Hay que tomarse con humor el mal momento del TCL , sacando el fustrado
cronista de box que somos, porque lo de ayer fue un golpe de nocaut más.
TCL se ha levantado de la lona infinidad de veces, aunque lo de ayer preo-
cupa por tratarse de su ciudad de origen. Estaban "en casa" y no pudieron
reunir siete máquinas.
Ni bien arribamos al Autódromo comprobamos las ausencias de Farabello,
Arbelo, y Valentín Fuentes, si bien por la rotura de impulsor en la anterior,
éste sería el único que merece atenuantes.
Lo demás, nadie supo explicarlo. No es novedad que TCL roce el pape-
lón, pero sí que ocurra en Gualeguaychú.
Si tomáramos asistencia como en la época de la Escuela, tendríamos que
anotar a Romero (foto) Dalcol, Peretti, López, Fiorotto y Cristian Zanan-
drea. Lógicamente, tras las reuniones de rigor, se resolvió preservar el
parque, costoso de por sí, sin ni siquiera poner en marcha las Pruebas de
Clasificación.
Mas tarde, CE 850 supo recoger el guante y se colgó la chapa de "plato
fuerte" de la tarde, pero eso no debió haber sucedido.
Veremos como la dirigencia de TC del Litoral, ahora liberada de su faz
de organizador de eventos, se las arregla para resucitar la categoría,
mientras arrecian las críticas en diversos tonos, que cae sobre ellos
como "cascotazos al rancho".
El público, por cierto escaso ayer, siempre se merece el mayor de los
respetos.
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