go cuando David Lound lograra un histórico triunfo con el modelo Chevro-
let Celta, en tan solo la cuarta final que el níveo auto de su propia factoría
compite. Mérito doble, pues David es un ejemplar de la casi extinguida raza
de los pilotos artífices de su motor. Dominó con autoridad. podríamos decir,
durante todo el fin de semana.
Solamente se le escapó la "pole position" que quedó en manos de Martín Mi-
guel Chiraulo, un logro que dice más de la extraña capacidad de concentración
para clasificar que tiene el piloto del barrio San Martín, y del buen Fiat Uno
que le provee el Pierini Competición, más que otra cosa.
No es exagerar, puesto que desde el sábado en que salieron a probar por primera
vez, el Celta se mostró balanceado, competitivo, a diferencia por ejemplo del
Fiat Uno de Ignacio Rodríguez, al que evidentemente le cayeron mal los kilos
de lastre.
Hermoso susto fue el golpe de José Orellana en la curva 2, "ayudado" por el
barro, consecuencia de las abundantes precipitaciones de los días anteriores. El
Fiat Uno del campeón quedó maltrecho, como vemos en la foto 2, obligando a
todo el equipo de los Pierini a redoblar esfuerzos. Cabe destacar que los Martí-
nez, padre e hijo, colaboraron activamente en el arte de doblar la chapa para
que recupere su lugar original. Gesto digno de ser citado.
La primera vuelta de David Lound en la serie fue contundente. Se alejó de Walter
Giovenale, José Orellana, Daniel Peliquero y "Nachín" Rodríguez de tal manera
que de inmediato se nos ocurrió, sería inalcanzable para ellos. Así fue.
Otro grupo lo compusieron, un poco más atrás Javier Huerta, Javier Gómez, Agus-
tín Roncaglione y Ricardo Garnier. Cerraban Pedro Chiarello y Gustavo Bonnín,
retrasado desde el inicio mismo. Apenas un giro había durado en pista Chiraulo.
El primero en perder posiciones fue Peliquero, que disminuyó su ritmo, siendo
superado por todos. Giovenale fue limando la diferencia con David a partir de
la segunda vuelta.
En la tercera estaba mucho más cerca, había inquietud en los mecánicos de Lound,
creyendo que perdía ritmo, pero en realidad a Walter le iba a faltar "un poquito
así" para ponerse realmente a tiro, o sea en condiciones de adelantarlo.
Linda maniobra de Roncaglione, superando limpiamente en la última curva a Javi
Gómez, por adentro. Renzo D'Acosta pasaba anteúltimo, notablemente retrasado.
Volvió a hacerle diferencia Lound al escolta Giovenale en la cuarta vuelta. Gómez
pasó acosado por Garnier. Roncaglione había desaparecido de la hilera.
Daniel Peliquero enfilaba a boxes, pocos segundos más tarde volvieron a bajar
por la recta opuesta los punteros, para cumplir la quinta y entrar en la última.
2
Destrozado el frente, poniendo manos a la obra, y el resultado, al otro día. El
sábado habían trabajado hasta medianoche.
Lound, Giovenale, Orellana, Rodríguez (más cerca del "Puma") Huerta, Gómez,
Garnier, Chiarello, Bonnín y D'Acosta eran los diez que quedaban. La única
variante del último giro fue que el de Paysandú (D'Acosta) superó al de Ubajay,
Bonnín. El tiempo de Lound fue 8' 58" 552 para los seis giros (121, 125 Km/h
de promedio).
La final: Persiguiendo al conejo blanco.
La final del 1400 fue la que cerró el evento el domingo. Se largó con el Chevro-
let Celta en punta. La máxima discusión que le plantearon fue hasta la curva 1,
el Duna de Giovenale, que terminó con Lound imponiéndose, por la cuerda. De
semáforo a bandera, David estuvo impecable.
Giovenale, Huerta, Rodríguez y Garnier era el trencito de las primeras vueltas,
detrás del Celta que con el Duna de Walter se iba escapando. Contabilizamos en la
segunda pasada como venían detrás del de Villa Elisa: Gómez, Peliquero, Orella-
na, que en el primer giro había pasado "perdido" entre el segundo pelotón.
La persecución de Giovenale en aquellos giros fue implacable, no obstante, David
cuidaba bien no dejar ningún lugar libre para el sobrepaso. La novedad de la
tercera vuelta era el Fiat Uno de Ródríguez, con los primeros síntomas de la poste-
rior rotura de caja, comenzaba a retrasarse.
Lound, Giovenale, Huerta, Garnier que todavía no sabía que el concordiense que
lo precedía tenía cinco segundos de recargo por falsa largada. Detrás del "Chapulín"
venían Peliquero, Gómez, Orellana, Chiraulo, Roncaglione y mucho más lejos
Bonnín versus D'Acosta en otro "round" de lo visto en la serie. Cerraba Chiarello.
Iban cuatro giros.
El momento clave de la final fue en el inicio del quinto giro. David había bloquea-
do levemente las ruedas al frenar muy exigido a la entrada de la última curva. Fue
como el sello "denegado" sobre una imaginaria planilla en la que Giovenale solicita-
ba posibilidad de mano a mano. Casi en ese mismo instante, salía de boxes Ignacio
Rodríguez, que había ingresado para que intenten destrabarle la caja de velocidades.
Detrás de Garnier, el cuarteto que seguía dirimiendo el reparto de los puntos gordos:
Peliquero, Gómez, Orellana, Chiraulo.
Huerta y Garnier se cortaron del cuarteto que los perseguía en la sexta vuelta. Walter
Giovenale había intentado lo imposible por afuera, apareando la línea del Celta. No
hubo caso.
Para que le pongan en el lugar el cable de encendido que se le soltó, dejando en
tres cilindros al motor, entró Renzo D'Acosta a boxes. Saldría también con lo
justo delante del dúo de punta. Una intensa sexta vuelta.
Una vuelta más tarde, Orellana y Chiraulo habían dejado atrás a Gómez. Mientras
tanto, Peliquero se separó de ellos, quedando como eslabón.
Pareció tomarse un respiro Giovenale en la octava. No atacó al líder esta vez. En
la cola de la carrera, detrás del noveno Roncaglione pasaban Bonnín, Chiarello,
Rodríguez y D'Acosta.
Y como un boxeador que gana por acumulación de golpes, no por una mano
afortunada, en la octava vuelta Lound se le escapó al Duna de Giovenale. Lo
propio hacía Huerta de Garnier. Pero lo mejor de esta vuelta fue el ascenso de
Martín Chiraulo, que se sacudió de su compañero de equipo Orellana y fue
por otro, el Duna amarillo de Peliquero.
Con Renzo D'Acosta circulando unos cincuenta metros más adelante, el punte-
ro Lound tenía -aparentemente- un poco más cerca al Duna de Giovenale. En
la undécima vuelta el uruguayo quedó tan cerca, que se hacía imperioso poner-
le bandera azul para que deje pasar.
Muy motivado, con un auto excelente esta vez, "Calo" Garnier recortó la
diferencia con Huerta. Para Chiraulo se le hacía muy difícil la hazaña de llegar-
le a Peliquero. Tenía problemas de caja el "Gringo" del Duna amarillo, se
había quedado sin segunda velocidad.
Peor aún, Gustavo Bonnín tuvo que tomar la drástica decisión de entrar a boxes.
El fin de semana había acabado para él.
Acató con celeridad D'Acosta la bandera azul, corriéndose hacia la cuerda en
la recta principal, al cumplirse la duodécima vuelta. El retraso de Peliquero
hizo que se forme un terceto compacto otra vez, con Chiraulo y Orellana.
Algo que no estaba previsto sucedió en la decimotercera vuelta. Garnier
había superado a Huerta, que se mandó por adentro en la frenada de la recta
opuesta, inicio de la última curva, metiendo la trompa con todo. Circularon
a la par unos metros, hasta que como si le hubiesen dado permiso, salió
delante del Fiat Uno azul el rojo y blanco de Huerta.
Todo en vano, porque como quedó dicho, muy pronto le iban a dar la mala
nueva: cinco segundos de recargo. También habíanse tocado, en este caso en
la zona de "la bota", Peliquero y Chiraulo, que se había tirado y no pudo
evitar "la intrusión" de su trompa en el lateral del Duna (ver foto 3).
Los dos últimos giros no tuvieron ninguna otra atracción que la contención
de Peliquero a sus dos compañeros de equipo.
Así, con Walter Giovenale cerca, pero impotente para forzar una maniobra de
sobrepaso, terminó la cuarta final, cayendo la bandera sobre el Celta blanco.
Tarde negra la de Ignacio Rodríguez, que sin embargo se las ingenió para
sumar unos porotitos, vitales para mantener la punta del certamen. Giovenale,
que estuvo largo rato dentro del habitáculo cuando arribó a parque cerrado...
"Se me mezclaron muchas cosas en la cabeza. Vos
sabés, la operación (quirúrgica que fue sometido
para recuperar la plena movilidad) la familia
que tanto me ha apoyado... me emocioné mucho."
se metió en la pelea por el cetro, de la que Orellana sigue prendido a pesar
del susto sabatino. Lound se agregó en esta fecha, con un auto que pareciera
tener mucho más para dar. Y Peliquero siempre está, problema más, problema
menos.
El campeonato se está poniendo a punto caramelo. Y creemos, todavía la
categoría no alcanzó aún su techo 2017. Veremos en la próxima.
CLASIFICADOR FINAL - CUARTA FECHA TURISMO PISTA 1400 - CONCORDIA
21/05/2017 - Circuito de 3.020 m - 15 vueltas - Distancia 45, 3 km
1º David Lound Ch. Celta Concordia 15 v.
2º Walter Giovenale Fiat Duna Concordia
3º Ricardo Garnier Fiat Uno Villa Elisa
4º Daniel Peliquero Fiat Duna Concordia
5º Martín Chiraulo Fiat Uno Concordia
6º José Orellana Fiat Uno Concordia
7º Javier Huerta Fiat Uno Concordia
8º Agustín Roncaglione Fiat Uno Concordia
9º Javier Gómez Fiat Uno Concordia
10º Pedro Chiarello Fiat 128 Concordia 15 v.
11º Renzo D'Acosta Fiat Uno Paysandú (a una vuelta)
12º Ignacio Rodríguez Fiat Uno Concordia (a una vuelta)
13º Gustavo Bonnín Fiat Duna Ubajay (a 4 vueltas)
Campeonato 2017 disputadas cuatro fechas
Rodríguez 124, Orellana 117, Lound 114, Peliquero 112, Giovenale 102,
Huerta 94, Garnier 79, D'Acosta 77, Chiraulo 71, Roude 68, Roncaglione
67, Gómez 64, Chiarello 54, Bonnín 47, Héctor Prelat 5.
Posiciones finales y campeonato editados del parte de Prensa A.P.T.S.
@AleSpizzirri
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