Tuvimos un mes movido en el buzón de los lectores. En Twitter nos han
empezado a seguir pilotos del WTCC, que estarán en Termas de Río Hon-
do próximamente. Pedimos disculpas por las demoras, pero hay pregun-
tas difíciles de responder, y las que rozan la vida privada de los pilotos,
van al canasto directo. No se olviden, esto no es farándula. No damos
datos de ningún piloto, equipo o persona vinculada, es una regla básica
del periodismo.
Ahora sí, podemos empezar. Una de las tantas críticas que recibimos ca-
da tanto, provenía del norte entrerriano "una página de información debe-
ría...." Error. No nos cansamos de repetirlo. "Rumbo al Podio" es una pá-
gina de opinión, no de información. Si quieren ver clasificadores 1-2-3 y
nada más, hay que recurrir a las muy buenas, de los colegas.
La sutil diferencia entre una y otra, es la probabilidad de equivocarse. El
ciberperiodista, que "copia y pega" cómodamente instalado en la redac-
ción, tiene menos chances de "pifiarla" que el que camina de lado a lado en
los boxes yendo hacia la noticia, y no "esperándola"...¿se entiende?
Las paces con "P Competición" ya están hechas. No hay drama, siempre
son bienvenidas las críticas. Agradecemos los elogios de Gabriel, otro
lector de lejos. Aunque no tan lejos como Eduardo, argentino radicado
en México. Con su permiso, vamos a reproducir su historia y su admira-
ción por los hermanos Miceo, de los cuales se declara fanático.(*)
Ya se lo comentamos a Fernando, que no lo puede creer. En cuanto al
resto de su pedido lo contestaremos por mensaje privado. Y ahora por
fin le respondemos a Emi, Rami y otros cuantos que pidieron que narre
la relación entre los hermanos Fittipaldi y los chasis Mini de karting.
Hablar de Mini sin empezar por "Mecánica Riomar" no tiene sentido. Para
ello, tenemos que situarnos en la década del '60 , cuando recién nacieron
estos "aparatos" (creados para matar el tiempo en una base militar de los
EE.UU. por un grupo de reclutas) eran aún llamados "Go-karts" y estaban
lejos de la popularidad de ahora. Es más, se los veía como una diversión.
tipo carritos del Ital-Park....Bueh, el "Ital" era un parque de diversiones
de Bs.As. que también desapareció. Mundo cruel...
Si bien su verdadero nicho siempre fueron los motores para embarcacio-
nes, los hermanos Mário y Cézar de Carvalho terminarían siendo los
verdaderos "zares" del Karting sudamericano.
La pequeña fábrica artesanal de motores fuera de borda empezó modes-
tamente en un galpón, que como suele suceder, se expandió desde una
diminuta tornería (fundación, el 8 de mayo de 1959) a una naciente pan-
ta que llegó a tener 19 operarios.
Sus fundadores, los hermanos de Carvalho, fueron tentados por Cláudio
Rodrgues para fabricar un chasis que haga famoso al motor. Conseguido
a medias este propósito, Rodrigues se desvinculó de Riomar en 1966.
La responsabilidad de mantener esa fama bien en alto recayó en Maneco
Cambacau y Wilson Fittipaldi Jr. más conocido como "Wilsinho" pues
su padre (y el de Emerson) se llamaba igual.
Luego de trabajar en las matrices durante seis meses, Riomar consigue
por primera vez en América Latina construir un "Chasis seriado" para
karting.
Revolucionario para la época, tenía sin embargo un detalle : estaba adap-
tado para el motor Riomar. El tremendo éxito de este chasis, en el que
por supuesto Emerson tuvo mucho que ver, hicieron ingresar a "Emo"
a la sociiedad con los hermanos de Carvalho, Wilsinho y otros.
Una vez que los derechos de fabricación estaban en buenas manos,
Emerson migró a la Fórmula Vee (algo así como los chasis tarántula
de hoy día, con motores del "escarabajo" paso obligado por aquellos
tiempos de los que querían tener un futuro en los monopostos) eso
ocurrió en 1967.
Todos conocemos como los Fittipaldi hicieron su camino en Europa.
Lo recordamos como compañero de equipo en Brabhan de "Lole" Reute-
mann, e inmediatamente nos viene la imagen del BT 42 de 1973. Pero
"Wilsinho" ya estaba en Brabham desde hacía algún tiempo, en la
imagen lo vemos con su clásico casco de "piquitos" amarillos que
después invertiría su hijo Cristian. La disnastía Fittipaldi sigue, con uno
de los nietos de Emerson (Pietro). De "Emo" no vale la pena hablar,
su historia es por demás conocida.
El tema es que Riomar desde la década del '70 no ha parado de crecer,
y ese predominio se afianzó desde el lanzamiento en 2002 del modelo
"Smart" que logró fácilmente la homologación C.I.K.- F.I.A. y por
ende de la C.N.K.
Actualmente, la fábrica de Mini se halla en los alrededores del circuito
de Interlagos, y su meta de alcanzar estándares de producción "en un
entorno completamente amigable con el ambiente" fue plenamente al-
canzado, Entre otros tantos logros, citaremos el programa de recupera-
ción y reciclado de partes, algo que para los argentinos nos suena a
ciencia-ficción.
Para no resultar pesados, les diremos que la historia completa se la
puede leer en www.kartmini.com.br en portugués. Por las dudas
avisamos que la traducción disponible es malísima.
Algunos usuarios de Mini ilustres, aparte de los Fittipaldi (incluídos
Cristian y Pietro) Ayrton Senna, Mauricio Gugelmín, Nelson Piquet,
Cristiano Da Matta, Rubens Barrichello. Tony Kanaan (reciente gana-
dor de las 500 Indy) Helio Castro Neves, Gil de Ferrán, etc.
Muchos pilotos entrerrianos han usado la marca brasilera. Para no
ir demasiado lejos, vemos en estas líneas al villaguayense Matías
Guiffrey, y debajo, al concordiense José Luis Talermann, actual
piloto del equipo Ramini de F. Metropolitana.
La vista en detalle de este chasis (probado por José Luis en el
Nocturno 2013) ya la habíamos ofrecido unas semanas atrás.
La seguimos el mes que viene, si Dios quiere. Gracias por estar en
contacto.
Nota: (*) En esta sección se modifican levemente los nombres de los
lectores, por motivos obvios de privacidad.
Excelente nota , felicitaciones !
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