lunes, 18 de junio de 2012

TC pista : Carboni y Dalcol ,ganadores en la doble jornada.

Aprobó con felicitado TC pista el duro examen de una doble final, pese a la baja cantidad
de participantes. La llovizna previa, que regresó por momentos durante la final del domingo,
en cierta manera ayudó a que el espectáculo sea tan o más atractivo que en el 1600 o el
TC 850, por lo que no sería exagerado decir que TC pista le puso calor a la fría tarde.

Por orden cronológico, el sábado arrancó con una muy buena noticia. Por fin todo empezó
a sonar bien en el Falcon de Pablo Carboni, que se llevaría la final de la tercera fecha de
punta a punta. Sólo Juan Pablo Gallo pudo acosarlo en pocas vueltas, arruinando todo en
un despiste. El bonaerense, como lamentablemente nos tiene acostumbrado, íntentó remon-
tar luego ,dejando su "huella" (toque a Borgert) por el camino.

Hubo interesantes trencitos, en especial uno largo que dirimió la segunda colocación. No
contó esta doble con la presencia de Martín Fuentes, que retornó a  su Gualeguaychú na-
tal al romper su unidad.

En resumen, fue Esteban Retamar el que se quedó con el segundo escalón del podio, y el
de María Grande, Mariano Moine -en mucho mejor estado físico que el año pasado, es
bueno citarlo- fue el tercero., tras conocerse el recargo a Germán Esteban Hoet, por el
toque a Borgert que arruinó la trompa de su Chevy.

Gabriel Alfaro cuarto, Juan Gallo quinto y recién sexto el sufrido Borgert.Séptimo entonces
quedó Hoet, y octavo Reynoso, que había arribado detrás  de Romero, pero éste fue san-
cionado con devolución de puesto, también por toque. Muy bien por el Comisario, no se
le escapó una esta vez.

Para el domingo, no varió el panorama.Carboni volvió a ser el más veloz. Se suponía que
iría a repetir el halago,. Se frotaban las manos su chasista Agustín De Zan y el bonaerense
Mammarella, que alterna de box con el de Joan M. Brondi (Chevy).Esta exitosa dupla, recor-
demos, es la que llevó al título a Juan Augusto Ronconi el año pasado.

Y también Juan P. Gallo volvió a erigirse como tercero en discordia. "El" enemigo pasó
a llamarse Juan Pablo también, pero Dalcol, que no pudo completar la vuelta 3 el día ante-
rior.¿Se rompería al fin el maleficio de "Robotito"?

Cerraba una tarde "congelante" TC pista, y si mirábamos la grilla, el panorama no era muy
alentador. Raimundo "Yacaré" Patat armó de nuevo el motor del Torino (se dió el lujo de
pelearle a Licho Romero el puesto bajo la llovizna) Joan Brondi no pudo ser de la partida.
Y Juampi Maín enfiló hacia el box en la vuelta previa, con el parabrisas empañado como
todos los demás pilotos, seguramente. La gran incógnita se llamaba Marcelo Alcoba, el
que había debutado el sábado con una duodécima colocación muy honrosa. Un novato
bajo la llovizna. Pero fue toda una revelación.

La final fue un duelo inicial, que se fue transformando en un terceto, de muy buen espec-
táculo, por el progresivo acercamiento del experimentado Gallo a los dos de adelante,
O sea Carboni, que había picado en punta, y Dalcol, que trató de seguirle el paso. Un
poco cerca, y un poco lejos, pero listo para el zarpazo, si llegara a pasarle algo al larro-
quense.

Retamar empezó siendo cuarto, haciendo su carrera, mientras detrás se lucían con piso
húmedo Alejandro Serra y el citado Alcoba (delante de Reynoso su compañero de
equipo, en todo momento) presentándose una batalla inédita: Serra vs. Antivero, eso sí
muy lejos de los cuatro primeros. Nadie se movía de su lugar, a pesar de las gotas
que amagaban arruinar la emotiva carrera vista hasta entonces.

Antivero "liquidaba" el pleito por el quinto puesto, casi al mismo tiempo que Gallo al
fin lograba darle alcance a los dos de adelante. La novena vuelta fue fatal para las
aspiraciones de Carboni, y para todos los fordistas, que ya paladeaban otra victoria.

Bajando la recta opuesta, Gallo entró por afuera, le puso la trompa a Dalcol, que no
aflojó porque tenía la cuerda, y al doblar a la derecha en la chicana, Gallo tocó a la
Chevy roja y blanca de Dalcol. Éste asu vez tocó de atrás a Carboni, que se fue al
pasto haciendo un trompo completo y quedando detenido.

Por la tierra, salió primero Dalcol, mientras Gallo (con la trompa rota) era superado
por el prolijo Retamar, el hombre que más sumó en la doble final.
Gallo culminaría tercero, pero lo bajaron en el Comisariato al obsevar la maniobra ya
citada. Fue excluído.

Santiago Antivero capturó el tercer escalón del podio, que tantas veces  le había si-
do esquivo. Alejandro Serra "el juguetero volador" hizo la carrera de su vida, con el
Chevrolet 400 ex- "Negro" López, y fue cuarto nomás.Imposible de imaginar sin la
estimada colaboración de la "Señora lluvia" (parafraseando a Hernán Figueroa Reyes).

Quinto  Borgert, todo lo contrario a Serra, no parece cómodo en lo mojado. Sexto
Alfaro. Séptimo Moine, que retrocedió y recuperó algo hacia el final. Octavo el sor-
prendente Alcoba; noveno un desconocido Licho Romero y décimo, otro que no tuvo
una actuación destacada, Seba Reynoso, con el Falcon ex- Franco Pellandino.

Sin sumar quedaron Raimundo Patat, que no varió la undécima colocación a pesar
del "recargón" de 20 segundos por pasar al A.S. cuando éste ingresó a pista (un ti-
roncito de orejas al compás del vals de "Los Viconti" para don Raimundo) y también
Germán Hoet, muy retrasado desde el giro inicial.

El único abandono fue el de la plateada Chevy de Carlos Canzonetta.Quedaron 12
autos bajo la llovizna, en la primera final largada con gomas para lluvia, y corrida a
12 giros (dos menos que las pactadas, pero así acordado porque ya alcanzaba para
otorgar puntaje completo). Final, final, final....Juan P. Dalcol gana por vez primera una
de TC pista. Al igual que Carboni -el gran perjudicado de la carrera- el día anterior, la
mala racha se cortó de golpe, con el premio mayor. Lloraba el juvenil de Gualeguaychú
de la emoción, dentro del habitáculo de su Chevy, al arribar a Parque cerrado. Cuando
se confirme el marcador, será entonces el regreso a la victoria del preparador Luis Ta-
pia, cuestionado el año pasado por las bielas "reforzadas" de Martín Fuentes.

Cansancio y alegría en todos los pilotos y dirigentes.Como dijimos en la previa, era una
parada brava hacer doble jornada,y a pesar de un "aditamiento" inesperado que preocu-
pó mucho en su momento (la lluvia)  el TC pista no sólo aprobó, sinó que se ganó los
aplausos de los pocos "héroes" que desafiaron al viento, al frío y al agua, para presenciar
al TC pista, en vez de mirar TN-toques y fútbol-fustración por TV, en pantuflas y con
el termo bajo el brazo, en su cálido living.

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