (perdió con
Franco Baccon -que solo había ganado dos- el título por un par de puntos) se
abre un abanico de probabilidades, por más que la sensación frustrante del
fin de semana haya sido "Dénle la copa a Borgert ya" para el anónimo fanático
detrás del alambrado.
Marco tiene un equipo sólido detrás, sigue marcando poles, es decir tiene todas
las condiciones para aspirar a ser "el enemigo" de Nico Borgert.
# 6 Iván N. Percara (Dallara- R. Mégane)
El "Chino" fue una de las gratas sorpresas del fin de semana. No porque haya esta-
do en el "top five" todo el evento, sino porque se acercó a los que dominan la cate-
goría, con un motor "made in casa" y hasta estuvo al tope en algún momento de los
entrenamientos.
En otras palabras, más de los esperado. No le perdió pisada a M. Veronesi en la
segunda final, lo suficiente como para colarse por adentro cuando Borgert se
corrió a la izquierda para dejar pasar solo a Marco y posteriormente. al de Arangu-
ren le costó mucha goma gastada a cuenta en la última frenada para recuperarse de
la pícara maniobra del chajariense.
Puede dar mucho que hablar, porque ya es piloto de punta y si los "cucos" se caen
la victoria sería un saco a medida, como aquella primera victoria en Concordia.
Suma mucho también la mesura que guardó ante una reacción inesperada de Massei,
el sábado después de la final. Acción que el tiempo sabrá poner en su lugar: anécdota
o antecedente.
# 3 Gabriel Massei (Ralt- Audi)
Al arribar al circuito nos encontramos con la buena nueva que siempre quisimos
saber. No se retiró nada Gabriel. Es más, trabajó como un pibe en un auto que esta
vez se mostró arisco, difícil. Para colmo de males, el motor tuvo "mañitas" todo el
fin de semana.
Terminaron con los justo de ajustar el domingo, cerraron la tapa de válvulas, arma-
ron y que sea lo que Dios quiera. Y no. No hubo milagro, el motor siguió con esa
extraña falla que lo hizo sonar como si fuesen "tres cilindros y medio" y no cuatro,
algo difícil de describir con palabras para el que no es preparador o ingeniero, como
si a determinado número de vueltas el motor sonara "ronco y desparejo" pero que
el oído del "fierrero" automáticamente asocia con "algo no está bien en ese motor".
Con todas las limitaciones, como si se dijera "es lo que hay" el cordobés dio una
clase magistral de vergüenza deportiva y no bajó nunca los brazos. Es más, se la
peleó duro a los que se le vinieron encima como mosca al dulce de leche.
Juan Percara pudo, Gabriel Dalprá tuvo que afinar la mira, con toda su inexperien-
cia a cuestas, sin poder dar cuenta del Ralt amarillo malherido. Un podio (2º) y un
quinto lugar, nada mal por empezar "en muletas" (mecánicas) su enésima tempora-
da ¿no?
Para que miren y aprendan los chicos que cuando el motor tiene alguna falla, se ba-
jan malhumorados diciendo barbaridades, olvidándose que la única batalla que está
perdida de antemano es la que no se presenta.
Tuvo un domingo negro pero ni así se lo ve desanimado. Lo demás, lo deberán juzgar
quienes fueron testigos de la broma o reto (con en todo cordobés, nunca se sabe).
# 8 Juan M. Percara (Ralt- Audi)
Esta vez tuvo el medio que se necesita para estar entre los de arriba, como en algunas
fechas del año anterior. Si los Typek le entregan un auto veloz y confiable, Juan pone
lo suyo, que no es poco. En las primeras vueltas llegó a estar en el grupo que se movía
en bloque, como tratando de no permitir que Borgert hiciera de las suyas.
No pudo estar en el podio, pero éste llegará en el momento menos pensado, de seguir
por esta senda. Porque sacando a Borgert y Marco Veronesi, hay un grupo que está
muy parejo, y en ése se mueve Juan Manuel. Lo demás es trabajo y paciencia.
Creemos que no llegó aún al tope de rendimiento, ni el piloto, ni el conjunto. Hoy por
hoy, el cuarto lugar es el lugar exacto -que seguramente no coincide con su pretensio-
nes- dicho esto en la comparativa con el rendimiento de sus rivales.
#47 Máximo Pérez (Reynard- Audi)
¿Sorprendido de verlo en este nivel? Nosotros también. Y no está nada mal. El salto
de calidad se había insinuado en el 2015, pero subsistieron algunos problemas de
confiabilidad, que diluyeron un tanto el amague de estar, de una vez por todas,
peleando bien arriba.
Maxi llegó al cuarto lugar por mérito propio el sábado, y no por descarte, o sea por
errores ajenos. Tiene que dar otro saltito más para llegarles a los que pelean por el
podio, pero de todos modos, verlo emerger del pelotón del medio y alejarse de ellos
fue algo gratificante.
No se puede esperar otra cosa que no sea progreso, cuando detrás de este repunte
está el laureado Ariel "Toto" Olivera, el gualeguaychuense que fuera artífice de la
tremenda campaña de Mariano Fornasari. El traspié del domingo, no alcanzó a
desdibujar la buena imagen que dejó el día anterior.
Alentador debut de Juan P. Dalcol. Detrás, su "chief - manager" Jorge Typek
apuesta el 63 a la cabeza. Fue el sábado, con tibio sol.
# 63 Juan P. Dalcol (Dallara- R. Mégane)
No le pesó a Juan Pablo subirse al Dallara del Jorge Typek Competición, "el auto
encantado". Una máquina con historia, que solamente en manos de Martín Ponte
lograra arribar delante de todos.
El mismo Dallara que en otras manos, nunca alcanzó un rendimiento similar. Y a
pesar de que Juan Pablo no tenía experiencia en un monoplaza, tras su dilatada
campaña en el karting, el TPE 1600, TC Pista Entrerriano y esporádicas participa-
ciones en categorías nacionales, bien podríamos decir que no desentonó.
Se las arregló muy bien, muy suelto entre gente mucho más experimentada en esto
de andar con las ruedas "sueltas", unidas al chasis por parrillas que se ven.
En todo caso, la experiencia que se llevó servirá como punto de partida para cuan-
do se retorne a Concepción. El quinto lugar que conquistara el sábado fue un logro
trabajado de menor a mayor, con la consigna de mantenerse en pista, sin la
espectacularidad de un Joaco Veronesi, de Máximo Pérez o del explosivo Gabriel
Mouchet, que se fue desinflando hasta quedar octavo y último en arribar.
El domingo sufrió en carne propia el tener un compañero de equipo con las mismas
ambiciones, ya que "Bebochín" Pízzola lo batió hacia el final, rescatando un octavo
puesto merced al retraso de Pérez.
Juan Pablo y esa máquina van a dar mucho más, en cuanto se conozcan más, y el
gualeguaychuense asimile esos pequeños detalles que diferencian a una máquina
con techo de un sensible Fórmula. Estamos seguros que ésto es solamente el
inicio. Por lo pronto, el equipo chajariense está muy conforme con él. Y eso
motiva, ya se sabe.
# 9 Agustín Ferreyra (Ralt- Audi)
¿Y éste que hace aquí? Si el lector se hace esta pregunta, no se imaginan la que se
hacían los aficionados el sábado 7. Agustín estuvo tercero durante dos giros y
medio, antes que el motor lo dejara a pie.
Él y Gabriel Mouchet fueron la sensación de los primeros giros, en los que el
campeón Borgert superaba autos por adentro, por afuera, de a uno, de a dos y
de a tres (en la largada). El chajariense correría igual suerte, pero en aquel caso
el impulsor "aguantó" en tres cilindros la paliza y logró arribar.
En cambio, Agustín no pudo reparar y se despidió de la doble jornada mucho
antes de lo planeado. Sin embargo, nos dejó ese raro cosquilleo que producen
los batacazos, porque estar cuarto detrás del "inalcanzable" Massei no era lo
que se esperaba de él ¿sí o no?
Pues bien, ése es el motivo por el cual figura en esta lista, a pesar de su magra
cosecha. La senda que lleva al buen camino parece trazada para el villaguayen-
se y su reducido equipo. Habrá que insistir, porque el piloto -quedó visto-
siempre está. Inoxidable.
#7 Gabriel Mouchet (Ralt- R. Mégane)
Lo que hizo Gabriel en esta fecha no puede pasar inadvertido. Estuvo entre los
cinco primeros en la final del sábado, hasta que una falla en el motor lo fue retra-
sando. Las primeras vueltas "dándole trabajo" a Nicolás Borgert y su "imperial"
Ralt azul fueron todo un logro en sí mismo.
El domingo debió largar desde boxes, cuando una anomalía de último momento
les hizo esforzarse a Fernando Miceo y sus colaboradores, saliendo con lo justo
para aspirar a largar desde atrás de la barrera, con los neumáticos fríos por no
haber realizado las dos vueltas de precalentamiento.
Desde ese lejano puesto fue descontando terreno. Le alcanzó para un magro nove-
no lugar, mas los tiempos que marcó indicaron claramente que tenía para estar
otra vez en el entrevero. No pudo ser.
Alegra que "resurja" un piloto luego del prolongado receso, porque esto significa,
nada más ni nada menos, que se trabajó durante ese lapso. Es una de las incógnitas,
que en la próxima sabremos si hemos visto un anticipo, o un espejismo, eso sí...
muy bien intencionado.
#22 Gabriel Dalpra (Ralt- Audi)
Aquí tenemos otro caso de un piloto debutante que ha rendido mucho más de lo
esperado. Gabriel no las tuvo todas consigo el sábado (dos despistes) pero es algo
lógico en quien todavía está descubriendo los secretos de su máquina, y los del
tránsito en pelotón en un auto de Fórmula.
Saber en que lugar de la pista ubicarse en cada aceleración, cuando se juntan
varios y pareciera que la cinta asfáltica es muy fina para albergar a todos a la par,
es algo que se aprende con el tiempo, por ejemplo.
El público, por asociación o reflejo (el Ralt de Grinóvero sigue con los mismos
colores) compara con lo que hacía Germán López en esa máquina, craso error.
No le podemos pedir a un chico que viene del karting en tierra, que está en su segun-
da carrera, que asimile todo junto. Cada vuelta de Gabriel es la hoja de un manual
que él y solamente él está escribiendo. Hay que darle tiempo.
En la final del domingo, llegó a estar a la cola de Gabriel Massei (!) cuyo Ralt mal-
herido giraba en un ritmo que lo hacía pasar cada vuelta más y más lejos de Marco
Veronesi- Nico Borgert - Iván Percara.
El cordobés, con toda su veteranía, se las arregló para sostener un ritmo lógico para
las condiciones de su medio, ritmo que Dalpra no pudo sostener, con lo que le
quedaba de los neumáticos tras casi 40 vueltas entre sábado y domingo. El chasis
va cambiando durante la carrera, Gabriel lo está descubriendo, memorizando, etc.
Aprobó con creces. El que le pida más es un desubicado.
Diego Gros desarma en la técnica la obra de su arte, el motor Audi de Nico.(*)
# 44 Joaquín Veronesi (Reynard - R. Mégane)
"Joaco" fue otra de las gratas sorpresas de la doble jornada. Se la jugó a fines
del año anterior, poniendo su chasis y motor en manos de Héctor Percara, que
siempre ha sido el artífice de los logros de su hijo Iván. Si bien en general los
tiempos fueron cada vez más altos a medida que el viento se incrementaba, el
sábado en clasificación ya había signos de una mejoría.
En la final fue increíble volver a ver ese auto en el lote que pugnaba por el ter-
cer escalón del podio, con apellidos como Borgert, Massei, Mouchet, o Ferreyra
en el giro inicial.
Se agrandó el pelotón cuando Dalcol y compañía pasaron a ser sus rivales, finali-
zando sexto en pista. En la técnica quedó afuera, y tenía pues todas sus fichas
puestas en la revancha, la final del domingo.
Lamentablemente, un bulón de biela se cortó, y tras la "fumata" de rigor quedaron
tiradas en la curva 1 todas sus esperanzas.
Hay sobrados motivos como para aventurar otra destacada actuación.
#45 Francisco Pízzola (Reynard - R. Mégane)
El sábado, con su prematuro abandono en plena recta principal, revivieron los
ancestrales fantasmas que persiguen a esa unidad, por el que pasaron varios
pilotos de la talla de José M. Lugón, Sergio Villanova o Manuel Milera. Ningu-
no de ellos se pudo destacar, y "Bebochín" parecía correr idéntica suerte.
Pero el domingo, fue como si saliera el sol -paradojalmente ya que el astro rey
faltó a la cita- para el Reynard azul. Pizzola mostró pinceladas de su innegable
talento, tomó ritmo, yendo de menor a mayor, y en el balance, llegó arriba de
su compañero de equipo Dalcol ¿mucho, no?
No le pesó para nada bajarse del Fiat 600 y subirse a algo tan distinto como el
chasis británico con el motor de 2.000 centímetros cúbicos. Como conclusión,
pese a no ser un debutante, el futuro le abre puertas doradas de par en par al
paceño, que el domingo pareció ser más que su máquina. Con esto queda todo
dicho.
#32 Stefano Veronesi (Dallara- Audi)
¿Paso en falso de Stefano y su equipo? La verdad, todo el fin de semana muy le-
jos de aquel piloto que asustaba a los de punta el año pasado, llegando incluso a
pasar por la línea de meta antes que todos (un recargo lo privó de su primera
victoria, en Paraná). De todos modos, un mal día lo tiene cualquiera.
El séptimo puesto del sábado, fue por exclusiva obra de Stefano, con una moral
de hierro, "peludeando" solitario lejos de toda referencia y superando únicamente
al malherido Mouchet, con lo justo.
El domingo se repetía la historia, con alguna esperanza porque se iban cayendo
rivales, como Maxi Pérez. Pero en la undécima vuelta todo se acabó.
Poner la mente en Paraná, circuito en el que el chasis se siente muy a gusto, y si
el motor de Guerini acompaña, Stefano podrá volver a poner el Dallara blanqui-
azul en el lugar que le corresponde.
Nota del autor: (*) Este procedimiento es habitual en la técnica de "las cuatro
fantásticas, donde no se deja nada sin medir. La foto es
solo un documento de lo bien que se trabaja.
Texto y fotos: @AleSpizzirri
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