Competición convocó 12 autos, si bien esta vez no aportó la habitual lucha por
todas las colocaciones. El incidente en la primera vuelta codicionó el parque y
la emoción se limitó al duelo Bruzzoni -Almada.
Duelo entre dos máquinas parejas, en el cual el fiel de la balanza se inclinó
para el dado del que menos se equivocó, y ése sin dudas, fue el larroquense,
actual monarca de la categoría.
Cómodamente desplegadas en el playón de boxes del Autódromo sureño,
las carpas de los equipos de C.C.. trataron de soportar con dignidad el fuerte
ventarrón que no dio paz durante la jornada, recuperándose más de 2 máqui-
nas dañadas en la serie, como pronto podrán leer.
Desde la primera tanda Sebastián Almada se insinuó como el hombre a
vencer, con la sola oposición de Francisco Bruzzoni en los papeles previos.
Largada la serie, Bruzzoni hizo valer su posición de privilegio, entrando
primero a la curva más cerrada del circuito. Almada lo seguía, y en el
compacto lote posterior, Ferroni se imponía sobre Buschiazzo, que quedó
como "jamón del medio" en la porfía en la que también estaba Peruzzo.
El campeón pasó al ataque desde la vuelta inicial. El espectáculo cambiaría
en la siguiente llegada al frenaje más complicado del circuito. El compacto
trío dejó de ser tal a raíz del violento encuentro entre Peruzzo y Buschia-
zzo. Voló la trompa del Citro de "El Príncipe" y se dañó severamente la
punta de eje del de Cristian, como vemos en la foto 2.
Ferroni continuó en el tercer puesto sin mayores inconvenientes. El reapa-
recido Esteban Dalcol heredó el cuarto lugar, asomando quinto increí-
blemente Horacio Etchegoyen, delante de Marcelo Barello, otro que retor-
naba a la actividad.
Aunque parezca mentira, otros dos se fueron a la tierra, por lo que la ba-
tería debió ser neutralizada con la entrada del A.S. Cuando se retiró, F.
Bruzzoni mantenía el liderazgo, siempre con Almada acosándolo. Marcelo
Barello lo agarraba frío a Dalcol y accedía al cuarto lugar, detrás de
Sergio Ferroni. Dalcol quiso reconquistar lo suyo pero le salió mal.
Terminó con una llegada de a dos, y los sensores dijeron 160 milésimas
a favor de Almada. Buena serie de los Citroen, que completaron 5º H.
Etchegoyen 6º U. Tofolon 7º E. Dalcol y 8º Edgardo Costa.
Con 4 máquinas rotas, el tiempo apremiaba. El viejo truco de la camione-
ta traccionando la siempre útil cadena para enderezar al turulato nro. 4
de Peruzzo, que sabe Dios como hicieron para reponer todo lo dañando
en tan poco tiempo. Parches y remaches pop para remendar la trompa
de Buschiazzo, Delcausse que sale con lo justo a la vuelta previa, etc.
En fin, lo de siempre. El fervor pudo más que la desgracia y que el frío.
La historia se repitió, pero invertida, en la largada de la final. Almada picó
en punta y Bruzzoni buscó aparearlo en todo el trayecto de la recta que va
desde la curva 1 a la 2 (la de los vuelcos) pero el campeón mantuvo la cal-
ma. Detrás de ellos, no.
Sucedió que Marcelo Barello entró en trompo bien en el medio de la curva
2, la más aguda. El desparramo fue dantesco, y más de uno impactó contra
un rival. Allí se acabó la carrera de Bernatta y de Barello. Delcausse pudo
seguir pero sólo por un giro más.
El resultado fue que los tres de adelante quedaron muy lejos de los "sobrevi-
vientes" y Buschiazzo le dijo muy tempranamente adiós a toda posibilidad
de estar en el podio.
Bruzzoni había pasado a la punta,2º Almada, 3º Ferroni 4º Peruzzo 5º Bus-
chiazzo,...Entró el A.S. a despejar la pista y paramos de contar. La anor-
mal 1º vuelta dejó muchos heridos." Pato" Etchegoyen, aprovechó para
reanudar en el tiempo muerto de la neutralización. Dalcol (6º) Costa y To-
ffolon cerraban el lote de los 8 participantes.
Cuando se reanudó en la vuelta 3, se volvieron a formar los dos grupos.
Uno de dos (Bruzzoni-Almada) y otro de tres, con Sergio Ferroni entre-
verado con Buschiazzo -parecía ir recuperándose- y con Cristian Peruzzo
en un trío parejo, que se suponía no le sería sencillo adelantar al hasta ese
entonces líder del certamen.
Peruzzo no se amilanó y recuperó el 4º lugar, mas en la quinta vuelta una
extraña maniobra para evitar colisionar entre sí, provocó que tanto Peru-
zzo como Buschiazzo eligieran el pasto para salir, cosa que logró la nro. 4
pero no Matías, Acusó un problema que le hizo detenerse al borde de la
pista. La final caía en acciones, y al Citroen de Buschiazzo lo sacaron con
lo justo, con cinta, con los punteros ya transitando por la recta principal.
Pasado ese tenso momento, comprobamos que los dos punteros seguían
enfrascados en su batalla. Se acercaba el momento de sacarle un giro a
Toffolon. Sebastián Almada le "mostraba" la trompa por afuera, tratando
de inquietar al puntero, como diciendole "No te equivoques porque no
perdono".
Costa seguía perdiendo terreno, y hasta lo más retrasados le sacaban un
giro (terminó 7º a dos) Y en la octava vuelta lo logró al fin ¡Puntero Alma-
da! Lo que vino a partir de allí fue un repertorio de intentos por todos los
lados de Bruzzoni para recuperar la vanguardia.
A medida que pasaban los giros Almada nos convenció que no iba a ha-
ber huecos, y también lo "convenció" a Bruzzoni, porque en los últimos
metros aflojó el acoso, llegando a 1" 438 del ganador.
En vano se tiró y emparejó la línea del campeón el Citroen azul. El de
Larroque siempre dominó la cuerda, y la carrera terminó. 3º Ferroni
4º Peruzzo 5º Dalcol y 6º Toffolon a una vuelta.
Discreta la final de Citroen. Lo decimos porque estamos seguros que
puede dar mucho más. Las pastoreadas y los toques ralearon tanto es-
ta atípica 5º final que no pudieron dar el espectáculo que suelen ofrecer.
Habrá desquite, seguro. El torneo al rojo vivo así lo está anunciando.
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