lunes, 29 de mayo de 2017

Resumen fecha 2: Grinovero. Pízzola y Urcola, otra vez

La perspectiva que deja analizar la segunda jornada de las provinciales una semana
después es inmejorable. Si bien tanto el de Sauce Pinto, como el paceño en el TC
850 y el victoriense en el TC Pista Entrerriano repitieron, los tres lo hicieron de
manera -obviamente - diferente, sin hacer ostentación de superioridad.



En el caso del TC 850, "Bebochín" ganó con lo justo ante un Alejandro Cisneros que
lo persiguió como perro de presa, terciando en la pelea el juvenil Esteban Benítez,
de brillante final.

Dos series que dejaron varios candidatos, entre ellos Luciano Sendros, que pareció
encontrar el rendimiento que su equipo busca con afán, al ganar la segunda serie,
aguantando la presión de Cisneros. Menos de dos décimas entre el Fiat negro y el
rojo, que les otorgó pasaporte derechito a las primeras filas de la final.

La primera fue una batalla infernal que Eliseo Contardi definió a su favor en la línea,
cuando todo parecía que sería de Francisco Pízzola. Apenas 167 milésimas los separa-
ron, por lo tanto al de La Paz había que tenerlo en cuenta para la final.

Lamentablemente, a Sendros lo volvieron a visitar los viejos fantasmas, que le hicieron
perder posiciones sin piedad. Se cae el motor en la final y no hubo arma para defender-
se. La final fue un electrizante duelo entre Pizzola y Cisneros. Llegó a "prestarle" la
punta al de La Clarita por una vuelta y fracción, pero enseguida devolvió gentilezas
el por ahora invicto volante, que se baja del Reynard de F.E. (entró quinto) para subir-
se al Fiat 600 como si nada.

"Tecla" Benítez hizo un esfuerzo extraordinario, escalando al tercer lugar y luego
recortando la diferencia con los dos escapados. Tal vez en ese esfuerzo, se pudo haber
quedado sin gomas para ir por más (llegó a estar segundo) terminando ahí nomás,
tercero a 538.

A más de cuatro segundos, Oscar Coffy logró un cuarto lugar que le otorga un alicien-
te para seguir firme en su intento de volver a los primeros planos. Coffy llegó al fren-
te del pelotón, que llegó disgregado, con algo así como un segundo entre  auto y auto.

Así, recibieron la cuadriculada Santi Colomá, Rodrigo Miraglio, Román Fontana,
Ramiro Albisu, Luciano Sendros y Fernando Fusaro, a la cola del concordiense que
resistió como pudo para no ser superado por séptima ocasión.

Solo ocho giros pudo dar Esteban Lucero antes de ingresar a boxes para abandonar.
Ausente Gerónimo Gerlach, fue el novato de la fecha. También debemos destacar
al paranaense Maximiliano Pascual, de correcto desempeño, mucho mejor en la
serie que en la final. Hay que seguir rodando.

Como corolario, queda entonces claro que esta vez a "Bebochín" no le sobró nada.
En la foto 1 vemos la primera pasada, cuando todavía era Contardi el líder.

2
De principio a fin, Urcola, Moine y el "festival Ford" de la final del TC Pista.



Otro tanto podríamos decir del TPE 1600, la categoría más parecida al Turismo
Pista o al T.N. que tenemos. No basta contar con un buen auto, que haga todo lo que
el piloto le pida y no se "caiga" al final de la carrera. También debe ser muy bien
administrado, y ésta es la especialidad de Jonathan Grinovero.

Espléndido, perfecto como siempre estuvo el del Gol motorizado por Cuatrín, El
público tiene sus favoritos, y el preferido de "El soberano" fue Massei, que también
hizo una final espectacular, calificación que también debería recaer en Matías Dezzu-
to y Marco Veronesi, de muy distinto final... y comienzo.

Se explica así: Mientras Matías Dezzutto cuenta con un equipo bien estructurado, el
cordobés con su reducido equipo se dispersa en el auto de Fórmula de Marco y otro
poco en el Gol azul de Massei. Durante casi todo el fin de semana, al bello "tricolor"
de Veronesi nadie le hace ni una alineación de ruedas, permanece "en stand by" (o
tirado, para hablar en cristiano) en el box. Créase o no, como decía Ripley.

"Jony" la lideró de semáforo a bandera, escoltado por Brian Dodera en los primeros
circuitos. Al uruguayense lo superó Gastón Dubois, que fue haciéndose paso, caída
de rendimiento de Sergio Dezzutto mediante.

Al de Colonia Mabragaña lo superó Matías Dezzutto en la undécima vuelta, habien-
do largado el de Federación en el cajón 8. Casi al mismo tiempo, Massei dejaba
atrás al Fiat Uno del primo del escolta, ubicándose "top seven". Había largado 20 tras
la penalización del sábado.

Cuatro vueltas, eso fue todo el tiempo que pudieron seguirlo de cerca a Grinovero.
Se alejó de a poco, no demasiado pero dejando en claro que nadie iba a poder ir
por él. Por el contrario, la ilusión del público se desvaneció en la séptima vuelta,
cuando Diego Ponte ingresó a boxes. Hasta entonces, no había podido circular en
ritmo de punta, decayendo vuelta a vuelta, hasta que lo más apropiado fue salvar
el motor alquilado.

Séptimo en la décima vuelta, Massei se vino desde atrás. También dejaría atrás
sucesivamente a Marco (su compañero de equipo) Sergio Dezzutto (en franca caí-
da) y Brian Dodera, que en la décima justamente había perdido el tercer lugar con
Matías Dezzutto.

En la vuelta 14 el cordobés debía descontar mucho para acercarse a Gastón Dubois,
el tercero, que sería un hueso duro de roer. El único escalón del podio que se
discutió al final de cuentas.

Hasta la vuelta 17 lo taponó como pudo en los sectores clave el que defendía la pun-
ta del certamen, hasta que perdió en la última vuelta. Pero no se limitó a eso, fue
por Matías Dezzutto, y llegó acosándolo, con el federaense defendiéndose como
pudo en el último frenaje de la final. Los espectadores contentos, con la demostra-
ción del cordobés, que nos hace recordar sus años en el TN.

Marco Veronesi por su parte, hizo un gran esfuerzo final para dejar atrás a Dodera,
conquistando un quinto lugar, que como dijimos, fue brillante teniendo en cuenta
su medio.


La mancha negra de la final del 1600

Párrafo aparte le vamos a dedicar a Nahuel Zanandrea y el equipo de los hermanos
Morier. Visto el estado en que quedó el auto el sábado, el sentido común decía que
era imposible que ese montón de hierros retorcidos pudiese estar largando la final
al día siguiente.

Lograron ponerlo en marcha (ver foto) pero unos minutos antes de la orden de salida
a pista (o "warm up" como le dicen los anglófilos) descubrieron que no traccionaba,
se había roto un elemento que requirió el cambio del palier derecho. Pidieron la
prórroga, que se cumplió y fueron inflexibles... ni un minuto más.

Trabajaron a contrarreloj y Nahuel salió desde boxes en la vuelta dos del puntero,
es decir solamente tres o cuatro minutos después del horario pactado. ¿Tanto costa-
ba esperarlo? Nuestro automovilismo se hizo grande cuando en aquellos tiempos
de las multitudinarias carreras de la "F 5 entrerriana" se esperaba lo que sea para
que el que rompía a último momento largue.

Dos imágenes del Gol de Nahuel, antes y después de la "reconstrucción" de parte
del equipo Morier "el Muy bien 10 felicitado" de la fecha. Abajo izquierda, los
nuevos colores del Gol de Marco Veronesi, otro que "se manejó todo".



No había amenaza de lluvia, ni de tornado, ni de nieve...es incomprensible. Los
más memoriosos recordarán esa final en que un candidato de famoso apellido
pidió al comisario Scolamieri que se le conceda tiempo extra para que el rival
directo repare y largue, acción caballeresca que terminaría costándole el
campeonato. Claro, eran otros tiempos... cuando se respetaban las pasiones
del público.


Urcola y Moine, dos samaritanos en una lenta agonía

Por último, el TC Pista cumplió a duras penas su tercera final del año. En esta
oportunidad, se disputó la "Final clasificatoria" del mediodía, ganada por Eduardo
Urcola sobre Mariano Moine con los justo (860) batalla que se repetiría en la final,
como única atracción, ya que el sorprendente desempeño del Chevrolet 400 de
Blanc en manos de Martín Fiorotto quedó trunco...

Lo más interesante de la fecha era saber hasta dónde podría llegar Fiorotto, iba
segundo en la hilera cuando en la segunda vuelta se quedó sin transmisión. Ahora
se oficializó el pedido a la Comisión Directiva de unas vueltas más en el limitador
de R.P.M. ya que los demás se oponen a variar otro aspecto del reglamento 2017
que los ponga nuevamente a la par de los dominantes Ford.

Este presente, el peor de la historia del T.C.P.E. no puede ser atribuido únicamente
a la situación económica de la provincia, que todos sabemos que no es la mejor...

También deberán hacerse responsables quienes en su momento tomaron las decisio-
nes a partir de las quejas de los usuarios de Ford. No obstante, la doble jornada dejó
algún saldo positivo para los cuatro usuarios de la marca del moño presentes.

Una gran labor de Sebastián Almada, que dio un salto de calidad al incorporar
motorización de los hermanos Lucci. Lo de Luli Ponte el sábado fue descollante,
pues nadie esperaba verlo al veterano en segundo lugar, motivadísimo y hasta
ensayando maniobras como en sus mejores tiempos.

Se cayó un tanto la Chevy el domingo, y aún con el rendimiento para abajo no se
rindió el concordiense, aunque esta vez no le alcanzó ni para el mano a mano con
Raimundo Patat, que es el "clásico P.A.M.I" (dijo el maldito de Perico por ahí)
del TC Pista.

El Chevrolet by Rissetto que lleva en sus entrañas el Torino de Raimundo Patat.


Ya que nombramos al "Yacaré" digamos que este año estrenó una segunda evolu-
ción del desarrollo que viene haciendo "despacito y sin apuro" (sic) Hugo Rissetto
siendo éste desde años atrás el único "híbrido" de la categoría, aunque no siempre
llevó el motor Chevrolet de don Hugo debajo de la trompa ese Torino azul.

No dejó mucho para el comentario la final, que no sea la porfiada persecución del
de María Grande, que se había llevado la final del sábado, al de Victoria, que esta
vez no tuvo errores en su tarea y se llevó todos los puntos en disputa.

La bandera a cuadros cayó piadosamente cuando se cumplían diez giros, dos me-
nos de los pactados (como ocurriera en la F.E. Pareciera que las autoridades esta-
ban apuradas en regresar a sus casas) lo que representó un alivio para "Puchero" y
también para Moine, que en esta doble jornada se anotó como "enemigo" del
vencedor en el torneo anual.

Solamente quedaban siete máquinas en pista, tras el tercer abandono consecutivo
de Sebastián Carboni, además de los ya citados Almada (5 vueltas) y Fiorotto.

Así, el tercer escalón del podio fue para Roberto Main, cuarto Hipólito Roullier
que ha hecho grandes progresos, acorde con la expectativa que se creó en ese
auto tras las prácticas que hizo buscando encontrarle la vuelta a ese chasis. Juan
Pablo Main y Roberto Patat arribaron quinto y sexto, el paranaense a 46 segundos
del ganador, lo que podría ser un fracaso para quienes lo miran de afuera, pero en
realidad es un repunte, porque en la anterior había perdido muchísimo más, llegan-
do a 15 segundos por obra y gracia del Auto de Seguridad, que con piso húmedo
había sido "el undécimo protagonista" en Paraná.

A menos de dos segundos del Torino arribó mascullando rabia seguramente Luis
Ponte, al que le hubiesen venido bien las dos vueltas que le rebanaron a la final.

En síntesis, siguió el número de máquinas en diez. Regresaron dos Chevrolet,
pero se ausentaron los Gallo, tal como habíamos anticipado. Dos pilotos que
emigraron a Buenos Aires (Dalcol y Delgado) sin contar a los Gallo porque
ya estaban allí, "alternando" con Entre Ríos.

Tres retiros voluntarios en disconformidad con el reglamento (Fuentes, Canzone-
tta y Serra) y uno por prescripción médica (Rey) hasta ahora es el saldo de la
gestión de la nueva Comisión Directiva, que tuvo un durísimo año de aprendizaje
(2016) y que está hartando al público, que sin pelos en la lengua asegura que
favorece a los pilotos de la ciudad del Presidente del organismo (María Grande).

El domingo 21 quedaban las finales del TP 1400 y de Citroen, por lo tanto el
público no se retiró, y nos quedamos sin poder medir el grado de fidelidad hacia
el TC Pista vernáculo. Los gestos (hastío) que había en la calle de boxes eran muy
elocuentes. Los dirigentes deberían tomar nota.



@AleSpizzirri (texto y fotos)







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