La final del TC 850 el domingo pasado en Concepción del Uruguay fue lo
mejor de las "4 Fantásticas" en la que sin dudas fue la definición más apre-
tada de las tres finales que se van disputando. Hasta el el último giro hubo
que aguardar la definición, y no es un juego de palabras. Es más, el gana-
dor fue quien arriesgó en el último kilómetro, y le salió redondo.
Si en la primer victoria en Paraná había parecido como el fin de su larga
lista de pequeños errores conductivos que le impedían figurar entre los
grandes candidatos, Ramiro Albisu -que venía de ganar en Concordia
en un final de "allegro vivace" explotando al máximo virtudes propias y
errores ajenos- en la final del domingo se colocó definitivamente el traje
de aspirante, pues demostró frialdad para mantenerse en el lote de punta,
atacando en el momento preciso, en el lugar exacto, en el único que él
mismo sabía que la potencia del motor de Saettone iría a lastimar.
Esta clase de finales no puede ser definida como "pareja", queda corta la
definición, sino "ultrapareja". Cada error por mínimo que sea (como un
radio de giro más amplio que el ideal) se paga muy caro, y cada maniobra
bien terminada reditúa mucho más de lo que parece.
Ahí reside el mérito de los tres o cuatro punteros, y se entiende el grito de
desahogo del paranaense, santafesino por adopción, una vez que se libró
del cinturón de seguridad (foto 2) Fue su mejor carrera.
Para Luciano Sendrós en cambio, dejó un sabor agridulce, al no poder
concretar nada de lo que insinuó en la previa. Es más, con el cierto pareci-
do que tiene este trazado con el de Paraná presentíamos que iba a ser el
día del gran repunte. No fue así, lamentablemente.
Para otra oportunidad dejamos el análisis de los motivos por el cual el TC
850 mantiene intacta su vigencia como "categoría espectáculo". En esta
crónica le vamos a contar lo sucedido por orden cronológico y a grandes
rasgos.
En la mañana del sábado se hizo la primera sesión de entrenamientos oficia-
les. El reaparecido Fernando "Tuti" Elola con 1' 06" 232 era el más veloz,
seguido de Oscar Demarlengue, Damián Scopetta (ahora con motor de
Hugo Rissetto) y Ramiro Albisu.
Cisneros quinto y hasta ahí los encerrados en un segundo. Para la segunda
tanda de P.L. oficiales, Oscar Coffy marcaba 1' 06" 928, mejor que Elola,
Albisu e Iván Sánchez. En ésta ya había 7 Fiat 600 en un segundo, a pesar
de no haber sido más veloz que el registro de la tanda 1.
Pasado el mediodía, en la primera salida válida por las Pruebas de Clasifica-
ción (PC) volvía a ser el más rapido en recorrer los 2.440 metros el "Tuti".
1' 06" 528, Demarlengue a 218, Scopetta a 242 , Albisu a 356 y Sánchez
a 542. Se seguía reduciendo la brecha entre los tiempos. Ahora había 8
en un segundo.
Para la 2da. y definitiva tanda de PC, Luciano Sendrós, que había sido el
noveno a 1" 035 en la primer intentona, se despachó con un tiempo de
otra galaxia, 1' 06" 116 (132, 857 Km/h) dejando a Albisu a 247 y a
Demarlengue a 480. Fernando Elola quedó tercero en la lista con el
tiempo de la primera tanda, que no logró bajar.
El resto (5º Cisneros, 6º Scopetta, 7º Sánchez, etc.) a más de medio segun-
do, diferencia que sin embargo en TC 850 no significa quedar descartado
para la lucha por la vanguardia. Solamente que habrá que tener "los remos
más largos".
Todo un aperitivo de lo que se vería en la final se vio en la primera batería.
A la vibrante puja que mantuvieron Cisneros, Coffy y Sendrós (que perdió
la vanguardia en el segundo giro) se le agregó un cuarto elemento, un autén-
tico Alien que desde atrás se lo devoró uno por uno, para finalizar con una
victoria que hizo delirar a los presentes: el retornado Eduardo Landi.
También Sánchez fue escalando, robándole a Sendrós el cuarto lugar. Los
cinco arribaron encerrados en 844 milésimas, con Coffy delante de Cisne-
ros (3º).
Apenas 081 del vencedor al sanjosecino, en un final "todos juntos sobre la
línea" que puso a prueba la toma de tiempos por sensores (de otro modo
hasta podría haberse visto algo distinto según la posición de cada observa-
dor).
La segunda no fue tan pareja, por que Albisu "avisó" que si lo dejaban to-
mar la punta, tenía un medio para temer. No se escapó demasiado, pero
sí lo suficiente para esterilizar todo intento. La lucha era entre los que lo
seguían. Mucho le costó a Damián Scopetta afianzarse en el pelotón, y
sobre el final de la serie (a 5 vueltas) librarse del acoso del "enjambre" que
lideró Oscar Demarlengue.
Con el banderazo a la vista, Juan P. Bressan -ganador de la primera fecha
en Paraná- terminó su pequeña escalada superando al veterano ex cam-
peón del CE 850, que se tuvo que conformar con entrar cuarto. Un segun-
do 208/m detrás arribó Eliseo Contardi.
Albisu, Landi, Scopetta y Coffy ocupaban los cuatro primeros cajones de
la grilla de la final, y por lo tanto, en los papeles previos uno de ellos sería
el vencedor de la contienda.
Todos sabíamos que con una curva ciega, con dos curvones, amplio radio
de giro y velocidad entre intermedia y elevada, los toques, trompos e inci-
dentes por el estilo estarían a la orden del día. Los hubo, y el más significa-
tivo de ellos ocurrió apenas iniciada la final.
En el cierre del curvón que culmina con el ingreso a la recta opuesta a la
principal (la que es visible, porque las otras quedan ocultas por la topogra-
fía del Autódromo de Concepción) Darío Cecchini y Jorge Lambert se to-
caron resultando despedidos hacia la cama de grava a alta velocidad.
En un tercio de segundo que pareció un siglo, porque los corazones de
detuvieron, terminaron contra el talud, sin consecuencias físicas para los
dos pilotos. La carrera se neutralizó con el ingreso del A.S.
La gente de la Comisión Autódromo es muy celosa y detallista, y demás
está decir que habrán tomado nota de los tres vuelcos (contando éste)
del fin de semana, y como mejorar la eficacia de los sistemas de conten-
ción.
Una vez que se determinó que no sería necesario un traslado en ambulan-
cia, con un chequeo in situ de los pilotos involucrados (admirable el pro-
fesionalismo del Dr. Treppo pese a no estar al 100% en estado físico)
la final prosiguió con la bandera verde que decretó el cese de la "tregua".
El compacto lote, entre los cuales estaban Sánchez, Albisu, Cisneros,
Elola y unos metros más atrás Contardi, perseguía como perros de presa
al puntero Landi. Por desgracia, Sendrós a marcha lenta se tuvo que ol-
vidar esta vez de toda ilusión de pertenecer al quinteto de punta.
Albisu en la recta hacía valer sus HP, pero solía perder en el transcurso
de ese mismo giro la vanguardia. En otra ocasión fue Elola el que probó
apilarlos a todos por adentro en la recta principal, mas su intento no pros-
peró.
Fueron doce giros vibrantes, eléctrizantes, inenarrables. Hubo ocasiones
en las que llegaron a pasar cuatro máquinas a la par en la recta principal,
con otras dos o tres muy cerca, formando un "racimo" que se perdía de
vista en la leve colina que sigue a la veloz curva 1. Permanente cambio de
colocaciones, que se hacía difícil de ir anotando en el cuaderno de apuntes.
Algunas veces llegaban en trencito a la anteúltima curva. En otras, alguno
de ellos bloqueaba tratando de ganar unos metros tras el paso por la
recta opuesta, buscando acomodarse mejor para encarar la última curva,
la que todos conocemos y que pronto recibirá un pianito en su parte
exterior.
Se distanciaban los "vagones" del trencito y posteriormente se volvían a
acercar entre sí. Interesante además, como fue acortando distancias con
el lote de adelante el paranaense Martín Aldás, que cosechó a buen rin-
de, todo lo contrario a lo de Damián Scopetta que fue de mayor a menor
en rendimiento, pero ahora sabemos que está para las grandes cosas.
En una misma pasada por un curvón, las posiciones variaban entre los cua-
tro integrantes del pelotón. Albisu notó que buscaban proteger la cuerda
en la bajada del opuesto, y en el último paso, sorprendió a todos con el
"rush" a fondo, por afuera, que liquidó el pleito porque a la siguiente
curva lo estaba esperando la bandera a cuadros.
Y terminó, terminó, terminó....como decía el gran Osvaldo Cafarelli en
sus narraciones de box desde el Luna Park "terminó la contienda, y los
gladiadores se tomarán un respiro" palabras que le caen perfecto a esta
final, porque levantaron el pie del acelerador y recibieron el aplauso de
todo el público.
O de casi todos, porque más de uno quedó con las ganas de preguntar
-un poco en serio y otro poco en broma- "¿Cómo? ¿Terminó? Yo quería
que siga, por los siglos de los siglos".
En síntesis:
Una carrera de espeluznante paridad, definida por una maniobra exacta,
brillante y sabiamente ejecutada, por quien sería el indiscutido ganador.
FINAL a 16 vueltas = 39,040 Kmts.
1º Ramiro Albisu 22' 16" 776
2º Eduardo Landi a 522
3º Fernando Elola a 641
4º Martín Aldas a 811
5º Alejandro Cisneros a 1" 309
6º Elideo Contardi a 1" 619
7º Damián Scopetta a 1" 781
8º Iván Sánchez a 2" 036
9º Juan P. Bressan a 2" 198
10º Oscar Demarlengue a 11" 074
11º Humberto Odiard
12º Santiago Colomá
13º Rubén Degeneve
14º Rolando Ramat
15º Alfredo Mosser
16º Mariano Mendiburo
17º Juan M. Alliaud con 4 vueltas menos (Ab.)
Abandonaron : Martín Degeneve, Fabián Ruiz, Oscar Coffy, Jorge
Lambert y Darío Cecchini.
Excluído : Luciano Sendrós, bandera negra por maniobra peligrosa
en perjuicio de la máquina nro. 5 (Coffy).
Promedio del ganador: 105, 136 Km/h
Récord de vuelta : Fernando Elola 1' 07" 135 a 130, 841 Km/h
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