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Era sabido que la final del Coronación sería polémica, que habría sorpre-
sas. Pero lo ocurrido esta tarde en el Autódromo de Concordia superó
todas las predicciones.
El "quinto" candidato, el convidado de piedra, el que llegó como "punto",
o sea Martín Fuentes, se llevó todo lo que estaba en disputa, menos la
clasificación. No dependía de él, tenían que darse una serie de resultados
desfavorables...y hasta la penúltima vuelta el campeón era Sebastián Rey-
noso con el Falcon de los hermanos Bonnín...
Existen los milagros ¡qué duda cabe! Pero a la suerte hay que ayudarla,
trabajando duro, no cometiendo errores, y por sobre todas las cosas, to-
mando las decisiones correctas en el momento oportuno. Ése es el gran
mérito de "Tincho" Fuentes y su equipo, y por eso volvieron a ser cam-
peones ¡ Con todos los honores!
Dijimos ayer que Sebas Reynoso lograba la pole por unas pocas milési-
mas. Nada estaba dicho. Y fue Martín Fuentes quien nos diera la razón
en la Final Clasificatoria.
Porque ni bien se apagó la luz roja, Juan P. Gallo salió como un cohete
decidido a adueñarse de la punta, sin embargo, poco le duró. Al salir
de la zona de "la bota" en el comienzo de la recta que lleva al curvón
interno, "no salió nunca" -aparentemente se le trabó la caja- por lo que
lo superaron varios, quedando desde ahí en más la punta en poder de
la "12" de Martín, diríamos para todo el resto de la jornada. Ni mas
ni menos.
Segundo todavía cerca Reynoso, tercero Retamar, mientras Hoet lo
cruzaba sin asco a Gallo que quería recuperar terreno de cualquier
forma. La hilera seguía con Moine, Borgert, Carboni, Carpanelli,
Romero Ferrari, Patat y el Chev. 400 del "Negro" López, que ya
había comenzado a fallar.
En el siguiente giro, Borgert pasó muy retrasado, producto de un des-
piste. Sexto pasaba a ser Carboni, 7mo.Carpanelli, y recién entonces
Moine. Martín J. López se dirigía a boxes, para abandonar por el res-
to del día, con el auto bañado en aceite.
En el cuarto giro, Fuentes ya estaba escapado, Retamar había supera-
do a Reynoso, y tanto Hoet como Gallo se dirigían a parque cerrado
para abandonar la batería. Los dos con huellas de un toque muy feo.
Gallo tenía la punta izquierda de su trompa dañada, y algun perjuicio
en los tubos conductores de aire fresco a los frenos. Germán Hoet
lucía un fuerte golpe en el lateral derecho, como si esa trompa se
hubiese incustrado. Ahí bien podríamos decir que gran parte de sus
chances murieron. Lo único rescatable : los dos se comieron la bron-
ca. Era hora de reparar y no de pelear.
La Clasificatoria siguió normalmente, alzándose Fuenbtes con un con-
tundente triunfo ¡ pero nadie se animaba a predecir que lo iría a repe-
tir en la gran Final!
Retamar (2º) se aferraba a su ilusión. 3º Reynoso - los hinchas de Ford
daban el título como pan comido- y a continuación Carboni, Carpanelli,
Moine , Borgert, y Romero.
La Final del Coronación fue terrible.Tuvo tres campeones parciales, de
los cuales "el que rió último rió mejor". Poco antes de las 14 se largó
la última de todas las carreras del año. Cerraba el programa TC pista,
también se cerraba un año increíble, con aciertos y errores, pero con
balance altamente favorable.
Claro, esta Final puso su granito de arena en la balanza, porque hizo
galopar marcapasos, despertó la modorra de hasta el más escéptico.
Y más, después de los títulos "cantados" de Lucas Benítez y Ramiro
Silva, y el extraño, ilógico, maravilloso, sicodélico o decepcionante
título de Martín Coulley en la Fórmula (cada cual tendrá su opinión
al respecto, "todo se ve según el cristal por el que se mire").
Emociones genuinas. Final de película de suspenso ( o de gangters
motorizados, bah) y un campeón por obra y gracia de a) su talento,
b) los errores de su rivales, y c) la puntuación "grossa" (50% más
de puntos) que el Reglamento previó para este Premio Coronación.
No vamos a cambiar ahora de opinión, porque las personas de bien
mantienen lo dicho, con resultados favorables o no. Martín Fuentes
hizo su carrera, ajeno a toda especulación. Lo de él era "matar o mo-
rir en el intento" ¡ Y le salió perfecto!
Ahora vamos a narrar cómo sucedió, que para eso Ud. abrió esta
humilde Hoja.
Desde la misma largada, Fuentes fue por su destino, tomando la pun-
ta con autoridad. Reynoso lo seguía, y en apenas dos giros, Retamar
pasó en 3era. colocación. Moine contenía a un incisivo Borgert, que
pronto demostraría que no vino a Concordia a pasear.
Sexto iba Carboni, y luego Hoet, Gallo, Romero, Carpanelli, Ferrari
y el Torino de Patat. En el tercer giro, Reynoso era el "jamón Ford"
entre las Chevis de Fuentes y Retamar. Pero se paró la función.
En el cuarto giro entró el A.S. siempre lento para estos motores tan
grandes, y recuérdese que con una sensación térmica de 30 grados
(a la sombra) los radiadores necesitan "aire", al menos en primavera.
Salió el A.S y se destapó Borgert, dejando atrás a Retamar (ahora
4º) mientras Juan P. Gallo pasaba muy retrasado, falto de ritmo co-
mo si algo le sucediera al Chevrolet 400.
En la séptima vuelta, Borgert se colocó 2º para delirio de los hinchas
de la marca del óvalo. Todo el esfuerzo del ya escapado Fuentes se
diluía, con el ramirense 2º y Reynoso 3º....pero ¿se iba a dejar arreba-
tar así el cetro Reynoso?
Gallo entraba a boxes (out) cuando nuevamente fue convocado el A.
de Seguridad a la pista. Pasaron todos menos Borgert, que lo hizo
último, unos minutos después.
Por segunda vez Fuentes tuvo que soportar que toda la diferencia
"bien amasada" se le escapara por un error ajeno. Pero era su día.
En la vuelta 9 se reanuda la carrera, con un protagonista menos,
pues Borgert entraba a marcha lenta al recinto de verificaciones,
y se bajaba del Falcon.
En la décima vuelta, hay novedades, pero no en el frente (Fuentes
se escapó sin problemas) Moine y Carboni habían aprovechado
el relanzamiento y "durmieron" a Reynoso, que buscaba al larro-
quense por todos los lados, con el orgullo herido.
Sexto Hoet tratando de no perderles pisada,y luego, los sobrevi-
vientes Carpanelli, Romero, Ferrari y Patat.
Y llegó la undécima y anteúltima vuelta. Los nervios comenzaron
a jugar su rol ¡ Con 50 grados dentro del habitáculo! ¿Quién po-
día mantener la cabeza fría ? Bueno, Fuentes parece que tenía la
fórmula....
Entran a la última curva para hacer la recta, los esperaba el cartel
con el "1" que indica último giro, y la bandera blanca agitada.
Reynoso no espera más y le pega a Carboni para recuperar la
posición, el larroquense bloquea, casi se vá afuera. "Sebas" se
vió obligado a hacer un radio de giro amplio, quedando por el lado
de afuera, es decir contra el paredón, pero con el pedal a fondo
creyó que también podría con Hoet.
El villaguayense lo toca con la trompa, y como el Falcon rojo/ ama-
rillo del gualeguaychuense venía pasadito, se estampa contra el mu-
ro estruendosamente. El torneo tenía entonces un nuevo dueño, la
Chevy negra del puntero. ¿Cuál? Sí, la Chevy de Fuentes. Habái
que restregarse los ojos...
Retiraron rápidamente al Falcon de Reynoso, y llegó a su fin la tem-
porada, con la caída de la bandera a cuadros.
El festejo fue tremendo. El griterío de los hinchas de Chevrolet, en-
sordecedor. La sonrisa de los dirigentes de TC pista, enorme.
Mientras en un sector (la carpa) se realizaba la revisión Técnica,
en otro lugar del Autódromo (la combi del TPE 1600 equipada
con pantalla y un equipo de video de última generación) los co-
misarios Rebechi y Pinget, con el Presidente Stettler, miraban
una y otra vez las maniobras de la polémica final.
Luego de un tiempo, se confirmaron las posiciones. Ganador y
campeón Fuentes, 2º Retamar, 3º Moine, 4º Hoet, 5º Carboni
6º Carpanelli, 7º Romero, 8º Ferrari, 9º Patat y décimo, a
pesar del abandono, Sebastián Reynoso, que cuando bajó del auto se agarró la cabeza, mientras sus rivales cruzaban la
meta...
Cara y ceca de la vida. Euforia en el equipo Fuentes, serena
resignación en las huestes de Retamar, que no logró ganar, por
lo que su estupenda cosecha de puntos solo le alcanzó para
mirar hacia el 2013 con esperanzas, aunque no nos confirmó si
lo seguirá intentando...¡No importaba! La hinchada de la marca
del moño lo había invitado a saltar para festejar, con esos habi-
tuales cantitos cuya letra despectiva no vamos a reproducir de
ninguna manera. Ud. ya sabe, hace una semana que se están
cruzando, y esta fue una suerte de revancha doméstica.
Sólo nos reta decir una cosa:
¡Salud Campeón!
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