martes, 5 de junio de 2012

Citroen: Almada contundente en un arranque "descafeinado".

Una nueva temporada de los simpáticos "patitos feos" se inició en el sur
el domingo. a pesar de encontrarse en su "epicentro natural" la categoría
no logró reunir ese parque de veinte o más máquinas que tantas satisfaccio-
nes nos dejara en los años anteriores.

Para colmo, los dos grandes "gladiadores" que acaparaban la atención (el
múltiple campeón Rafael Arnolfi y el pacifista hindú "Flaco" Echazarreta)
ya no se presentan más -dicen estar retirados pero para nosotros afilan la
espada nada más- por lo que todo el "peso protagónico" este año quedó
depositado en el larroquense Sebastián Almada, otrora escudero con permi-
so para pasar al frente. Por cierto, en una de ésas estábamos "mal acostumbra-
dos" a la lucha con el cuchillo entre los dientes, y por eso la imagen que nos
dejó esta primera fecha haya sido un escalón por debajo de lo esperado.

Citroen estrenó una plausible novedad, la butaca del piloto corrida hacia el
medio del habitáculo, o alejada de la puerta en el peor de los casos (ver foto
3) una medida que no es tan costosa, y todas las categorías deberían adoptar.

De los 13 pilotos presentes, doce giraron en las PC. Ulises Tofolon ya sufría
de los inconvenientes que lo privaron de participar. Almada marcó 1´34" 740
a 102,863 Km/h, escoltado allá lejos por "Patico" Bruzzoni a casi 2 segundos.
Todo dicho.

Con este panorama, nadie se asombró que Almada pique en punta en la serie.
Francisco Bruzzoni era el segundo, Nicolás Broggi el tercero, Cristian Peruzzo
acosado por un incisivo Gerardo Ferrari; y unos metros más atrás, un trencito
en el que Esteban Ferrari iba perdiendo terreno. Completaban dicha fila , Angel
López : Matías Buschiazzo y Daniel Fernández. De entradita nomás, se iban
quedando atrás Edgardo Costa y el "Pato" Etchegoyen.
Tofolón no alcanzó a dar ni medio circuito.

Gerardo Ferrari pasó a Peruzzo y éste hizo lo propio con Broggi.Nada estaba
dicho en ese trío que doblaba de a tres en las curvas veloces.
Peruzzo quería la tercera colocación, pero Gerardo metió la trompa primero en
la curva 3 y volvió a recuperarla.

El joven Broggi quedó algo retrasado hacia el final de la batería, mientras el
Citroen blanco de Ferrari atacaba a Bruzzoni, que se mantuvo como escolta.
Francisco Bruzzoni tiene por ahora el auto mejor presentado.Al menos para este
cronista. un final para el bostezo de la serie, con una única "batalla": la que man-
tuvieron Matías Buschiazzo -con problemas- y Daniel Fernández.

Almada-Bruzzoni-Gerardo Ferrari-Peruzzo-Broggi-López-Buschiazzo-Fernández-
Esteban Ferrari y Costa (estos dos últimos con un giro perdido) fue el orden de
llegada, y el de partida de la final. Horacio Etchegoyen desertó para aprontar el
amarillito 21 para la final. No se rinde el veterano.

Para la final, se perdió la presencia de Ulises Tofolon.Así que sólo diez en la gri-
lla.Y muy pronto, quedarían 9. Esteban Ferrari sólo alcanzó a dar un giro.
La entrada del A.S. anuló todo intento de escape, aunque cuando se retiró, como
Ud. se imagina, Almada no tuvo problemas en hacer diferencia de nuevo.
Para eso es el heredero de la mecánica campeona (Arnolfi Sr.) La lucha entonces
quedó para los que lo vieron cada vez más chiquito.

Nuevamente Bruzzoni era escolta, con el joven Peruzzo detrás.Matías Buschiazzo,
ya sin la "tos" en el bicilíndrico, se arrimaba, pero no pudo contener por mucho
tiempo la arremetida de Gerardo Ferrari, que se venia con todo.

Peruzzo se animó a atacar al experimentado Bruzzoni.Las primers cuatro vueltas
fueron las mejores, pese al retraso de G. Ferrari, que perdió todo lo ganado, ubi-
cándose detrás de Buschiazzo y de Broggi (5to.)

Tenía mucho más para dar el volante de la "7" evidentemente, pues no le costó
gran cosa dar cuenta de Nicolás nuevamente. También se le acercó y posterior-
mente superó a Matías, dejando al joven del "anaranjadito" en un duelo muy
partiucular con Broggi, casi de su misma edad, Ésa es la razón por la cual los
vemos abrazados en la foto 1, extrema izquierda. A Nico le tapan la cara, pero
no es porque se cortó bien cortito el pelo. Mal pensados...

Sin embargo, la tarea de dejar atrás a Buschiazzo no fue sencilla.Arriesgando
le porfió a Matías la cuerda, y éste respondió en la siguiente pasada por la
curva 2 (horquilla) frenando impecable y colándose por la cuerda. Era muy
agradable verlos transitar juntos la semi- larga recta opuesta,

Sin embargo, en la más extensa recta principal, Gerado Ferrari liquidó el
pleito, arribando a la curva 1 adelante de la 4 y sanseacabó.

Párrafo aparte para quien reinicó desde boxes la final, Daniel Fernández.Otro
que cometió error de novato. Como no arrancaba, reparó....pero lejos de la zona
habilitada, por lo que el Comisario Deportivo  lo excluyó por recibir "ayuda
externa". Correcto.

Así llegamos al momento de la bandera a cuadros. Sebastián Almada alegrando
a Larroque (la ciudad de moda) por la diferencia que se le antojó.
En carrera aparte, Francisco Bruzzoni lo escoltó. Cristian Peruzzo, ese flaco que
no podía contener las lágrimas en el Parque cerrado, lograba subir al podio.

Y la cuarta colocación se resolvió en la línea.¿Quién la ganó? Gerardo Ferrrari,
por 440 milésimas, según el dedo mágico del "Profe" Typek en los cómputos.
De lejos, pareció mucho menos.

Sexto Broggi, retrasado sobre el final. Pensando en la que viene,tal vez, si es
que consiguen a alguien que le rediseñe al citro celeste y blanco, que ciertamen-
te no es de los más lindos, pero no sabemos si tan feo como para portar este
curioso aviso en la trompa, escrito como los anónimos...ejem...¿o "afeado"
a propósito?

Con un giro perdido, séptimo Etchegoyen. Y con dos, Edgardo Costa, que fue
el último de los dos desertores. Y nada más.

Mucho vá a tener que trabajar la dirigencia, visitando taller por taller, y por
que no, tratar de dar una mano al que viene demorado con los trabajos de
reforma, o mediar para conseguir la pieza del motor que falte (al estilo de lo
que silenciosamente hace en la Copa Turismo Std. Aníbal Roude) para que
esta tan querida, entrañable categoría, recupere el brillo que supo tener.

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