institucional.Es obvio que la senda que marcó la A.P.T.S. -seguro sería mas
adecuado decir que la Asoc.Pilotos TC pista fue la decana- fue emulada por
las restantes categorías que formaron este beneficioso "bloque".
Lo decimos porque el parque dejó mucho que desear,teniendo en cuenta
que estuvieron en su ciudad de origen (Gualeguaychú) y porque la Asoc.
de pilotos TCL -organizadora de la fecha- estuvo impecable, y denotó
ciertos avances como para ir poniéndose a tono, o despertar de ese "letar-
go" poco saludable que la aquejaba.
pimienta" a esta folclórica divisional, salvó el espectáculo.Es más, fue lo
mejor de la jornada, aunque el triunfo le correspondió al mismo "abuelito
volador" de siempre, Luis Romero, a quien respetuosamente llamamos "don
Licho".
Es que la pelea por la punta con Juan Pablo Dalcol, aquel recoquín que al-
guna vez viéramos dar sus primeros pasos en el Karting, fue para alquilar
balcones. El sub-campeón (Dalcol) nunca se dió por vencido y persiguió al
veterano como perro de presa las doce vueltas de la final.
Incluso llegó a arañar la punta por espacio de un giro (estupenda maniobra)
pero con un "viejo zorro de las pistas" no siempre se puede.De todos modos
quedó bien en claro que este año,y de su propio terruño, le salió una "horma
de su zapato" y no las vá a tener fácil si quiere coronarse ¡por octava vez!
vamos "Licho" mostró que tenía con qué.
En las PC comenzó a dominar, marcando 1´11" 570 a 136,163 Km/h ,siendo
escoltado por Dalcol (foto 2) a 60 centésimas y por el retornado Juan Manuel
Farabello a 99. Los restantes seis, a más de un segundo.
La serie única fue un aperitivo. Dalcol salió a la caza del zorro...pero desde
cerca Farabello esperaba un desliz de los punteros...que nunca llegó.
A la curva 2 llegó primero Romero,quedó dicho, con Dalcol y farabello casi
encima. Martín Fiorotto intentando ser el cuarto protagonista del duelo (sus
aspiraciones se fustrarían) pero para eso tenía que superar a un duro escollo
primero, es decir a Valentín Fuentes, esta vez sin un motor para las grandes
cosas, pero dando pelea igual.
Detrás de estos cinco "animadores" un "campo" hasta el resto, que eran los
esforzados Cristian Zanandrea (el hincha de Cerro Poteño) ,Ariel Delgado;
Patricio López y Mariano Peretti.
Sólo una novedad en el resto de la serie.Fiorotto pudo con Fuentes. En la
punta, en cambio, Romero controló bien a Dalcol, que guardó "el facón"
para la final. No se malinterprete, sólo hubo 400/m de diferencia. Lo que
decimos es que....locuras en la última vuelta, Juan Pablo no hace.
Las otras categorías desarrolaron sus cronogramas, el viento azuzaba, el
sol jugaba a las escondidas con las nubes...todo eso no hizo más que acre-
centar la expectativa para la final. TC del Litoral era "el plato fuerte"...y
incluyeron escenas como ésta. Martín Fuentes intenta levantarle el animo a su
hermano menor, como para ponerlas en el Face y que las chicas le escriban al
muro de "Valengo"...
Los primeros metros de la final fueron frenéticos.Si bien doblaron todos en la
horquilla como unos señoritos, a la salida, el entrevero entre subidas al piano
externo, aceleradas bruscas y súbitos acomodamientos para ir buscando ese
grisáceo objeto del deseo -léase la cuerda de la curva 3- sumados al polvo que
se levantaba al pisar otro sector de la pista que no sea, digamos "la huella nor-
mal"...dejó como saldo emergente al tercer puesto de Valentín.
Un terceto persiguió al rubio de ojos claros, como quien corre a aquel que se
apoderó de lo que no le corresponde ¿vió?
Pues bien, a la sazón de esos tres el primero en dar cuenta de Fuentes fue J.
M. Farabello(lejos del dúo top) y en la tercera vuelta el que lo buscaba por
todas partes era Fiorotto.
Mientras anotábamos que el motor de Ariel Delgado falló desde el primer
metro, llamaba la atendión la tenaz persecución de Dalcol a Romero
Se venía lo mejor de la carrera. Cristian Zanandrea arruinó en parte su ta-
rea, quedando relegado, apenas delante del "Pato" López (7mo.)
A toda la vergüenza deportiva de Ariel Delgado -notable, toda la carrera
girando en cinco cilindros,pero sin abandonar....teléfono para algunos que
se meten en la cucha al menor problema- se le sumó otro que empezó a fallar
y perder terreno: Mariano Peretti.Éste aguantó todo lo que pudo hasta la 9na.
vuelta de los punteros, trtando de sumar.
Lamentablemente ninguno de los dos tuvo su merecida recompensa, porque
se olkvidaron de un detalle elemental: pasar por parque cerrado una vez termi-
nada la final, aunque sea empujando lo que quede del auto, como indican todos
los reglamentos de la competición automovilística.
¿La punta? Como dijimos, fue una terible, tenaz, vibrante persecución de
"Robotito" Dalcol al último representante de "la vieja generación" que resiste
al paso del tiempo -con un envidiable estado físico,dicho sea de paso- que es
Luis María Romero.
Desde el año pasado con motor Ford (curiosamente en el TC pista, donde li-
dera la tabla también, defiende los colores de Chevrolet) y siempre asistido
por "Pechuga" Ramírez y sus colaboradores, esta versión entrerriana de..
"Schummy" -la comparación no le gusta ni medio,pero igual la hacemos a mo-
do de homenaje- sigue demostrando su vigencia, y en el abrazo en el parque
cerrado final quedó demostrada toda la limpieza, la corrección de este duelo
que promete nuevas ediciones.
Para Juan Pablo, subcampeón vigente, seguramente habrá revancha.Lo que
más nos importa destacar, es que este jovencito, que ni tiene 20 años toda-
vía, se siente muy cómodo con esta potencia, la más alta de la provincia des-
pués de la Fórmula Entrerriana. TC del Litoral no tiene las limitaciones del
TC pista E. dictadas para proteger supuestamente las plantas motrices, lo que
en la práctica, como sabemos, no se da.
Promediando la final, Farabello se retrasó y tuvo que remontar.Patricio López
ya había dicho basta en el giro 6 de los punteros. O sea, seis máuinas en carre-
ra y dos heridos de muerte.
Los dos de adelante mantenían a los ojos de los espectadores muy ocupados.
Fiorotto (estrenando una bellísima trompa como vemos en la foto 4) tenái
to como para ascender al tercer escalón del podio. Cuarto era Zanadrea y
quinto Valentín, de nuevo con el amarillo de Farabello en sus espejos.
Fue en ese momento, faltando dos giros y fracción, cuando Dalcol se la juega
a todo o nada en la curva 3, y entra justito,justito.
Pero poco le duró, media vuelta después recuperó la vanguardia Romero, para
no dejarla más.
motor, que lo hizo retroceder hasta el sexto lugar.
La bandera a cuadros cayó sobre Romero, con una luz de 330 milésimas nada
más, sobre J.P. Dalcol. Cristian Zanandrea obtuvo el tercer lugar, Juan M. Fara-
bello le arrebató el cuarto puesto al "indefenso" Valentín, y tras Fiorotto, la
bandera cayó sobre Delgado, que había dado un giro menos, lento pero con
todo el honor del mundo.
Muy bueno entonces el arranque de TCL, a pesar de su escuálido parque.No
podemos decir lo mismo de la "final presentación" de la clase "B" , a la que
la dirigencia cree poder resucitar cada tanto, haciendo de Cristo ante un Láza-
ro por ahora rebelde.
Fue Nazareno Carrera el ¿dominador? de la jornada. Sólo 4 presencias, y la
bandera que cayó en la cuarta vuelta, porque al Falcon blanco sólo lo seguía
el empecinado silvio Hornús (otro Falcon, pero gris) Y a medio siglo de dis-
tancia, el Ford de René Fernández "crucereaba" con ganas de quedarse.
El Chevrolet 400 anaranjado de Diego Carmona ya había dicho basta en el
griro inicial.
No nos gusta que una máquina de más de una tonelada, con un motor de seis
cilindros, use cubiertas radiales con dibujo (tipo patonas para hacer facha con
la 4x4) en vez de un ancho y seguro neumático de competición, aunque sea
usado.
No exageremos con eso de "categoría barata" porque las prepagas están
bravas y las aseguradoras no reconocen daños "por suicidio"....
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