Desaparecida la F.E. el mote de "la máxima" quedó reservado para el TC
Pista Entrerriano, que en los último meses tuvo un pequeño repunte que
hay que saber valorar en su justa medida, dados los costos "estratosféricos"
que tiene mantener estos motores y estos chasis. Autos nuevos y otros que
han sido convenientemente "aggiornados" para que estén a la altura del
mejor, que continúa siendo el Falcon de Sebastián Reynoso.
Sabíamos que en Concordia se iba a dar circunstancias únicas. Es un circuito
que tradicionalmente favoreció a las Chevy, aunque las estadísticas estén
bien parejas en cuando a repartirse los éxitos con los Ford. En el peor de los
casos, se iba a producir un acercamiento y esto fue exactamente lo que
ocurrió. Otro doblete de Seba, pero sin tanto margen como en otras ocasiones
lo que en cierto modo le da más calor al solitario éxito de Juan Farabello en
una anterior en Paraná, con una pizca de suerte y otro muy buen Ford.
Pues bien, empezadas las tandas, se notó que tanto Martín Fuentes como
Roberto Carlos Main estaban más cerca del otrora "imperial" Ford de los
hermanos Bonnín. El TCPER presentó 12 máquinas en su primera salida a
pista y Reynoso estuvo 8 décimas más rápido que Fuentes. Tercero Moine
con el "híbrido" Dodge/motor Ford a 1" 165 y cuarto Juan P. Torreta a 1" 587.
Teníamos un segundo entrenamiento el sábado, en el que apreció la Chevy
roja de "Robert" Main, empezó a afinar el Falcon blanco de Farabello (a 112
nada más) pero Reynoso tuvo un problemita, quedando muy debajo en la
planilla. La hora de la verdad era al mediodía, con la primera clasificación.
Allí volvió a reinar Reynoso (1' 18" 746) con un crono muy lejano al
minuto dieciocho 045 de la primera tanda. Fuentes quedó a 341 y Farabello
ya "en otra liga" a 746. Roberto Main a 981 y tampoco Torreta mejoraba
quedando sexto a 1" 191. A clasificar salieron los 14, con el retorno de César
Pellenc después de muchísimo tiempo.
Ya en las primeras horas de la tarde, cuando salieron a la segunda clasificación.
Reynoso mejoró notablemente (1' 18" 227 a 145, 141 km/h). Pero sin lograr
aproximarse a aquel tiempazo de la primera tanda. Tampoco sus rivales pudieron
mejorar, Roberto Main quedó a 1" 189 y Fuentes a 1" 224.
Párrafo aparte para la primera experiencia de Geraldine Barroso en este trazado.
La oriunda de María Grande en la primera salida estuvo a 12 segundos del mejor
tiempo, fue bajando en cada pasada. En la primera tanda de clasificación quedó
a ocho segundos de la pole y en esta iba también a esa diferencia tratando de
seguir bajando. El entusiasmo terminó en un golpe contra el muro que destruyó
gran parte del chasis, quedando de espectadora para todo el resto del fin de
semana. Lo importante es que ella no sufrió ni un rasguño (ver fotos).
Lo que realmente dejó preocupación fueron los inconvenientes de Juan Farabello,
lejos muy lejos del protagonismo que tuvo en fechas anteriores. El resumen de
las pruebas de clasificación: seis iban a tratar de hacerle frente a Reynoso, los
restantes siete (perdiendo 4 segundos o más por vuelta) iban a acompañar.
El TC Pista fue una de las tres que pudieron hacer la final sabatina con
normalidad. Los oscuros nubarrones nos tenían desconcertados, porque en
los pronósticos la probabilidad de lluvia era del 10 %. Se la esperaba para la
noche, se adelantó. Sin penalizaciones ni ningún otro artilugio que lo haga
partir atrás, ganarle a "Seba" es casi una utopía. Martín Fuentes en esta
oportunidad se calzó el traje de "muchacho bueno de la película" (al menos
eso creíamos) tratando de hostigarlo, o al menos de seguirlo de cerca.
Pero hubo un "actor de reparto" que no estaba en los planes, Mariano Moine.
Se puso tercero delante de la Chevy roja de Robert Main, Quinto Farabello,
sexto el campeón Main, séptimo Torreta, octavo Schepens y paramos de
contar porque ni siquiera dos vueltas y ya ondeaba la bandera amarilla.
Bianchini... Solia...Almada...Peretti... ¿Quién faltaba? El recién retornado
César Pellenc y el impecable Falcón de la Peña San Salvador. Por lo tanto
toda la tercera vuelta la hicieron detrás del A.S. La marcha lenta permite
volver a contarlos, descubrimos que faltaba Juan P. Torreta. Tres giros
nada más y dos autos menos.
Antes de cumplirse la cuarta se hizo el procedimiento de relargada, con el
A.S. a toda velocidad entrando en la calle de acceso a boxes y Reynoso
retrasando adrede la hilera, para arrancar de golpe, sin aviso. Esta picardía
le hizo ganar valiosos metros de ventaja con respecto a Fuentes y el resto.
Mas lamentablemente, solo en las películas de Disney el "muchachito
bueno" logra su cometido. El retraso de Martín Fuentes en la quinta vuelta
no estaba en los guiones (léase cálculos) de nadie. La gente en la terraza de
boxes meneaba la cabeza. La "tradicional" pelea Ford vs Chevrolet se había
frustrado. Pasó segundo Moine, tercero Farabello, tercero Juan Main y
cuarto Roberto, mucho más lejos de los esperado.
¿ Fuentes? Muy retrasado, pasando al Ford amarillo de Bianchini como
con bronca. En la siguiente ronda (la sexta) Farabello dejó atrás a Moine,
Schepens se mantenía sexto - todo un mérito - Mariano Peretti séptimo,
Sebastián Almada octavo y Fuentes ya estaba noveno, habiendo dado
cuenta del rojo escarlata de Jorge Solia.
Con Reynoso totalmente escapado, en la séptima Fuentes sobrepasó al
Chevy lila de Almada. Mirar como escalaba el Chevrolet azul del
gualeguaychuense con motor de Mammarella era la única alternativa
para no aburrirse. Adelante hubo dos variantes más. Fuentes recortó la
distancia con Roberto Main (otro más con motor Mammarella) y lo
pasó en la décima, dejando en claro que tenía como para estar al
menos detrás del cómodo líder Reynoso.
Schepens cerró mal lo que hasta la novena vuelta había sido brillante,
perdiendo dos colocaciones y Mariano Peretti con el Chevrolet 400
luego de ser superado por Fuentes, también sucumbió ante un
atento Seba Almada. Tremendo séptimo lugar final para el esforzado
piloto de Basavilbaso, llevando a los puntos al motor de los hermanos
Lucci.
Reynoso, Farabello y Moine al podio, Juampi Main cuarto arribando
siete segundos antes que Fuentes. Sexto Roberto Carlos a tres segundos
de Fuentes, octavo Schepens, noveno Walter Bianchini y décimo Peretti.
El último en completar los doce giros fue Jorge Solia. No fue mala la
cuarta final del año, solo que ese gustito a "más de lo mismo" puede que
empalague, a todos menos a los hinchas de Ford.
Afortunadamente, las doble jornada dan revancha. Borrón y cuenta nueva.
Sin aquellos negros nubarrones, el domingo el tiempo fue impiadoso. Fres-
co y ventoso, con esos golpes de furia que el Dios Eolo manda cada tanto y
que tan de mal humor pone a los pilotos porque les varía las cargas sin
previo aviso (pero cuando el viento en cola los favorece no dicen nada).
Importantes daños en el Falcon de Geraldine Barroso. Concordia no suele tratar bien a losLa segunda final del TC Pista fue la cuarta en el orden, entre las nueve
finales que se corrieron desde las 9:30 de la mañana. Estaban programadas
siete pero como FRE y F3E suspendieron las sabatinas, corrieron desde esa
desacostumbrada hora. La verdad es que cayó muy bien para los equipos
presentes este adelanto, pero no tanto para el público remolón, acostumbrado
a ver finales a partir de las 11.
Un baldazo de agua helada apenas iniciada la quinta final del año. Seba Almada,
que había sido empujado para arrancar en la vuelta previa, logrando alcanzar la
hilera con lo justo y ponerse en su cajón, se quedó clavado, detenido en el
mismo y la competencia tuvo una baja antes de empezar. Una lástima.
Para los espectadores, no pudo haberse iniciado mejor la segunda final. Fuentes
tenía la clave para arrancar mejor que Reynoso. La 88 defendió muy bien la
cuerda en la última curva, para pasar como cabeza del trencito en la primera
vuelta. Tercero Main y cuarto Moine, novedad aquí porque habían largado
al revés, Moine en el cajón 5 y el campeón en el 6.
Toda la segunda vuelta y todavía seguía en punta el Chevy azul francia de
Fuentes. Dos Ford blancos pasaban a la par. Inesperadamente, Gero Schepens
resistía a los intentos de Farabello. También en la tercera vuelta el manejo
defensivo de Fuentes se anticipaba a toda maniobra de Reynoso. Los hinchas
de Ford se empezaban a impacientar y murmuraban "tapón" pero hasta aquí
todo era válido, inobjetable.
Sin embargo, cuando llegaron a la zona de "la bota" o sea la horquilla alta o
"del tanque de agua" como le dicen algunos nostálgicos el líder era Reynoso.
Todavía seguía tercero Juampi Main, cuarto Moine, quinto Farabello, sexto
Schepens, séptimo Torreta, octavo Pellenc, noveno Peretti y décimo Solia.
No pasaba Walter Bianchini que tenía un importante retraso al momento de
abandonar. El segundo en claudicar había sido Roberto Main, sin paso.
Cuatro vueltas, tres autos menos. Pero había más. Al bajar para cumplir la
quinta vuelta, trompo de J.P. Main. El Falcon amarillo y rojo quedó atravesado.
Al parecer se le agarró el motor porque quedó ahí, fue removido a un lugar
menos peligroso y luego se trabajó para tapar el aceite en la pista.
Una vuelta entera en estas condiciones, pasaron para cumplir la sexta. La
bandera amarilla para advertir el peligro apareció en la séptima vuelta. Si bien
no era en la zona de frenaje, las manchas estaban en plena zona de tránsito, la
parte media de la última curva. Acá le damos la derecha a las autoridades, no
era necesario que ingrese el A.S. La carrera continuó con un nuevo tercero
(Farabello) por delante Moine y con Schepens acosado por Torreta. Los dos
buscando el quinto lugar. Quedaron entonces séptimo Pellenc, octavo Peretti y
noveno Solia, que no tenía un ritmo muy alentador.
Dos grandes duelos. Reynoso dominando a Fuentes, sin sacarle demasiado y
¡Moine! Con ese espíritu que lo caracteriza, había recuperado el tercer puesto
ante Farabello. Muy evidente, los dos motores Ford estaban parejos. Iban
ocho vueltas.
En la novena, la pequeña luz de Reynoso quedó reducida, se encendía la
esperanza de un final mano a mano. El solo hecho de que el Ford nro. 101
no se haya cortado ya era un aliciente... ahora quedaba por verse si en las
restantes tres vueltas Fuentes iba a lograr colocarse a la cola nuevamente.
Juan P. Torreta había liquidado el duelo con Schepens, Y Farabello acosaba
a Moine. En la décima el gualeguaychuense se pondría otra vez tercero.
Schepens pasó retrasado en este giro. Ya había perdido dos posiciones y por
la escasa velocidad que llevaba (como si la caja se hubiese quedado trabada)
Mariano Peretti se le acercaba. Y así llegamos al momento de la definición.
La oportunidad que tanto esperó Fuentes se presentó desde unos metros
antes de ingresar a la última vuelta. Jorge Solia no acertó a darle paso a
Sebastián Reynoso cuando se aprestaba a sacarle la vuelta. Hubo un titubeo,
un levantar apenas el pie del acelerador. Lo suficiente como para que Fuentes
se le ponga a la cola. Quedaba una vuelta y conociéndolo a Martín, él se la
iba a jugar.
Eligió la misma zona donde se le anticipara Reynoso a él, es decir "la bota" y
no le salió. No pudo "contener al indio" (hay que estar en el lugar de él con las
pulsaciones galopando) y decide probar por un lugar imposible, la parte interior
de la horquilla alta. Reynoso se defiende cerrando su línea, lógicamente. La
Chevy para no renunciar sube dos ruedas al piano y "un poco más allá" del
mismo como decía el relator de TC recientemente fallecido. Ninguno de los
dos quiso levantar y el toque fue una consecuencia lógica.
Nunca habíamos visto a Reynoso acosado o incluso superado (en las primeras vueltas) en unSe desacomodó el Falcon, se cruzó. Alcanzó a frenar Fuentes pero ya era tarde.
Lo dominó bien, con los justo Reynoso y llegó "derrotado" a la línea de meta en
segundo lugar. La victoria de Fuentes "no valió"... la devolución del puesto era
cantada y llegó. Farabello a 18 segundos completó el podio, cuarto a 23 Moine,
quinto Torreta a medio minuto, sexto Pellenc, séptimo Peretti, octavo Schepens,
noveno a una vuelta Solia y se terminó.
Doblete de Reynoso, sabor agridulce de los espectadores porque el final que
vieron (festejaron en vano) no fue el esperado, pero la penalización estuvo
bien. No fue un sobrepaso válido. Ahora habrá que enderezar fierros y pensar
en la próxima. Todavía no se le pudo ganar en el mano a mano a Reynoso.
Apareció el valiente, se le encabritó el caballo. Un paso adelante, por más
que los espectadores no puedan advertirlo. Cada cual con su corazoncito.
Producción integral de Ale Spizzirri (@Rumbalpodio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario