Había empezado con nubarrones, un domingo muy otoñal resultó, con el
tibio sol de mayo dándole brillo al leve repunte que tuvieron las categorías
provinciales, bien acompañadas por dos zonales que está en vigoroso
crecimiento. Jonathan Grinovero (foto 1) repitió el triunfo en un circuito que
le es muy favorable, aunque esta vez no le sobró nada por la recuperada
paridad que reina en el T.P. Entrerriano 1600.
En el TC Pista Entrerriano, el victoriense Eduardo Urcola le dio una nueva
victoria al Ford ex Gabriel Scordia, atendido por el larroquense Agustín De
Zan (chasis) y el motorista nogoyaense Ariel Martínez (hermano del "Gurí")
Mayor mérito que aquella primera vez el año pasado en este circuito, cuando
"Puchero" ganara por vez primera tuvo ésta, porque debió soportar el acoso de
Mariano Moine, que se había adjudicado la final del sábado como ya comenta-
mos, al que doblegó por tan solo 189 milésimas. Al podio lo completó Roberto
Carlos Main, todos con Ford.
El concordiense Luis Ponte fue séptimo, y el único Chevrolet en arribar, en
una final que dejó mucho que desear por el escaso parque y las roturas del
30 % de esta decena de máquinas.
Francisco "Bebochín" Pízzola saltó del Reynard de Fómula Entrerriana (en el
que le cupo una más que aceptable labor) para animar la mejor final de la tar-
de...que fue la de...(sonido de trompetas, por favor)...sí, acertó, la del TC 850.
Acosado toda la final por Alejandro Cisneros, que incluso llegó a arrebatarle la
vanguardia por un giro, el paceño condujo con la frialdad de un veterano -a
pesar de su juventud- para no dejarle hueco al ingeniero agrónomo de La
Clarita, un especialista en finales para el infarto, precisamente.
Completó el podio el juvenil Esteban Benítez, que es una realidad, sacándose
definitivamente de la frente el rótulo de "promesa". Apenas seis décimas lo
separaron de su primer triunfo (ver foto 2).
Mala tarde de Luciano Sendros, que a la mañana nos había ilusionado. Nada pudo
hacer para evitar que lo vayan superando uno por uno, con un extraño bajón de
rendimiento de la planta motriz. Arribó octavo.
Los aplausos al ganador Grinovero en el TPE 1600 fueron compartidos, de algu-
na manera, por los que se llevó el cordobés Gabriel Massei, que había largado en
la última fila, desde donde trepó hasta el podio (tercero) asediando a Matías
Dezzutto, que soportó como pudo para adueñarse del segundo escalón.
Nicolás Borgert dominó la final de la Fórmula Entrerriana, tras la rotura del mo-
tor en la "serie" del día anterior, la primera vez que se rompe en carrera un
impulsor de Diego Gros, su preparador, desde que incursionara en "la máxima"
tres años atrás.
No es la segunda vuelta. Así llegaron. Último paso antes de la bandera a
cuadros, que los esperaba a 50 metros. Pízzola, Cisneros y Benítez.
Iván Percara lo escoltó, muy lejos del tercero Stefano Veronesi, de particular
batalla con su primo Marco, definida cuando el impulsor del ex subcampeón
comenzó a fallar.
El concordiense Agustín Milera arribó octavo, en una correctísima labor, si se
tiene en cuenta que fue la primer experiencia en este difícil escenario. Ni el
veterano Agustín Ferreyra pudo con él.
La revitalización de la Fórmula se está haciendo esperar, porque si bien el par-
que aumentó levemente, los dos motores rotos dejaron fija la cantidad de máqui-
nas que efectivamente largaron. Leonardelli y Dalpra no tuvieron esa suerte.
Matías Buschiazzo logró un impecable triunfo en Citroen Competición, que
reunió 13 unidades, de las cuales por un incidente que lo dejó en tres ruedas no
pudo participar Marcelo "Tarta" Barello. Cuando todo parecía que Mario
Delcausse iba a ser escolta, un rateo en el motor definió la contienda por el
segundo puesto en manos de Nicolás Broggi, que arribó a poco más de 6 déci-
mas del ganador.
El rubio de Urdinarrain, Nicolás Grauberger fue tercero. Hay que destacar sin
embargo, el prematuro abandono de Lisandro González Barral, que se perfilaba
como enemigo del excampeón Buschiazzo. La juventud pisa fuerte en esta
categoría.
Por último, en el Turismo Pista 1400 se vivió una tarde histórica. David Lound
llevó al triunfo a un chasis Chevrolet Celta, el octavo modelo que gana desde
que la categoría se puso en órbita de la F.A.E. (el verbo "federizar" no existe).
De esta manera, solamente el Renault 4 L (en los tiempos que la categoría se
llamaba "Copa Turismo Standard" (en español se dice "estándar") de Marcelo
"Sapo" Chiarella y el Fiat Palio de Walter Barbieri fueron los únicos modelos
que no ganaron, si la memoria no nos juega una mala pasada.
El último modelo en ganar había sido el Ford Láser, también en manos del
experimentado especialista en encendido por inyección controlada por central
electrónica.
Lo que hace más meritorio el triunfo del campeón 2015 es que el mismo David
(al que asisten solo dos colaboradores y su hermano Gastón) es el artífice del
motor. Uno de los últimos piloto-preparadores que quedan.
Al podio lo completó un emocionado Walter Giovenale (recientemente papá)
que llegó muy cerca de Lound, y el de Villa Elisa, Ricardo Garnier, que en pista
había sido cuarto detrás de Javier Huerta, penalizado por falsa largada.
AMPLIAREMOS
@AleSpizzirri
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